MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La precariedad laboral de los repartidores la comparten la mayoría de los mexicanos

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La economía Gig o economía “colaborativa” es aquella en la que un trabajador “independiente” se pone en contacto con un cliente que demanda algún bien o servicio inmediato mediante el uso de plataformas digitales. Por ejemplo, aplicaciones de transporte como Uber y Didi; de reparto de comida como Uber Eats, Didi Food y Rappi; o de alquiler de espacios de vivienda como Airbnb. Sin duda, el uso de estas aplicaciones ha contribuido al aumento de la productividad pues facilita el emparejamiento entre proveedores y clientes, recoge información valiosa para el conocimiento del mercado, aumenta la velocidad, cantidad y diversificación de las transacciones, acorta tiempos, etc. Sin embargo, los beneficios que este avance tecnológico genera en la producción y comercialización de bienes y servicios no se comparten equitativamente entre trabajadores, consumidores y las compañías que ofrecen las plataformas digitales.

Las empresas dueñas de las plataformas digitales se han esforzado por hacer atractivo su modelo de trabajo destacando la flexibilidad que ofrece en el horario laboral y la oportunidad de un negocio en la que eres tu propio jefe. Pero la parte oculta de esta oferta de trabajo con independencia y flexibilidad son bajos salarios y desprotección laboral. De acuerdo con el informe Este futuro no applica, elaborado por la Oxfam México en colaboración con el Indesig (Instituto de estudios sobre Desigualdad), “las personas repartidoras ganan 2,085 pesos por semana… estas utilidades equivalen a 53 pesos promedio por hora trabajada”. Además, el 46% realizó gastos para recuperarse de accidentes y enfermedad grave, y este gasto representó en promedio el 70% de sus utilidades mensuales. Al mismo tiempo, las empresas dueñas de las aplicaciones de reparto de comida se valúan en miles de millones de dólares y crecen sostenidamente.

Por otro lado, al menos en México, la flexibilidad en el horario de trabajo tampoco es el principal motivo por el que los trabajadores se deciden a ingresar en este modelo de negocio “colaborativo”. Según el informe mencionado el 37% optó por este trabajo para salir del desempleo y el 26% para completar sus ingresos. Estos motivos claramente reflejan las condiciones mismas del mercado de trabajo mexicano; la desocupación y la subocupación sostienen la precarización en este y muchos otros sectores de la economía. La posibilidad de poder decidir sobre los días y las horas que se desean trabajar parece ser un privilegio de pocos, una promesa inalcanzable, pues la necesidad de trabajo y de ingresos ha obligado a la mitad de los encuestados a trabajar 6 días, 40 horas a la semana.

Si bien el número de trabajadores a los que hace referencia el informe es reducido en comparación con el total de las personas ocupadas en México, sus condiciones precarias de trabajo no son especialmente distintas de las de la mayoría de los trabajadores mexicanos, sobre todo de los que se hallan atrapados en el sector de la economía informal. En este sector se trabaja más de 8 horas a la semana (la mitad trabaja más de 42 horas a la semana) y gana 39 pesos por hora de trabajo en promedio, aunque más de la mitad gana menos de 28 pesos la hora. La precariedad laboral está diseminada por todo el territorio nacional, no es propio de la economía Gig.

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