MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La injusta “democracia”

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Por las declaraciones de connotados personajes de los distintos partidos políticos en Hidalgo, considero que para varios hidalguenses, los resultados de las elecciones del pasado 6 de junio fueron desconcertantes o una sorpresa, al menos, para la dirigencia del PRI y del “primer priísta” en la entidad, después de que dicho instituto político “obtuviera el triunfo” en la mayoría de las presidencias municipales, en la elección de octubre de 2020. Las opciones para el electorado, como en el resto del país, realmente estaban constreñidas a dos: votar por la alianza PAN, PRI, PRD o por la de Morena y sus partidos satélites; así, la votación “democrática” le dio mayoritariamente el triunfo a esta última: de los siete Distritos Federales, Morena y aliados ganan seis, y 14 de los 18 Distritos locales.

Y sí, si analizamos superficialmente, concluiremos que son, por decir lo menos, un poco extraños dichos resultados, puesto que, los candidatos aliancistas de Morena, prácticamente no hicieron campaña; pero sobre todo, porque teniendo un país con los problemas más acuciantes, donde está haciendo agua el barco por donde se le vea, y no se visualizan alternativas reales en manos del actual presidente de la República, líder de facto del partido Morena, resulta sorprendente o al menos contradictorio que la mayoría de los hidalguenses que salieron a votar, hayan optado por refrendarle su confianza, como hicieran en 2018. ¿Cómo entender que hayan votado por Morena cuando, solamente en 2020 creció en cerca de 10 millones el número de pobres en el país? O bien, si consideramos el número de empleos perdidos, la cantidad de MIPyMES que han desaparecido (1 millón 10 mil, en cifras redondas), la catástrofe en el sistema de salud y la gran cantidad de fallecidos con covid-19, colocándonos en el país con mayor letalidad; un país con retroceso económico (desde antes de la pandemia), con el sistema educativo colapsado, sin obras de infraestructura básica para la inmensa mayoría de los mexicanos y con un gobierno federal con tintes dictatoriales.

También debemos considerar, porque fue del conocimiento público, las tragedias que han sacudido a miles de familias, como la infausta muerte de 135 hidalguenses en Tlahuelilpan con el argumento del combate al huachicol (Hidalgo sigue colocado en los primeros lugares de huachicol), las graves inundaciones en Tabasco y el desplome de la línea 12 del Metro en la Ciudad de México, teniendo, esta última, como causa fundamental, de acuerdo con las investigaciones, la gran corrupción de las autoridades morenistas gobernantes; asimismo el incremento de la violencia y de los feminicidios. 

Someramente, podemos atribuirlo a cuatro grandes razones, dos del orden nacional y dos del estatal: 

Primera: Morena ha logrado mantener un número importante de votos gracias a su compra a través de los diferentes programas sociales y la amenaza soterrada de que, si pierde Morena, los beneficiarios perderán a su vez “el apoyo que les da AMLO”. Por ello, porque aquí está en buena medida la fuente de sus votos, López Obrador, ha sacrificado muchos otros sectores para garantizar los recursos para sus programas sociales e incrementar el número de beneficiarios: “A nivel nacional el número de beneficiarios de los programas sociales de la 4T han crecido 65%, al pasar de 12.8 millones que recibían algún recurso el sexenio pasado a 21.1 millones que cuentan con un pago bimestral por estudiar, tener más de 65 años o sufrir alguna discapacidad” (Milenio, 23 de octubre de 2020).

La segunda causa, y la más importante: el alto grado de sometimiento que viven millones de mexicanos a causa de la pobreza y la falta de educación política que por generaciones han sufrido; es decir, la falta de consciencia de las causas de su situación y de conocimiento para superarla, juzgando que, solamente un “iluminado” o poderoso, o un “mesías”, logrará sacarlos de su paupérrima condición, desconociendo u olvidando que la salida está en sus manos, en organizarse y propugnar por un país más equitativo y justo. Al pueblo mexicano y, por ende, al hidalguense, no se le ha enseñado historia; muy por el contrario, se han buscado todos los medios para borrar de su memoria las gestas heroicas de los pueblos del mundo, y del nuestro, que le den confianza en sus propias fuerzas para romper las cadenas del sometimiento e impedir que se le siga tratando como un pedigüeño, siendo él el productor de toda riqueza. 

Tercera: En Hidalgo, obviamente, los resultados electorales son la verdadera calificación de la actual administración que encabeza el licenciado Omar Fayad. Tanta desatención a las demandas prioritarias de la población y el grado sumo de soberbia están cobrando factura. La falta de diálogo con los distintos sectores de la población y la persecución permanente a quienes considera sus adversarios, lógicamente, han abonado el terreno para esta y quizás futuras derrotas electorales.

Finalmente, en estos comicios, quizás confiados los ganadores de las elecciones municipales del pasado octubre, le “invirtieron” menos a estas campañas, de tal suerte que el voto que compraron en mil pesos, ahora solamente fue pagado en 200, y así, la gente acostumbrada a vender su voto y su dignidad al mejor postor, hoy les falló. Además, olvidaron que las anteriores elecciones fueron elecciones de Estado, donde se hizo uso de todo: recursos, poder, fuerza pública, violencia, compra de votos y de representantes de casillas y funcionarios electorales, etc. Se les olvidó que compraron completamente la elección pasada y se compraron su propia mentira de que habían ganado porque la población los consideró “la mejor propuesta”, con los mejores proyectos para sus respectivos municipios. 

La actual democracia de nuestro país es, si se me permite el término, injusta, pues no se da entre iguales: por un lado tenemos una gran masa necesitada de prácticamente todo y por otro, un candidato o partido con el recurso económico para satisfacer, aunque sea por un día, alguna de esas necesidades, para comprar esta mercancía que se denomina “voto” y que se exhibe en el mercado cada cierto tiempo, por temporadas. 

Es injusta, o no es democracia, porque a la inmensa mayoría de los mexicanos se les han negado las herramientas para educarse, para poder concebir las verdaderas causas de los fenómenos y sus efectos; porque se les ha sumido en un mar de indigencia material y moral, adormeciendo su capacidad para diferenciar a sus enemigos y poder descubrir al lobo debajo de la piel de cordero. Así que, la tarea para los que realmente queremos un país distinto y un pueblo libre de las ataduras que le impiden ver claramente su camino y su fortaleza, es seguir organizando y educando, aunque la tarea sea difícil (nunca ha sido fácil educar), es imprescindible.

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