Desde pequeños, en casa, la escuela y diversos grupos sociales en los que convivimos, a los jóvenes se nos llena la cabeza con la famosa frase de que “somos el futuro de México”, sin embargo, en realidad, eso pudiera quedar solo en una mera fantasía, porque lo cierto es que en la mayoría de los casos no se puede terminar una licenciatura, ni se nos incluye en la política, en resumidas palabras, no se nos dan las condiciones para poder ser los impulsores del cambio en nuestro país.
Así podemos ver que en la actualidad y de acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020, solo el 32 por ciento de la población joven asiste a la escuela, misma que se prevé tenga impactos significativos en sus resultados educativos debido a la interrupción o disminución del aprendizaje por la pandemia.
Por otra parte, debido a que los jóvenes representamos el 25% del total de la población, según el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) quien reveló que en México viven 31 millones de personas de entre 15 y 29 años, le quedamos mucho a deber nuestro país, si lejos de querernos superar pese a las dificultades, optamos por el camino más fácil que es comenzar a “trabajar para prosperar”, porque ahí también nos encontramos con una dura realidad.
Y es que si se analiza por grupos de edad, el 35% de los jóvenes tienen entre 15 y 19 años, el 33% tienen entre 20 y 24 años, mientras que el 32% tienen entre 25 y 29 años. La mayoría de los mayores de 20 años son mujeres. De éstos datos, dabe resaltar que del total de jóvenes mexicanos, el 32% asisten a la escuela, una participación similar entre mujeres y hombres. El porcentaje mayor de jóvenes que asisten a la escuela aumenta conforme el tamaño de las localidades, el nivel máximo es del 37% en las de 100 mil y más habitantes.
Por escolaridad, el 44% de las mujeres de entre 15 y 17 años tienen algún grado aprobado en educación media superior y el 35% la secundaria completa. De los hombres de esta misma edad, el 39% tiene un nivel de educación media superior y el 36% un nivel de secundaria terminada. De los jóvenes de 24 a 29 años, solo el 29% logró un nivel educativo medio superior y un 30% un nivel superior.
Y llegamos a los datos duros, pero que finalmente son nuestra realidad, de los jóvenes de entre 15 y 29 años, 15.4 millones de personas pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA), de las cuales, 14.3 millones están ocupadas. Es decir, seis de cada 10 trabajan en el sector terciario relacionado con comercio y servicios, el 29% trabaja en el sector secundario de la industria y construcción, mientras que el 11% se dedica a laborar en el sector primario, relacionado con la agricultura, ganadería, caza y pesca. La tasa de desocupación muestra un nivel del 7%, lo que representa un poco más del doble comparada con la tasa de la población mayor de 29 años (el 3%).
Es en este contexto viene a mi memoria, el destino que decidió tomar un gran revolucionario, sí, me refiero a Vladimir Ulianov, quien desde su juventud, tuvo aciertos y desaciertos como suele pasarnos, porque por espontaneidad le surgía el interés y ánimos para hacer muchas cosas que sirvieran a su patria, sin embargo, debido a la carencias de un plan acción y un programa que lo guiara, tuvo muchos fracasos, y fue su salvación, tener clara su tarea de organizar y luchar al pueblo ruso para cambiar los destinos de su patria.
En el caso de la juventud mexicana también la tarea hay que tener claridad de la tarea y esta, también es es organizar y organizar al pueblo de nuestra patria, tara que en estos tiempos de fracasos políticos es más que necesaria, porque somos la generación que vive en carne propia la crisis económica, política y social a la que han llevado los partidos desde el PRI, PAN, PRD y ahora Morena a nuestro país.
Los jóvenes, de la mano con el resto de la población, tenemos la tarea no solo ser el “futuro de México” sino ser el presente, porque desde ahora, hay que decirle a nuestros amigos, familiares y conocidos que los partidos que hasta hoy han gobernado no son la solución de nuestro México, y que por lo tanto, organizarnos y luchar por el poder como clase lastimada y recriminada por los políticos que hoy ostentan el poder.
Por eso hoy, es hora de hacerle verdadera justicia al poeta poblano Gregorio de Gante, cuando en los últimos versos de sus poema “A la juventud” hace una fresca y fuerte invitación: “El futuro te espera y con sus flores perfumará tus íntimos dolores; es tuyo el porvenir, tuyo el mañana de senda larga y dura y escabrosa… ¡Juventud!, al combate, ya es la hora: ¡Capullo perfumado, brota rosa, tiniebla de la noche, surge aurora”. Hoy la tarea de organizar y educar al pueblo es la tarea urgente y del presente.
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