La pobreza, así como todos los males sociales que perjudican la vida de la clase trabajadora, se originan por una inequitativa distribución de la riqueza social, por ello hoy en día se han incrementado la delincuencia, las injusticias, la inflación, la carestía y la falta de agua potable, que afectan a los más pobres.
Ante ello, la mejor solución es unirse, organizarse, educarse políticamente y luchar tanto por mejores condiciones de vida como por un cambio estructural que impulse el desarrollo del pueblo trabajador.
No es casual que el pueblo trabajador pase hambre, que no tenga educación, que no tenga donde curarse, que no tenga donde hacer ejercicio, que no tenga alumbrado público, que no tenga buenos pavimentos, que no tenga agua potable, porque los gobiernos neoliberales, entre los que está incluido el de Morena, dan toda clase de privilegios y concesiones a los grandes empresarios e industriales y en contraste dejan a su suerte, sin obras y sin servicios a la población.
Por ello, porque también es neoliberal, el presidente Andrés Manuel López Obrador desapareció el Seguro Popular, las estancias infantiles, los comedores comunitarios, apoyos a la vivienda, las escuelas de tiempo completo, las quimioterapias y medicinas para niños con cáncer, el Conacyt, etc., etc., etc. Esto significa que el que quiera educación, salud, recreación y cultura debe pagarla por su cuanta, pero ¿cómo la va a pagar si gana un sueldo mínimo que no alcanza para nada? ¿Cómo va a pagar si no tiene dinero, por más que trabaje?
La mejor forma de luchar en contra de eso y en contra de la pobreza y de la desigualdad que impera en México, es unirse, organizarse, educarse políticamente y luchar por la transformación de la sociedad.
Para eso hay que impulsar el cambio estructural que requiere el país con el objetivo de que la riqueza social se reparta de forma equitativa. Esto se hará cuando se lleven a cabo las cuatro propuestas de Antorcha que se simplifican en: 1.- creación de fuentes de empleo para todos, 2.- salarios bien remunerados, 3.- una política fiscal progresiva y 4.– la reorientación del gasto social hacia la construcción de infraestructura en las colonias populares.
Hay que trabajar arduamente para cambiar el modelo económico que oprime a la mayoría de los mexicanos y que lo hace con ayuda de los partidos políticos como lo es Morena.
Por lo pronto, en el Estado de México estamos próximos a cambiar al gobierno. No nos dejemos engañar por Morena, ese partido no es la esperanza de México, más bien es la decepción porque no ha cumplido con lo que prometió: no ha acabado con la corrupción; más bien ahora los hijos del presidente López Obrador son los que promueven y fomentan la corrupción.
No nos dejemos engañar. Delfina no va a trabajar para bien de los mexiquenses, mas bien quiere el gobierno para usar el poder para engrandecer a su partido y a los allegados al presidente.
Reflexionemos nuestro voto, votemos en contra de quienes nos han ilusionado, engañado y decepcionado. Y sigamos luchando para acabar con la pobreza, la desigualdad y marginación.
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