Así es, queridos amigos y compañeros antorchistas, como ha sido anunciado desde hace varios meses, el próximo sábado 6 de mayo, en punto de las 16 horas, se inaugura la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional que terminan el domingo 14, serán ocho días de competencias fraternas y, al mismo tiempo, reñidas en las principales disciplinas como básquetbol, fútbol, voleibol, atletismo en sus diferentes pruebas, natación y beisbol; es la justa deportiva a nivel amateur más importante que existe en nuestro país en la que se dan cita miles de jóvenes deportistas de cada una de las 32 entidades federativas que conforman nuestro querido México.
Es una competencia que el Movimiento Antorchista Nacional organiza desde hace 40 años, en el marco de su actividad cotidiana que esencialmente busca masificar la práctica deportiva cada vez más reducida, olvidada y despreciada por los distintos gobiernos de nuestro país, pero, como en muchos otros aspectos de la vida nacional la mal llamada Cuarta Transformación ha empeorado la situación del deporte.
En primer lugar, el presupuesto asignado a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) para esta importante actividad en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PEF), es de dos mil 524 millones de pesos que, a decir de la presidenta de la Comisión del Deporte de la Cámara de Diputados María José Alcalá, “no es suficiente este recurso para el deporte. No veo que este presupuesto sea el correcto que reciba la Conade, y no solamente por el tema del alto rendimiento, sino para su desarrollo, promoción, difusión y fortalecimiento de la cultura física y del deporte”. (El Universal, 22/09/22). Esto, a pesar de que este año habrá competencias internacionales como los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en El Salvador, y los Panamericanos, en Chile.
En segundo lugar, se agrega la corrupción que ha distinguido la gestión de Ana Gabriela Guevara al frente de la Conade, pues según la Auditoria Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por 377 millones de pesos en el ejercicio del gasto público de esta dependencia que dirige la exvelocista, de los que presume un posible daño a la hacienda pública por 310 millones de pesos (Expansión Política, 20/febrero/22). En este tenor, según la plataforma “México Elige” que se encarga de llevar a cabo estudios demoscópicos (de opiniones, aficiones y comportamientos humanos mediante encuestas y sondeos), la excorredora está a la cabeza con el 75.2 por ciento en el índice de percepción de corrupción de un listado de 45 funcionarios relacionados con la Cuarta Transformación (Latinus deportes, 14/04/22).
Así se entiende la nula inversión en espacios deportivos en las comunidades y colonias de todo el país, que tiene postrado al deporte y como una de sus consecuencias ocupamos el nada honroso quinto lugar mundial en obesidad.
Masificar el deporte, en las entrañas mismas del pueblo, es una tarea difícil por la falta de recursos para su promoción y de infraestructura para su práctica, pero es necesaria como una de las formas de organización social que contribuye a la creación del hombre nuevo, que con la práctica deportiva mejore su salud, su condición física y mental porque el deporte permite al individuo forjarse en la disciplina, fomentar el trabajo en equipo, que redunda en la toma de decisiones acertadas en los diferentes ámbitos de la vida social.
Por eso, los antorchistas, en la medida de nuestras posibilidades, aportamos nuestro granito de arena con este tipo de eventos que tarde o temprano tendrán que incidir en el cambio social que nuestro país requiere.
La espartaqueada tienen como sede oficial el municipio de Tecomatlán, un bello y extraordinario municipio poblano, acertadamente bautizado como, La Atenas de la Mixteca, cuna de la organización de los pobres de México, que brinda la hospitalidad y el calor humano de sus habitantes a todos los participantes.
Este pequeño municipio en extensión territorial con una población que no alcanza los cuatro mil habitantes en la cabecera municipal, representa un modelo de desarrollo social y nivel de vida alto en una región particularmente pobre del país, un verdadero oasis en la agreste zona de la baja mixteca poblana, que contrasta con el Tecomatlán de la década de los 80 del siglo pasado que era un pueblo olvidado, sin los servicios públicos básicos, sin instituciones educativas y menos con los espacios educativos, recreativos y deportivos con los que hoy cuenta.
A través de este modesto espacio, hacemos una atenta invitación a nuestros posibles lectores para que asistan a esta fiesta deportiva organizada por el Movimiento Antorchista Nacional o, en su defecto, lo sigan a través de las redes sociales y sean testigos de lo que es capaz de realizar el pueblo organizado que lucha con tesón por una patria más justa y equitativa y no sólo de palabra como los impostores que actualmente gobiernan esta gran nación.
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