Cortés Girón, diligente como es para encabezar las luchas de los trabajadores en la solución de sus demandas, no dudó en apoyarlos. Primero, se organizaron para detener los procesos de desalojo que el INFONAVIT había promovido en su contra para que se les expulsara del predio que ocupaban, pues este es propiedad del instituto público que opera con recursos que paga todo el pueblo. Sí, en un mundo al revés, en el que los intereses de las mayorías son los que menos interesan, una institución creada para dar vivienda a familias trabajadoras, quería quitársela a docenas de ellas.
Detenidos los procesos judiciales en su contra, los vecinos, ahora organizados en Antorcha, no se conformaron y vieron la necesidad de continuar con el proceso de regularización de la propiedad que ocupaban. Durante más de una década tuvieron que peregrinar por distintas oficinas de Sinaloa, y en los últimos años, hasta en las centrales del INFONAVIT en la Ciudad de México, a donde llegaron encabezados por dirigentes del antorchismo nacional como Homero Aguirre Enríquez y Brasil Acosta Peña, arropados por un contingente de cientos de colonos, que propiamente no iban ganando nada, como no fuera en solidaridad, en su comprensión de que los pobres del país deben unirse y luchar como uno solo, codo con codo para poder abrirse paso hacia un futuro mejor.
Hoy, después de más de una década de peregrinar en las oficinas, antesalas interminables, trato despótico de funcionarios, entre otros, finalmente la institución propietaria de los terrenos ha decidido empezar a venderlos a los antorchistas. Asistí junto con mis compañeros del Comité Estatal de Antorcha en Sinaloa a una reunión en la que el delegado del INFONAVIT, Adolfo Verdugo Dagnino hizo el anuncio ante los colonos, y añadió que esto será después de cumplir ciertos requisitos y los papeleos de rigor. La compra-venta se realizará con la mediación de la Comisión de Vivienda del Estado de Sinaloa, misma que estuvo representada en la reunión por su director, Antonio Castañeda Verduzco.
La regularización incluirá en una primera etapa diez predios y así se seguirá con los demás lotes del asentamiento. Para tal fin, los antorchistas ya han aportado casi un millón de pesos y siguen sumando. El proceso, entonces, entra a su etapa final y con la lucha del antorchismo haremos que culmine exitosamente. Después de 15 años los colonos de Rincón del Parque tendrán vivienda propia.
El hecho en sí, cuantitativamente pudiera parecer poco trascendente. Pero lo que verdaderamente importa es lo cualitativo. El pueblo organizado puede vencer los problemas más difíciles. Aquí, la situación dio un vuelco radical: de ser tachados de invasores y estar con un pie en la calle los habitantes de Rincón del Parque ahora pisarán con los dos pies bien firmes dentro de su hogar.
El problema de quienes viven en colonias con una situación similar es grande, a decir de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU): “Román Meyer Falcón, titular de la secretaría, indicó que el panorama del país es complejo en materia habitacional, ya que uno de cada cinco mexicanos vive en un asentamiento irregular.” (eleconomista.com, 26 de julio de 2024.) O sea que 26 millones de personas, según Meyer, la autoridad nacional del tema, viven en colonias en las que las personas no tienen títulos de propiedad de los terrenos que habitan. Y esto siempre ha sido una excusa para los gobernantes de todo nivel: Su colonia es irregular -dicen- por lo que no podemos introducirle agua, luz, pavimento, nada, sería ilegal. ¡Vaya y regularícese primero! Así, se han evitado erogar miles de millones de recursos en obras y servicios para las colonias pobres.
Claro que este no es un asunto del gobierno actual solamente, ni del anterior; para acumular tal cantidad de asentamientos irregulares varios sexenios debieron ignorar el problema. Pero lo que sí demuestra la actual cifra de Meyer es que el gobierno morenista tampoco ha hecho en beneficio de quienes viven en tal situación, un viraje en la solución del problema, pues las cifras están muy elevadas y no se ve por ningún lado que se ataque decididamente.
Aquí también se vuelve a comprobar cómo no hay atención a los problemas populares porque no tenemos un gobierno que represente a las clases trabajadoras. Pero la solución no está del lado de los gobernantes sino de los gobernados. ¿Cuántos mexicanos sin agua, luz, drenaje, están desorganizados? ¿Cuántos con aguas negras fluyendo ante sus puertas, con náuseas, no se han unido? ¿Cuántos de los que no tienen pavimento y caminan entre el lodo cuando llueve conocen a Antorcha?
Los grandes problemas que tiene México siguen ahí, creciendo y agravándose, con todo y entrega de tarjetas del bienestar. La calidad de la vivienda, la salud, la seguridad, la educación, el desempleo, los bajos ingresos, en todos estos aspectos que rebasan con mucho el alcance de cualquier beca o pensión ¿hemos experimentado una mejoría durante el sexenio anterior? ¿Vemos señales de que las cosas mejoren en el actual? Creo que estas son exactamente al revés: crisis por doquier que se agrava ya sin duda por las medidas represivas del imperialismo norteamericano. “Organízate y lucha” debe resonar por todo el territorio nacional, llamando al pueblo a cambiar su suerte, a conocer a Antorcha, saber qué plantea y, si lo convence, a sumarse. Eso enseña, pobre y modestamente, Rincón del Parque.
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