Desde su llegada a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, se llenó la boca para decir que durante su mandato serían “primero los pobres”; sin embargo, los ha abandonado a su suerte, incrementando aún más el número de compatriotas que navegan en la miseria extrema, la pobreza y la hambruna, a la vez que, bajo su famosa Cuarta Transformación, aplica un lento genocidio al sector campesino, donde hoy, familias enteras subsisten de milagro, donde niñas y niños duermen y despiertan sin haber probado alimento alguno.
Aunado a ello, el gobierno lopezobradorista, emanado de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ha permitido la incursión de bandas criminales que con sobrada impunidad asfixian a campesinos y productores, llegando incluso a plantar minas explosivas en los huertos u hortalizas para que nadie tenga derecho a entrar, a menos que quieran arriesgar la vida.
De esa forma, México se está quedando sin campesinos, sin tierras productivas, ni ranchos, ni granjas comunitarias, nada, pues cuando no son víctimas de la inseguridad, las familias del campo han quedado desamparadas después de que con la mano en la cintura y por órdenes precisas del presidente, los legisladores pertenecientes a Morena se han encargado de aprobar iniciativas que reman en contra de esa gente, eliminando fideicomisos y programas que eran de mucha ayuda para ellos en el pasado.
De acuerdo al reportaje de Citlali Abigail Ramírez Morales, el gobierno de López Obrador está matando al campo mexicano, una vez que recogió la versión de especialistas en la materia que advierten que es necesaria una revolución en el campo, que incremente la productividad, toda vez que nada serio ha hecho la 4T, sino al contrario le ha quitado recursos y con ello lo ha condenado a una muerte irremediable.
En contraparte, se puede advertir que la soberanía alimentaria en México ha quedado pulverizada, después de que el Gobierno federal no está haciendo nada para generarla, ya que para ello se requiere de mayor inversión pública y alentar la producción de alimentos básicos mediante créditos seguros; crear infraestructura agrícola e hidráulica e investigar en laboratorios científicos y tecnológicos, todo ello, inexistente con la 4T.
Fue desde el año 2018 que el entonces presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, advirtió que a los campesinos mexicanos se les estaba condenando a futuro y es a la fecha que la nación continúa sin soberanía alimentaria, porque no hay inversión pública ni infraestructura agrícola e hidráulica. Además, es insuficiente la inversión en ciencia y tecnología agrícola.
Se recuerda por igual que desde ese año, de forma por demás inexplicable, López Obrador y sus principales colaboradores especializados, se han dedicado a recortar el gasto público del campo sin considerar su impacto vital en la economía mexicana, además de eliminar programas y fideicomisos para dicho sector, en lo que se podría llamar un lento genocidio perpetrado por los morenistas en el poder, en contra de las familias campesinas que lejos de ver en el actual gobierno a un aliado, le miran como el más cruento enemigo.
Aún se recuerda la marcha de campesinos de Chihuahua culminando con un mitin en la Ciudad de México y donde se destacó que el gobierno emanado de Morena ha abandonado al sector agropecuario, a los pequeños y medianos productores, encareciendo la canasta básica y la producción del campo.
Han pasado cinco años que se han tornado sumamente difíciles para los campesinos de la patria, sin apoyos para las siembras, sin ningún tipo de programa que les venga a ayudar, sino al contrario, además de condenarlos al olvido, hoy tienen que subsistir en medio de tremenda inseguridad.
De acuerdo a la investigación del periodista Juan Ortiz, además de los recortes presupuestales en lo que va del sexenio de AMLO, han desaparecido 24 programas que beneficiaban al campo. Catorce estaban a cargo de la Sader: 1) Programa de apoyos a la comercialización. 2) Programa de apoyos a pequeños productores. 3) Agromercados Sociales y Sustentables. 4) Otros proyectos de infraestructura gubernamental. 5) Programa de Acciones Complementarias para Mejorar las Sanidades. 6) Programa de Concurrencia con las Entidades Federativas. 7) Sistema Nacional de Información para el Desarrollo Rural Sustentable. 8) Sistema Nacional de Información para el Desarrollo Rural Sustentable. 9) Sistema Nacional de Investigación Agrícola. 10) Crédito Ganadero a la Palabra. 11) Desarrollo Rural. 12) Fomento de la Ganadería y la normalización de la calidad de los Productos Pecuarios. 13) Mantenimiento de Infraestructura y 14) Otros Proyectos de Infraestructura Social.
Mientras la debacle se cierne sobre el campo mexicano, el presidente López Obrador sigue insistiendo en que él tiene “otros datos” y piensa que en el combate a la corrupción que ha promovido desde su llegada al poder se tenían que eliminar los programas que beneficiaban a las familias de ese sector. Nunca se percató del error que estaba cometiendo y que el resultado sería dejar a la nación sin campesinos, sin autosuficiencia alimentaria ni soberanía.
Tampoco imaginó que al abandonar a los campesinos mexicanos, se estaría convirtiendo al país en un país sin desarrollo, sin futuro ni progreso, con mayor miseria y hambre, sin esperanza, donde mujeres, hombres, niñas y niños sigan durmiendo y despertando con la panza vacía, sin acceso a la educación ni la salud, sin vivienda ni diversión de ninguna especie, vaya pues… sin vida.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario