A muchos mexicanos nos queda cada vez más claro que los gobiernos emanados de Morena, los que actualmente dirigen el país y la mayoría de los estados, han quedado rebasados ante las circunstancias actuales.
Esto no es algo que apenas comenzó en este sexenio, pues la crisis provocada por un mal gobierno se hizo evidente desde que Andrés Manuel López Obrador llegó al poder.
“Salgamos a las calles a exigir lo que nos corresponde; salgamos a decir que las cosas están mal en México; salgamos a organizar al pueblo y a luchar por una vida justa”.
Sin embargo, hoy vemos que esa crisis persiste y que es necesario que una nueva clase política, surgida de las entrañas del pueblo y no del reciclaje de personeros de los sexenios pasados, tome las riendas para garantizar mejores condiciones de vida a todos los mexicanos, no solo a un sector privilegiado.
Ya se siente, aunque sea poco a poco, “lento pero viene”, escribió Mario Benedetti, la inconformidad social y la exigencia de verdaderos cambios; lo vemos en las diferentes manifestaciones de protesta, cada vez más amplias y frecuentes.
Un ejemplo de los malos gobiernos lo encontramos en Hidalgo, donde el próximo miércoles 12 de marzo, miles de hidalguenses marcharán en la capital del estado para solicitar audiencia y soluciones al gobernador Julio Menchaca. Las demandas son urgentes y provienen de los sectores más pobres del estado, que enfrentan una severa crisis.
En las regiones más alejadas, familias enteras viven en condiciones de extrema pobreza, lo que hace necesario implementar políticas diferentes, políticas que garanticen, al menos, los servicios más básicos a las colonias. Servicios a los que todo mexicano tiene derecho, pero que en muchos casos les son negados.
El pasado 16 de enero se conmemoró el 156 aniversario de la creación de Hidalgo, pero, a más de siglo y medio de esta fundación, el Consejo Estatal de Población (Coespo) señala que de una población de 3 millones 300 mil, casi el 60 % sufre pobreza y diversas carencias sociales.
Situaciones similares ocurren en el municipio de Ixtapaluca, donde el desarrollo impulsado por los gobiernos antorchistas en años anteriores se detuvo y ahora va en franco retroceso. La poca inversión en espacios públicos, servicios para los ciudadanos e infraestructura educativa ha dejado a las comunidades en el abandono.
Estudiantes y ciudadanos han denunciado esta situación y también marcharán este miércoles 12 de marzo en Ixtapaluca para exigir al presidente municipal, Felipe Arvizu, mejores condiciones para las escuelas, las cuales han sido ignoradas desde el inicio de las administraciones morenistas.
Y no sólo en el sur del país habrá manifestaciones. Los antorchistas de Baja California Sur también saldrán a las calles para exigir la intervención del secretario de Gobierno, también morenista, en la atención de sus demandas más urgentes.
Es importante destacar que un gran número de familias organizadas en el Movimiento Antorchista han solicitado alternativas y soluciones al problema de la vivienda popular. Sin embargo, hasta la fecha, sólo han recibido promesas y compromisos incumplidos.
Estos tres ejemplos, aunque hay muchos más, son suficientes para demostrar que en nuestro país urge un gobierno diferente. Uno que no sólo brinde servicios básicos como vivienda y educación, sino que garantice el bienestar de todos los mexicanos. De lo contrario, las cosas seguirán empeorando.
Hoy debemos tomar estas manifestaciones como ejemplo y seguir la línea marcada por nuestro secretario general, el maestro Aquiles Córdova Morán, quien dijo:
“Salgamos a las calles a exigir lo que nos corresponde, salgamos a decir que las cosas están mal en México, salgamos a organizar al pueblo y a luchar por una vida justa”.
Este es el llamado que debemos atender: organizar, educar y luchar. Es la tarea de todos los antorchistas y el camino que nos llevará a un futuro mejor.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario