En días pasados se transmitió en vivo el primer debate a la gubernatura por Baja California Sur, en el cual participaron los 10 candidatos que compiten democráticamente por ocupar el cargo político. Dividido en dos bloques, el cual abarca dos temas sociales y los cuáles se discuten partiendo de una pregunta especifica. Los temas “atendidos” con sus respectivas preguntas fueron: Salud ¿cómo garantizar la salud a los que no son derechohabientes? Economía, ¿cuál es su estrategia para reactivar la economía de Baja California Sur que ha sufrido estragos con la pandemia? Seguridad, ¿qué acciones concretas implementarías para mejorar la seguridad pública en bienestar de la ciudadanía sudcaliforniana y frenar el incremento de los delitos que se han dado con motivo del confinamiento? Y, por último, la educación haciendo referencia al regreso a clases y con la pregunta: ¿cómo garantizar el derecho a la educación y los derechos laborales del personal docente?
Desde mi punto de vista, no había en los candidatos, uno sólo que estuviera preparado, es más se notaba un desconocimiento atroz de los problemas que aquejan al estado. En el tema de la salud, por ejemplo, la idea principal que se mermó fue la de incrementar ambulancias, atender los centros de salud abandonados, el involucrar a más jóvenes a que estudien medicina, el generalizar el Insabi en el estado, lo más aceptable fue la propuesta de Pancho Pelayo al proponer construir un hospital infantil, pero, la pregunta como tal nunca se contestó. No se tocaron las causas por las que más mueren los sudcalifornianos, el desabasto de medicinas, siendo estos puntos de partida para una estrategia en la atención a esos no derechohabientes que las padecen. Daban por sentado, que no había nada que hacer para evitar que la ciudadanía se enferme del corazón, para bajar el grado de obesidad, el garantizar la alimentación y de calidad en las comunidades vulnerables, el inculcar el deporte y la cultura. Había, pues, un desconocimiento muy agudo sobre este tema.
Con respecto a la seguridad, más allá del agarrón por saber quién era la familia que más muertos había causado a BCS, se habló de incrementar las patrullas, darle mejor salario y seguro de vida a los policías, (buenas propuestas), sin embargo, también daban por sentado que la delincuencia se debía de combatir con más policías, o sea, atacar la violencia con violencia. No se explicó las causas de los orígenes de los principales delitos, ni cómo prevenirla en las escuelas, y barrios populares, como alejar a los jóvenes de las drogas, etc. De la violencia dada en el confinamiento, tampoco se abordó mucho, a l mucho se dijo que hacían falta psicólogas. Se sabe, que la pobreza, el hambre empujan a los individuos a resolver sus necesidades humanas a cualquier costo, si no hay trabajo buscarán otra opción, la delincuencia, si hay y es mal pagado, daría casi el mismo resultado, de cierta forma se podría explicar de dónde venía la violencia en el confinamiento y, por tanto, relucirían los factores que deben resolverse.
Marx afirmaba que el sistema capitalista estaba condenado a periodos de crisis recurrentes, en México hay una crisis que, con el Gobierno federal, no se le ve salida. Es cierto que es necesario realizar una reforma tributaria, no como la que se plantea en BCS, de pedir la reducción del IVA, con el argumento clásico de impulsar el consumo, como si esa fuera la máxima solución a los males económicos, hace falta una reforma tributaria en la que los que tengan más recursos paguen más y los que poco tengan, paguen menos, así habría más recursos para subsanar un tanto la crisis, claro está que la ineficacia del gobierno federal es otro gran problema. Se necesita también la creación de empleos, con salarios dignos que permitan a una familia adquirir lo necesario para vivir bien, además, como dice nuestra organización, que el gobierno invierta en obras y servicios para mejorar las condiciones de todos los mexicanos.
Por último, el regreso a clases, en estas condiciones por las que atraviesa nuestro país no sería lo adecuado, el decir “hay que garantizar que todas las escuelas tengan lo necesario para evitar los contagios” es, en cierta medida, un disparate. Hay instituciones que ni agua tienen, como nos dijo un funcionario de Conagua, “la misma Conagua no tiene agua, ya se imaginarán como estará el resto del estado”, esa propuesta estaría preparando la antesala para una verdadera tragedia. Solo hay una forma de garantizar un regreso a clases seguro, que es, como bien lo dijo el maestro Aquiles Córdova Morán, que se vacune a todos los estudiantes. Con respecto, a los derechos de los docentes, es necesario hacer una revisión y cambio de raíz en la SEP.
Concluyo, es necesario estudiar un fenómeno no como un factor aislado, sino como el conjunto de un todo, los temas que se trataron en el debate están íntimamente relacionados uno con uno, no se puede hablar de la educación y hacer a un lado el tema económico, o hablar de seguridad excluyendo la salud. Es sorprendente como todavía se sigue aceptando por algunos políticos que la corrupción es el principal problema del país, ocultando el verdadero problema de BCS y México, la pobreza. Es necesario, dejar a un lado el modelaje político que consiste comúnmente en decir barbaridades que suenen bonito, hacen falta propuestas serias y concretas que den confianza al votante, de que están realmente preparados y no todo lo contrario.
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