El grave problema de la inseguridad, que se ha venido extendiendo a lo largo y ancho del país y ha venido adoptando diversas modalidades, ha despertado entre los afectados la necesidad de defenderse en colectivo ante la casi nula intervención, e incluso desinterés, de los cuerpos policíacos por combatirla. Así, por ejemplo, los robos con violencia a usuarios del transporte público entre la Ciudad de México y municipios conurbados del Estado de México son ya una práctica cotidiana, sin que los ciudadanos afectados, a pesar de sus quejas y denuncias, vean que se haya implementado alguna medida para atacarla. Ante ello, a últimas fechas diversos medios de comunicación han dado a conocer varios casos en que los usuarios han hecho justicia por su propia mano pese al riesgo que corre su propia vida.
Otra de las modalidades es el robo a pequeños y medianos comercios, las extorsiones o cobros de cuotas para dejarlos funcionar, así como las amenazas a las familias en caso de no acceder a esto último, que al igual que en el caso de los robos en el transporte público, como ni los ciudadanos directamente afectados ni la clientela regular de los mismos han encontrado respuesta de la autoridad competente, no les ha quedado otra salida más que defenderse. Tal sucedió el pasado 25 de septiembre en el Barrio de Guadalupe de la alcaldía Iztapalapa, donde dos hombres entraron a robar a plena luz del día a un negocio de venta de dulces. El dueño o alguien cercano a él llamó al 911 reportando el hecho y pidiendo auxilio, se presentó la policía, atrapó a uno de los sujetos mientras que su cómplice logró huir. Era tal la furia de los vecinos que ya se habían reunido en el lugar de los hechos, que la policía tuvo que resguardarse junto con el detenido en un local comercial vecino, donde se armó una trifulca por arrebatarles al detenido. Finalmente, policías y presunto delincuente tuvieron que ser rescatados en helicóptero.
Casi para finalizar el mes de mayo del presente año, el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, declaró que en el primer cuatrimestre del año se habían implementado cateos para reducir la violencia en las alcaldías Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Tlalpan y en la ya mencionada alcaldía Iztapalapa, pero solo en lo relativo a venta de droga y robo de vehículo. ¿Pero qué medidas se están implementando para reducir la inseguridad que a diario sufren quienes tienen necesidad de usar el transporte público? ¿Cuáles en el caso de los comercios? Y que conste que como mencioné al principio estos son únicamente dos tipos más de inseguridad, pero que revelan el grado de inconformidad de la ciudadanía por seguir siendo víctima de asaltos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (junio 2021) realizada por el INEGI, la percepción social sobre inseguridad pública, comparando el primero y el segundo trimestres de 2021, arrojó los siguientes datos (en porcentaje) en las alcaldías mencionadas por el Secretario García Harfuch: Iztapalapa, pasó de 82 a 79; Gustavo A. Madero, de 86 a 75; Cuauhtémoc, de 66 a 57 y Tlalpan, de 69 a 68. Como vemos, únicamente en dos de estas alcaldías sus habitantes percibieron una menor inseguridad, sin embargo en el primer trimestre de este año dos de ellas, la Gustavo A. Madero e Iztapalapa, tuvieron altos porcentajes de hogares con al menos una víctima de robo y/o extorsión: 54.9% y 44.9%, respectivamente.
Por su parte, el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), comparando el primer semestre de 2020 con el mismo periodo de 2021, registró a nivel nacional una ligera disminución en el delito de robo a negocios, de 37.35% a 33.34% pero un aumento en el de robo en transporte público, de 5.38 a 5.84%. Durante los primeros seis meses de este año, hubo un robo a negocio cada seis minutos y un robo en transporte público cada 35 minutos. Esta organización de la sociedad civil considera que no hay avances en la prevención del delito y la violencia bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, argumentando, entre otras cosas, que el porcentaje de personas en pobreza laboral “prácticamente no ha cambiado”, en el primer trimestre de 2018, asegura, “afectaba al 39.1% de la población y en el mismo periodo de 2021 a 39.4%”.
Lo cierto es que sin empleos suficientes y mal remunerados los que existen, con una canasta básica insuficiente y cara, con la reducción del gasto familiar para dedicarlo al tratamiento de un familiar contagiado por el COVID, con el regreso a las clases presenciales de los hijos, en fin, con una pesada losa sobre las espaldas de quienes tienen que llevar el gasto a los hogares, es prácticamente una hazaña sobrevivir para millones de mexicanos. De ahí que, así como la cantidad de quienes emigran a Estados Unidos en busca de una mejor vida no ha dejado de crecer, la cantidad de quienes recurren al robo irá en aumento en tanto no se tomen las medidas económicas necesarias, si no para erradicarlo por completo, sí para reducirlo en forma significativa. Un plan de desarrollo económico viable es el que ha planteado el Movimiento Antorchista Nacional, que consiste esencialmente en cuatro grandes políticas públicas: 1. Empleo para todos; 2. Salario digno; 3. Obra pública (que incluya los servicios básicos, la salud y la educación); 4. Impuestos justos a las grandes fortunas. De no hacerse así, que no nos sorprendan las manifestaciones ciudadanas de odio que llevan a la bestialidad.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario