“Ser cultos, para ser libres”, la frase la dijo y postuló el gran apóstol cubano José Martí, y cobra más vigencia hoy día porque la premisa de un hombre libre, no se cumplirá, si no tenemos conocimientos, ni educación, pues ante esto poco haremos para salvarnos a nosotros mismos de la explotación y enajenación a que nos tiende sometido el sistema económico y político actual. Este mensaje muy apretado en estas líneas, ambles lectores, quiero desarrollarlo y compartirlo con todos ustedes (amigos, amigas), en el contexto de un evento de gran trascendencia que se desarrollara a partir el día 2 de abril y hasta el 9 del mismo, a las que orgullosamente llamamos las Espartaqueadas antorchistas.
Esta premisa viene al caso por el reciente y creciente desinformación, que se difunde por los distintos medios acerca de la realidad mundial, nacional y porque no decirlo de nuestra situación en el estado de BCS. Ahí está la lucha tenaz que han dado los antorchistas organizados de La Paz y de Los Cabos por dejar de ser marginados de los programas de vivienda, obra social en las colonias que desde hace años necesitan agua, drenaje, energía eléctrica etc. Donde al momento de exigir lo que por derecho corresponde, sale a la luz pública en algunas “páginas de internet” esa desinformación, ataques que van desde funcionarios de alguna dependencia, seguidos de la “jauría”, repetidora de calumnias y tergiversaciones sin fundamento contra nuestra organización.
Muy limitadamente diré en esta ocasión que esto no debería pasar ¿pues qué no se gobierna para todos? Nos queda claro que ¡no! Cuando la humanidad se dividió en clases sociales se originaron grandes cambios en todos los ámbitos de la vida humana, es decir en todos los ámbitos de la sociedad. Es cierto que estos cambios no se dieron de la noche a la mañana, sino que fue un proceso gradual de muchos cientos de años, pero al final una vez desaparecida la primera formación social que existió sobre la tierra y que se le ha llamado comunidad primitiva, surgieron como dos grandes continentes, como dos polos opuestos, dos clases sociales: una fue la de los poseedores o explotadores, otra la de los desposeídos o explotados.
Y esa nueva realidad dio origen, ya se dijo, a nuevas realidades en todos los ámbitos de la vida. Por ejemplo, se extinguió el carácter de que todo el colectivo humano se hacía cargo de enseñar a los niños lo que necesitaban saber para subsistir y para preservar a la propia comunidad. Las relaciones entre los individuos eran de colaboración recíproca y ayuda mutua, todos trabajaban en la pesca, la caza y la recolección y el fruto de estas actividades era distribuido equitativamente entre todos los miembros del colectivo. Al aparecer la propiedad privada, y consolidarse el desarrollo de las fuerzas productivas y al paso de los siglos, junto con la propiedad privada aparecieron nuevas formas de comportamiento humano, por ejemplo, apareció el individualismo y el deseo de acumular, de atesorar bienes.
Surgieron así, hombres que fueron acaparando y se fueron enriqueciendo y hombres que se fueron quedando en la pobreza y tuvieron que someterse a la voluntad de los económicamente poderosos. En este sometimiento de unos hombres (los desposeídos) a otros (los poseedores), jugó un papel decisivo la educación. Los poseedores de la riqueza se dieron cuenta que para mantener sumisos a los desposeídos no era suficiente ejercer sobre ellos la fuerza de las leyes, el látigo o de las armas, sino que también tenían que doblegar su voluntad, hasta convertirlos en dóciles y mansos esclavos, para lo cual era necesario obnubilar su conciencia, mantenerlos en la ignorancia, mantenerlos en la oscuridad avasallados con todo tipo de supersticiones y miedos. Dos grandes épocas de oscurantismo y fanatismo sobrevinieron a la desaparición de la comunidad primitiva: la esclavista y sobre todo la época feudal. Al declinar la sociedad feudal, empezó a emerger una nueva, la sociedad capitalista en la que hoy ya en su etapa de madurez, denominada imperialismo o neoliberalismo, habitamos los actuales seres humanos, a excepción de los que habitan territorios del mundo donde se está empezando a desarrollar un nuevo tipo de formación social.
Desde el esclavismo hasta la época actual la educación ha sido controlada por las clases explotadoras; esclavistas, señores feudales y burgueses o capitalistas han utilizado la educación en favor de sus intereses de clase. En ocasiones la han ocultado, en otras la han restringido o la han dosificado de modo que contribuya a fortalecer su dominio sobre los explotados. En las guerras de conquista los conquistadores, para someter completamente a un pueblo, lo han tenido que avasallar también culturalmente. Los explotadores de todas las épocas saben que entre más ignorante es un pueblo es más fácil dominarlo, explotarlo.
Por todo este apretado análisis es que antorcha alza la voz. Y con hechos y acciones muy concretas desarrolla: Las Espartaqueadas, con una visión de educar a los niños y a los jóvenes en la constancia, en el amor a las disciplinas artísticas y deportivas, para formar un espíritu aguerrido, decidido, y crearles una mentalidad de ganadores. Hoy como hace más de dos mil años está vigente, donde un hombre se levantó contra los ricos de su tiempo. Buscó a sus partidarios entre la gente sencilla y buena. Se rodeó de esclavos y gladiadores: campesinos, pescadores, albañiles. Lo siguieron a “Espartaco” los hambrientos de su tiempo, los más pobres de todos.
Hoy está vigente “levantarnos” para educarnos, organizarnos y luchar por una patria más justa para todos. Ante el negro panorama de las acciones de nuestros gobernantes, donde podemos mencionar algunos ejemplos, en lo educativo: el gobierno federal lejos de invertir cuando menos el 8% del producto interno bruto (PIB) a la educación, solo se ha invertido alrededor de menos del 5%. Donde se cancelan las escuelas de tiempo completo que afectan a más de 3.6 millones de estudiantes, hoy donde de cada 100 alumnos que ingresan a la primaria, solamente terminan su preparación profesional 28, lo que significa que en el país tenemos un índice de deserción escolar del 72%. En la cuestión de la salud, por los malas, ¡malísimas! Políticas implementadas por el gobierno federal estamos en el deshonroso tercer lugar mundial en muertes por covid-19. En materia de vivienda El 10 de diciembre de 1948 se publicó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la que se reconoció, por vez primera, el derecho a la vivienda, en México según datos del INEGI hay un déficit de alrededor de nueve millones de viviendas. Como último ejemplo en materia de seguridad, vemos que la violencia no cesa pues según nota del www.economista.com.mx “Más de 648 homicidios dolosos se han cometido en los primeros 10 días del 2022, de acuerdo con datos del gobierno federal. Esto incluye los 10 cuerpos abandonados en una camioneta frente al Palacio de Gobierno de Zacatecas y los 9 cuerpos hallados sobre una carretera en Veracruz”. Pero estamos enterados que ahí no han parado las cosas durante el año, pues se ha documentado el infierno que viven las familias de varios municipios en Michoacán, Tamaulipas, entre otros.
Ante esta caótica situación el Movimiento Antorchista Nacional, sabiendo la importancia que la cultura y el deporte tienen para la formación del ser humano, desarrolla la Espartaqueada Nacional. Este evento que un año es cultural y otro deportivo se llama así por dos razones: en honor a Espartaco, esclavo que logró, a pesar de las condiciones en las que se vivía en el Imperio romano, encabezar a los esclavos para lograr mejores condiciones de vida; y, la segunda, en honor a Esparta, una de las ciudades con mayor disciplina al deporte y a la cultura en la antigua Grecia.
Para nosotros, la cultura lo es todo: es el cultivo de la inteligencia y es el cultivo del espíritu, es el cultivo del pensamiento y es el cultivo de la sensibilidad. La lucha antorchista no sólo es luchar por drenaje, pavimento, banquetas, no sólo queremos agua, no, eso es bueno, pero no es suficiente. Nosotros queremos que se transforme el espíritu de esta patria. Una patria valiente, una patria arrogante, orgullosa de ser lo que es, eso es lo que queremos y para eso es indispensable el trabajo cultural.
Por esta visión de la cultura y el deporte a través de este humilde escrito invito a todos los antorchistas sudcalifornianos organizamos y no organizados a que difundamos y acerquemos a estos encuentros de las Espartaqueadas a los, niños, jóvenes y adultos que conocemos en las colonias, pueblos y escuelas con las que tenemos contacto, los cuales despliegan su talento en las disciplinas deportivas y en artes como danza, canto, baile regional, teatro y poesía. Por lo pronto conéctate de manera virtual, la edición número 21 de la Espartaqueada Cultural Nacional 2022, del 2 al 9 de abril a las ocho de la noche hora del centro del país, a través de la página oficial de Facebook de la organización. Termino agradeciendo el esfuerzo que a pesar de la crisis sanitaria provocada por la covid-19 que impide realizar, de manera presencial, este gran encuentro cultural en Tecomatlán, Puebla. Se hayan sumado algunos niños y jóvenes de La Paz, que con su participación en el ensamble que realizaron artistas del pueblo del Regional Noroeste encabezados por nuestros hermanos mayores antorchistas de Baja California, Sonora y Sinaloa; los de Baja California sur estarán presentes en este gran evento. Antorcha, tiene futuro y fe en que con su lucha y fomentando el amor al arte, podrá transformar el mundo en uno más justo y bello. Vale.
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