La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha demostrado que no le interesa la educación.
Quienes han estado al frente de la dependencia poco se han comprometido para avanzar en materia educativa, el colmo, poner al frente a la ahora candidata al estado de México por el partido Morena, Delfina Gómez lo demostró. Y de Leticia Ramírez Amaya tampoco se espera mucho, pues su última decisión fue ordenar al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) no publicar información educativa.
El pasado 10 de abril, en el Diario Oficial de la Federación fue publicado una revocación en la que el Inegi, por indicaciones de la SEP, dejará de publicar datos que ya no serán catalogados como Información de Interés Nacional correspondientes al Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED), que, entre otros temas, incluye resultados de evaluaciones, características de la infraestructura educativa y nóminas magisteriales.
“La información resguardada en el SIGED abarca temas como nóminas magisteriales, resultados de evaluaciones y características de la infraestructura educativa, era considerada como indispensable para conocer la realidad del país y, por ende, estaba catalogada dentro del Inegi como Información de Interés Nacional (IIN) por cumplir con sus requisitos de rigurosidad metodológica y su periodicidad”, señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Los datos permitían a la propia institución y a otras dependencias públicas y privadas, entre ellas a la propia encargada de la infraestructura educativa, la academia e investigadores conocer la realidad educativa del país.
En otras palabras, la SEP de Leticia Ramírez Amaya pretende que frente a la realidad en la que se encuentra la educación en el país, información acerca de la infraestructura, pero sobre todo las evaluaciones de indicadores en educación ya no serán publicadas.
Con esta decisión, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se suma a la que tomó en el 2021, de cancelar la participación de México en la prueba Pisa, evaluación que aplicaban a estudiantes de educación básica y media superior de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la que, por cierto, México ocupaba los últimos lugares en matemáticas y comprensión lectora. Además, fue cancelado el Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (pruebas Planea).
Desde el punto de vista del IMCO, “esta decisión amenaza el acceso, la calidad y el uso obligatorio de esta información pública que es fundamental para el diseño de la política educativa”.
A su vez, la asociación civil Mexicanos Primero exigió a la SEP no ocultar información vital sobre la educación y consideró que la actual administración de López Obrador inicio una campaña contra la transparencia y la rendición de cuentas.
Mexicanos Primero afirma que “si la SIGED desaparece, se perderá información valiosa sobre los estudiantes en riesgo de abandonar la escuela, los que no han regresado, y de niñas, niños y jóvenes que no han logrado recuperar aprendizajes. Por ello, exigimos a la autoridad educativa detener este atropello y avanzar en un registro que permita conocer la situación de cada estudiante con respecto a su trayectoria académica, escolar y socioemocional”.
A manera de ejemplo, los datos que proporcionó el lnegi destacan las reducciones en el número de alumnos inscritos al último ciclo escolar, también hay menos maestros y, al menos, 50 escuelas desaparecieron en el país.
Asimismo, los datos permitieron identificar los efectos de la pandemia de covid-19 en materia educativa, gracias a ello, se sabe que 5.2 millones de alumnos de entre tres y 29 años no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021.
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