Una vez más, ha quedado demostrado el autoritarismo que caracteriza al gobierno de la 4T y de Andrés Manuel López Obrador, al no cumplirse sus deseos absurdos de imponer su dicho, aunque no tenga razón. El presidente esperaba, una vez más, que saliera triunfante su dicho contra la corrupción, para descalificar la marcha en defensa del INE, al cual busca controlar para perpetuarse en el poder, como lo hiciera el PRI.
Quedó claro que los mexicanos ya no se tragan el cuento de que hay que desaparecer las instituciones para evitar la corrupción, ese mal que tanto afectó a los gobiernos anteriores y que ahora, con mucho más fuerza en el actual, persiste. Las políticas anticorrupción del gobierno corrupto de Andrés Manuel López Obrador solo han afectado al país con la eliminación de programas sociales y de obras que beneficiaban al pueblo trabajador, porque todo el dinero recabado solo ha servido para sus proyectos faraónicas, de interés personal y entrega de dinero para asegurar votos y comprar mercancías al precio que las pone el sistema capitalista al que tanto criticó y que en su gobierno ha aumentando sus ganancias, pero en la medida que avanza el periodo de López obrador y se acaba el tiempo para que cumpla sus promesas de campaña, el pueblo sabio, como el mismo dijo, se desencantado más de la falsa esperanza de México y de que todo quedó en el dicho.
Por esa razón, ante los resultados de la marcha del INE, López Obrador convocó a la marcha de la transformación, haciendo uso, como lo ha hecho en las consultas del aeropuerto, el juicio al expresidente, la revocación de mandato, y la elección de los consejeros de Morena, utilizando los recursos públicos a través de los siervos de la nación, promotores y líderes comunitarios del partido convocado, haciendo labor coercitiva para que asistan, ya que, de no ser así, se acabaran estos programas que son el único pilar que sostiene a la 4T.
Con esta marcha, más que la marcha de la transformación y de la felicidad del pueblo mexicano, pregonada por el presidente, la dimensión de la misma representará a la soberbia, al autoritarismo y a la corrupción del nuevo sistema de gobierno al que le importa un pepino la difícil situación económica por la que atraviesa nuestro país y solo le preocupa dejar claro que el que tienen la última palabra y la razón es el.
El desencanto de la última opción que ofrecía el sistema político que tenemos en nuestro país está claro, por lo cual hacemos un llamado al pueblo de México a que se integre a las filas del Antorchismo Nacional para construir juntos la vanguardia que sacará al país del pantano en el que se encuentra. El pueblo organizado en el poder.
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