Muchas veces quisiéramos hablar de cosas más agradables quizá, por ejemplo, de la felicidad, del progreso de los pueblos, del amor a la humanidad, etc., pero desgraciadamente el momento histórico nos obliga a hablar de lo que no queremos hablar: la pandemia.
Este fenómeno social, asesino, y criminal silencioso que acorrala y ataca sin compasión, teniendo por cómplices desde luego a los gobiernos de todos los niveles, salvo algunas excepciones, esta calamidad que ha cobrado la vida de muchos seres humanos y que de acuerdo con datos oficiales del Gobierno federal lleva ya 154 mil, algo que puede ser difícil de creer pero que es la cruda realidad.
Ante esta situación se sigue pidiendo al pueblo que se siga resguardando, pero sin alimento, aunque tenga necesidad de salir, de reunirse y tomar acuerdos al ver que el Gobierno federal muestra mucha indolencia y apatía para aminorar los efectos del cruel asesino, aun habiendo recursos y concentrándolos no ha sido capaz de actuar con inteligencia y responsabilidad.
El pueblo ha pasado y vivido momentos muy difíciles; sin embargo tiene fe y confianza en sí mismo, sabe que saldrá avante de esta batalla, pero algo nuevo está aprendiendo, algo muy importante, que sólo de manera organizada podrá salvar ésta situación, ya que su gobierno lo ha dejado solo y a su suerte, sabe también que existe una organización que se llama Movimiento Antorchista Nacional y que lo está invitando a unirse, a organizarse para defender sus intereses y el derecho a la vida, y no dejarse vencer ni morir como lo está haciendo el Gobierno federal al no apoyarlo con un plan alimenticio emergente ni con el plan de vacunación ni medicamentos ni doctores, etc., ¿dónde quedó, pues, la frasecita perversa de "primero los pobres”? Los hechos dicen que primero los amigos del presidente y su caterva de servidores, porque de "servidores de la nación” no tienen nada. En esta encrucijada se encuentra hoy el pueblo de México, entre una mezcla de dolor y desesperación porque el presidente los ha decepcionado y todavía les sigue pidiendo quedarse en casa; pero la pandemia no será la cárcel del pueblo, de un pueblo que lucha y defiende su derecho a la vida, porque es la vida la que está en juego en este momento y no otros proyectos que el Gobierno federal quiere sacar adelante para quedar bien con sus amigos y los que lo apoyaron en campaña para estar donde está hoy.
No puede haber cárcel que detenga al pueblo cuando éste decide un cambio verdadero y de raíz, no hay leyes que prohíban al pueblo defender sus intereses y si alguien por error se opone lo viene pagando con creces; ojalá todos aquellos funcionarios y no funcionarios también, sean del nivel que sean y que están pensando salir a las calles próximamente a solicitar el voto ciudadano sepan bien a que se atienen cuando visiten los domicilios casa por casa, ya no queremos más cómplices del Gobierno federal que sigan fomentando la corrupción ni instituciones que se inclinan ante el poderoso; el pueblo necesita un gobierno que vele por sus intereses y que lo demuestre en los hechos, no un farsante y hablador que haga promesas sabiendo que no las va a cumplir como aquella que dijo que a partir del primero de diciembre que tomara el mando presidencial bajaría el costo de la gasolina inmediatamente.
La crisis que vive hoy México en todos los aspectos y donde los más afectados son los trabajadores, está demostrando que el Gobierno federal morenista no sabe gobernar, pues lo único que viene haciendo es concentrar los recursos públicos para comprar conciencias y votos en este año electoral. No hay duda pues de que estamos ante un peligro mucho más grave que la pandemia, un gobierno que usó al pueblo para ganar votos y en los momentos más difíciles lo abandona a su suerte, un gobierno que se valió de la democracia para hacer crecer la pobreza en éste país y sólo pensar en los intereses de sus amigos para seguir saqueando al país. Ojalá los votantes que llevaron al poder a Morena hayan aprendido la lección y voten por una mejor opción y confíen más en el Movimiento Antorchista Nacional, despertemos mexicanos, y ganaremos.
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