Como todos sabemos, se celebraron recientemente las elecciones para elegir nuevos gobernadores en seis estados del país; cuatro de las seis gubernaturas las ganó Morena: Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo; la coalición PRI-PAN-PRD, encabezada por una priista, ganó la de Durango, y el PAN la de Aguascalientes.
Fuimos testigos de cómo la 4T utilizó los programas de ayuda económica directa como medio para llevar a beneficiaros de dichos programas, jóvenes y adultos mayores principalmente, a votar a favor de sus candidatos.
En su artículo ¿Quién ganó las elecciones?, el doctor Brasil Acosta Peña, nos da el porcentaje de la gente que votó por Morena y que es beneficiaria de un programa económico directo: en Aguascalientes el 46 por ciento de los beneficiaros de los programas federales votaron por Morena; en Durango el 46 por ciento; en Hidalgo el 72 por ciento; en Oaxaca el 71 por ciento; en Quintana Roo el 64 por ciento, y en Tamaulipas el 55 por ciento. Concluye el Dr. Brasil, con estos y otros datos: “Como puede verse, la mayoría de los votos a favor de Morena provino de gente beneficiada de por lo programas sociales del Gobierno federal; lo que no deja ninguna duda sobre el impacto político-electoral de estos apoyos económicos, supuestamente destinados a “sacar a la gente de la pobreza”.
Pero, … ¿De dónde salen los recursos para estos programas? Salen, en su mayoría, de los distintos impuestos que pagamos, usted y yo amable lector, tales como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto Sobre la Renta (ISR) o el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Al ir a comprar una Coca Cola, un pantalón, un artículo electrónico, debemos pagar este tan famoso como repudiado impuesto llamado IVA, que es de un 16 por ciento. Es un impuesto indirecto, ya que lo pagamos al que nos vende el producto, pero, que éste tiene que entregar posteriormente al Sistema de Administración Tributaria (SAT) del Gobierno federal; si tenemos vehículo necesitaremos gasolina y al llenar el tanque tenemos que pagar el IEPS.
El ISR ya sabemos que aparece como un descuento en el recibo de nómina, ya que es un impuesto sobre el ingreso. Son ríos y ríos de dinero que van a parar al gobierno federal, y que nosotros los pobres aportamos.
¿Nuestros impuestos están siendo bien utilizados por el Gobierno federal para impulsar el desarrollo de nuestro país, fomentando la inversión pública, creando empleos, infraestructura, impulsando la educación y la investigación científica, impulsando el deporte? Desgraciadamente la respuesta es, no. Lo que vemos es que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) los está utilizando para acrecentar y conservar el poder político, dando apoyos monetarios, especialmente a jóvenes y adultos mayores, para que llegado el momento voten por sus candidatos como aconteció en estas recientes elecciones.
El fin que persigue el gobierno de AMLO, con estos apoyos monetarios, no es resolver verdaderamente el problema de la pobreza en nuestro país, la cual se ha visto incrementada enormemente desde que tomó las riendas del gobierno, sino formar una gran base electoral que vote a favor de los candidatos de Morena en las distintas contiendas electorales. Al beneficiario del programa se le coacciona, directa o subliminalmente, para que vote en favor de este partido, ya que de lo contrario “perderán el beneficio”.
Es claro que la contienda electoral que acaba de pasar fue una elección de Estado. Esto es, porque el gobierno de la 4T utilizó todos los recursos, programas y demás medios que dispone para ganar a toda costa en las urnas ¡Ya nos podemos imaginar qué pasará en las elecciones del 2024! Se afinará la maquinaria electoral y se cobrará la factura a los que reciben apoyos económicos. Además de todos los mecanismos y medios legales e ilegales de que dispone el Estado.
Pero, y de todo esto, ¿Qué nos toca a los pobres? Tomar conciencia clara para no ser objeto de manipulación por parte de AMLO y su partido Morena. Debemos ver a fondo y claridad lo que sucede en nuestro país. No porque nos den una migaja económica, que no resuelve nuestro problema de pobreza, nos dejemos influir para votar por Morena. El dinero que se da en los programas como “Jóvenes Construyendo el Futuro”, “Becas Benito Juárez”, “Apoyos a Adultos Mayores”, y otros más; son dinero que todos los pobres aportamos con nuestro trabajo y esfuerzo. Sí, se debe dar apoyos a los sectores más vulnerables, pero lo que no se debe hacerse es un pérfido uso electoral de dichos programas, como lo hace el actual gobierno de la 4T.
Lo que se requiere es un gobierno de los pobres y para los pobres, que trabaje incasablemente por acabar con la injusta distribución de la riqueza de la que nace la pobreza y todos los demás males que aquejan a los millones y millones de pobres de México. Lo anterior sólo se logrará con una nueva clase política en el poder, comprometida con las mejores causas del pueblo mexicano.
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