El pueblo de Baja California, organizado en el Movimiento Antorchista, emprenderá una serie de manifestaciones en las oficinas de gobierno estatal y municipal, principalmente en los municipios de Tijuana y Mexicali, donde exigirán que a las familias se les dote del servicio público.
Este servicio, que es derecho de todos los mexicanos, es para muchos algo desconocido. En los ejidos del Valle de Mexicali, por ejemplo, hay quienes obtienen el recurso natural de los canales de riego cercanos, lo que provoca infecciones y enfermedades en muchos casos.
El acceso al agua, que es un derecho constitucional, se ha violado y muy pocos se han dispuesto a luchar por respetar este derecho, pero hoy el Movimiento Antorchista se pone a la cabeza para ese fin.
El acceso al agua, un derecho constitucional, ha sido violado, y pocos han luchado por hacer que se respete. Hoy, el Movimiento Antorchista se pone a la cabeza de esta exigencia para que el servicio llegue a todos los bajacalifornianos. No sólo porque pagan impuestos, sino porque es una necesidad fundamental que no puede seguir postergándose.
Otro caso preocupante es el de San Quintín, donde las familias deben pasar más de tres días sin agua potable. Cuando finalmente llega el servicio, el agua es salada o sucia, volviéndola inutilizable. Las consecuencias de esta situación son deplorables y es urgente que se mejore tanto en cantidad como en calidad.
Este lunes 3 de marzo, el antorchismo cachanilla se manifestará en las oficinas de la Comisión de Servicios Públicos del Estado para exigir que los mexicalenses reciban el servicio que les corresponde. La lucha por el derecho al agua potable es una demanda social que aglutina a miles de mexicanos, pero que solo Antorcha ha decidido encabezar con determinación.
Aunque los datos oficiales señalan que la cobertura de agua potable en Baja California es de 97.5 %, superando el promedio nacional, la realidad es distinta. En Tecate, la cobertura es de 87.4 %, pero en comunidades rurales de este municipio apenas alcanza el 46.1 %.
En Ensenada, el número de personas sin acceso al agua es aún mayor. El crecimiento poblacional ha provocado que cada día más ciudadanos carezcan de este servicio esencial.
La solución a este problema es simple: invertir en infraestructura. Se necesita que las políticas del gobierno federal impulsen la inversión de los propios gobiernos en este sector y que se creen condiciones para que los mexicanos vivan de manera más justa y equitativa.
Es indispensable que las políticas públicas se enfoquen en el pueblo y no solo en los sectores privilegiados que buscan perpetuar la explotación de los trabajadores.
Hoy expresamos nuestro apoyo total a los cachanillas en la defensa del agua potable, en la lucha por una vida más justa y por los derechos que nos corresponden. Que esta lucha continúe hasta su triunfo, porque de ello depende que el pueblo siga avanzando en la construcción de la nueva sociedad que todos anhelamos.
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