Ante la desigualdad, la pobreza y todos los males que se derivan de ambas y que golpean a los más pobres, que son la mayoría de los mexicanos y las elecciones que están a la vuelta de la esquina en el Estado de México, los electores deben poner atención a las promesas de la candidata de Morena.
Durante el segundo debate, Delfina Gómez mencionó, entre otras cosas, que los problemas en el Gobierno del Estado de México son tres: “la corrupción, la corrupción y más corrupción”; o sea, la misma cantaleta de ya “sabes quién”, quien llegó a decir que en nuestro país “la riqueza de los poderosos no procede de la explotación de los obreros sino de la corrupción”, tesis que reprueba el dirigente nacional de Antorcha Campesina, Aquiles Córdova Morán en su artículo ¿Es que en México hemos descubierto una nueva fuente de riqueza social?, que aparece publicado en el libro “De la esperanza a la decepción” (pag.150).
Pero, como bien saben los economistas, el problema no es la corrupción, el problema es el modelo económico del cual la corrupción es solo una consecuencia. Pero, como buena seguidora, la maestra Delfina dice que acabará con la corrupción aplicando los preceptos de la 4T “No robar, no mentir y no traicionar al pueblo”, que eliminará el clientelismo en los programas sociales; que buscará que haya transparencia, que haya de rendición de cuentas para que la ciudadanía sepa en qué se gastan sus impuestos.
Pero la realidad demuestra que Delfina no aplica aquello de “no robar”; recordemos que cuando fue presidenta municipal de Texcoco le descontó el 10 por ciento de su sueldo a 472 trabajadores para financiar a su partido, Morena; ese hecho fue sancionado por autoridades electorales con 4.5 millones de pesos (mexicanos en contra de la corrupción enero de 2022).
Otro acontecimiento de corrupción de la señora Delfina es que cuando fue secretaria de Educación Pública destinó 13 mil 549.5 millones de pesos al programa La Escuela es Nuestra (LEEN), pero la Auditoría Superior de la Federación (ASF) no encontró evidencia de mejora en los planteles ni de compra de equipo y, en cambio, detectó anomalías como pagos duplicados y a personas fallecidas (El Sol de México, febrero de 2023). Delfino no solo miente al pueblo al no aplicar el precepto “no robar”, también traiciona al pueblo al incurrir en actos de corrupción.
La señora dice que eliminará el clientelismo en los programas sociales, pero eso tampoco es cierto: previo al proceso electoral en el Estado de México, Morena entregó fertilizante a los campesinos. ¿Por qué no lo hicieron desde el año pasado que se les pidió el apoyo? ¿Porque ahora? Evidentemente se quiere ganar a los votantes del campo, eso no es quitar el clientelismo en los programas sociales.
Dice que habrá transparencia. Tampoco eso es cierto: todos sabemos que “ya sabes quién” y su secretario de gobernación, Adán Augusto (una de las corcholatas), han mantenido una batalla en contra del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la información y Protección de datos personales (INAI) por considerar que el instituto es un gasto innecesario, por lo que proponen adjudicar a la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La función de la ASF es fiscalizar las cuentas públicas mediante auditorías, y el INAI tiene como misión garantizar el derecho de las personas a la información pública y abordar temas de transparencia, datos abiertos y archivos. Considerar al INAI como innecesario es comprometer su existencia, vulnerar las garantías de acceso a la información y protección de datos garantizados en la Constitución. La maestra Delfina sabe esto, entonces cómo garantizará la transparencia si su jefe. López Obrador, quiere acabar con el órgano que tiene como misión la transparencia. Nuevamente Delfina miente y con ello traiciona al pueblo.
Durante su campaña, a la pregunta de cómo acabaría con la corrupción, López Obrador respondió que con el ejemplo: “si el presidente no es corrupto, todos los demás no lo serán y dejarán de serlo” (¿?).
La salida a los problemas del Estado de México como la corrupción, la inseguridad, la pobreza y marginación no se podrán resolver con el combate a la corrupción, como asegura Morena.
El remedio está en manos de un pueblo pobre que despierte su conciencia, se organice y tome el poder y cambie el modelo económico que nos rige.
Con sus discursos anticorrupción, AMLO nos engañó, y la maestra Delfina pretende hacer lo mismo. Morena no es la opción, no nos equivoquemos, hay que buscar la ruta de la unidad, que Moreno no nos brinda: todos debemos unirnos en contra de los engaños de Morena.
Hay que parar a la 4T que nos lleva directo a una dictadura, y apoyar a la coalición “Va por el Estado de México” y a su candidato, en tanto se dan las condiciones para que el pueblo tome las riendas de nuestro país.
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