En los días que corren nos hacen llegar información y llamados de auxilio por parte de pobladores del sur del estado de Nuevo León; recientemente se suscitó un fenómeno natural extraordinario, cayó una granizada un tanto despiadada, por el tamaño del granizo, la intensidad y la duración, causando daños materiales en cultivos al descubierto y protegidos, además de vivienda, vehículos y animales domésticos entre otras muchas cosas más que estuvieron expuestas a dicho fenómeno, el caso es que los afectados o una parte los afectados no ha recibido apoyo alguno por parte de las autoridades correspondiente tanto municipales, como estatales y mucho menos federales.
Esto es lo que comentan parte de los afectado. Como ya se dijo antes, no es casualidad lo que sucede en esta parte del estado neolonés, hace ya un buen de tiempo que el sur del estado se mantiene en el olvido, no es un capital importante para la clase política en general, ya que son muy pocos votos los que aporta esta zona para considerarlos y apoyarlos, no marca la diferencia en una votación estatal, son tomados en cuenta en elecciones municipales que una ves utilizados para su fines malsanos, son olvidados por su gobernantes electos.
Esto es así, cada tres años aparecen prometiendo el cielo y las estrellas y que ahora si se atenderán las necesidades del pueblo humilde y trabajador y de nuevo nada para la clase trabajadora del campo, ahí esta la realidad lacerante presente, primero sin trabajo, sin proyectos para construir fuentes de empleo, y los pocos que se dan, son por temporada en los distintos ciclos agrícolas de siembra y cosecha y párenle de contar, después de concluir el ciclo se reduce enormemente las fuentes de empleo, obligando a la gente a emigrar a la ciudad y reproducir el mismo fenómeno en la ciudad, aglomeración en colonias marginadas sin servicios básicos creando más problemas, y pareciera como el cuento de nunca acabar.
Nuestros gobernantes quieren amainar, mitigar la necesidad de la gente con programas sociales que solo funcionan momentáneamente, no se resuelve de fondo la necesidad y se sigue agravando la pobreza; además, la clase poderosa, la burguesía asoma su cabeza queriendo cubrir sus culpas e impulsa programas de dadivas, de limosna. “Entendemos por limosna la donación efectuada de forma voluntaria y altruista con el fin de socorrer una necesidad. La acción puede obedecer a varias motivaciones. En unos casos es fruto de la caridad, pero también puede responder a la necesidad socioeconómica existente, por lo que, en este caso, nunca es un acto anónimo. Existe, por fin, una tercera motivación y se refiere a la obtención del perdón de las culpas y pecados”.
“Nada más pernicioso que ese culto a la pobreza, aderezado de buenos sentimientos, que está arraigado en la misericordia cristiana y que perdura en las actuales formas de solidaridad”. (Nietzsche; 1889) Agrego yo, la solidaridad burguesa, la solidaridad de la clase poderosa y sus lacayos queriendo mantener su statu quo haciéndose ver como humanistas, solidarios y fraternos con la clase trabajadora y de esta manera adormecer y mantener adormecidas la conciencia de la clase obrera. Por eso es necesario educarse y despertar la conciencia del trabajador, del jornalero del campo, del obrero de la ciudad y unión fraterna y humanista buscar la emancipación de las cadenas de la esclavitud laboral, cubierta de miel, pero solamente la cubierta, su esencia es explotación y más explotación con jornadas largas e intensas donde se le extrae la mayor plusvalía al trabajador en el menor tiempo posible.
Es así como se mantiene el sistema económico vigente, al cual se debe derrocar tomando el poder político de la nación por la vía democrática. Resulta que la clase trabajadora esta compuesta de la mayoría, y que una vez convencida en un solo ideal, educada y organizada, no le sería difícil hacerse del poder político y con la idea clara y precisa, de un ves arribados al poder y en un proceso nada corto, y sin exabruptos se persiga la justicia y equidad para todos los seres humanos que compone esta patria mexicana.
La necesidad nos obliga a pensar y actuar en lo antes dicho, mientras el pueblo se mantenga sumiso y abnegado las cosas continuaran igua porque a la clase poderosa no le interesa que el pueblo trabajador salga de su atraso y hará todo lo posible y hasta lo imposible por mantenerse en la cúspide de la pirámide social don unos cuantos tienen mucho y muchos cuentan apenas con lo necesario para subsistir.
Es claro que la inaudita concentración de la riqueza provoca, como consecuencia natural del fenómeno, una inaudita pobreza en la mayoría de la población nacional y mundial, generando una inestabilidad social y económica, gente muriéndose de hambre en lucha constante contra el sistema y buscando y encontrando salidas falsas como la implementación por parte de la clase poderosa de programas sociales como dadivas, limosnas, esto dentro de lo legal, y la otra cara de la moneda, el robo, el asalto común y corriente, las mafias organizadas para vender una felicidad falsa y efímera a un pueblo que no se ha cultivado, porque la inteligencia y experiencia ahí está presente, también la falta de organización, volviéndonos apáticos e insensibles, es claro que todo esto lo promueve la clase en el poder, así nos educa el sistema, porque así le conviene al modelo concentrador de riqueza, la tarea es buscar la contraparte, un pueblo sensible, humanizado educado y organizado que defendería la justicia y la equidad para todos.
Insistiremos y no descansaremos en la idea, nosotros podemos hacerlo, somos la mayoría y solo así evitaríamos todo tipo de injusticas que dañan enormemente a nuestra sociedad donde los Antorchistas no somos la excepción.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario