En estos días los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista realizan una impactante gira por algunos estados del sureste mexicano, ofreciendo a todo aquel que lo quiera disfrutar, un espectáculo cultural de calidad, fruto del trabajo arduo de estos jóvenes. Estamos hablando de más de cincuenta artistas en escena, quienes se han preparado con dedicación y verdadero amor al arte, y vienen a ofrecerlo, como dije, a todo el que lo quiera disfrutar, sin pedir nada a cambio.
Y no es porque no lo merezcan o por que la calidad de su espectáculo no lo valga y por eso lo regalen, sino que, muy al contrario, la calidad del espectáculo es elevada, es de un fino virtuosismo, que se ha logrado con años de preparación y entrenamiento que los ha llevado a los mejores escenarios del país tales como el Auditorio Nacional, el Estadio Azteca, el recinto de le Guelaguetza y los mejores teatros de todo el país.
Incluso se han presentado en el extranjero, en países como Francia, Alemania y Cuba, y en todos ellos han recibido la merecida calificación, el reconocimiento y el agradecimiento de los espectadores, ni más ni menos cual lo han recibido en las humildes colonias populares o localidades marginadas en las que también se han presentado, sin distinción ni duda, siempre con el mismo afán y entrega de ofrecer lo mejor de sus habilidades para gusto y disfrute de los espectadores. Y siempre de manera totalmente voluntaria.
Destaco la grandeza de la vocación y la entrega desinteresada de estos jóvenes artistas, porque ese reconocimiento es lo único que esperan y lo único que reciben a cambio de su abnegación, y porque esta disposición ni es poca cosa, ni es casualidad. Es el fruto de una destacada formación social, no solamente en las habilidades artísticas y el entrenamiento, sino en la comprensión del carácter universal de la cultura y de su fuerza liberadora cuando se realiza sin las máculas de la manipulación de las clases poderosas y del interés de la ganancia.
Es, demás uno de los más eficaces modos de lograr que las garantías sociales que establece nuestra constitución se haga realidad. Al pueblo se le niega el acceso a la cultura a pesar de que es un derecho y los encargados de hacerlo han abandonado al pueblo.
Nuestra Carta Magna, la misma que los funcionarios al tomar el poder juraron respetar y hacer respetar, establece la obligación del gobierno y de los funcionarios para promover la cultura. Dice en el artículo 4º, “Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación cultural.”
Y en su artículo 3° dice que “toda persona tiene derecho a la educación. El Estado -Federación, Estados, y Municipios- impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior”, y que “los planes y programas de estudio tendrán … una orientación integral, por lo que se incluirá el conocimiento de las ciencias y humanidades: … la educación física, el deporte, las artes…”
Es decir, el gobierno está obligado a garantizar el acceso al arte y a la cultura para todos y a garantizar la educación artística de nuestros hijos, porque el acceso a la cultura y las artes y la posibilidad de no solo disfrutarlas como espectador (o consumidor, como hoy se dice), sino de practicarlas, de ser un artista, de ejecutar alguna actividad cultural, requiere de personal calificado, planes y programas, instalaciones y equipamiento. Pero eso no solo no existe, sino que cada día hay menos disposición para resolver esta carencia y cumplir con el juramento que hicieron.
La Constitución dice que el gobierno está obligado a “promover los medios para la difusión y desarrollo de la cultura”, es decir, debe, entre otras cosas, influir en la currícula y planes de estudio de la educación artística, pagar maestros de educación artística, invertir recursos en instalaciones, auditorios, casas de cultura, equipamiento con instrumentos musicales, vestuarios, material y todo lo necesario para la formación integral de los niños mexicanos, y al no hacerlo viola la ley y atenta contra los derechos de nuestros hijos y de todos los mexicanos.
Además. el gobierno paga (o debería pagar) todo este menaje para la formación artística, con el dinero de todos los mexicanos. Se lo recuerdo, todos los mexicanos pagamos impuestos y de ahí sale el dinero que gasta el Presidente y todo el Gobierno.
¿Quiénes paganos impuestos? Todos, pero es precisamente la clase trabajadora, los más pobres, los que más impuestos pagan. Así, por ejemplo, en el año 2022, los ingresos programados del gobierno fueron de 7 billones 88 mil 250 millones de pesos, de estos el 72 por ciento lo ponen los pobres a través de los impuestos o con el trabajo de los obreros de las empresas estatales como Pemex y CFE y el consumo que de estos productos hacemos los mexicanos; el 15 por ciento lo ponen las empresas, los ricos; y el 13 por ciento lo pide prestado el gobierno, la famosa deuda externa que, ya ven, si creció con la 4T.
Si tomamos en cuenta que el impuesto que pagan las empresas sale en realidad del trabajo no pagado a los obreros, el que se apropian los empresarios por ser dueños de los medios de producción, este se debe sumar al monto que ponemos los pobres, resulta que los trabajadores aportamos el 87 por ciento de los ingresos; y como la deuda, tanto los intereses como el monto, la pagamos también los trabajadores, resulta que el 100 por ciento de los ingresos del gobierno los pone el pueblo pobre.
¿Con qué derecho o argumento el gobierno les niega a los estudiantes de una colonia o de una comunidad indígena un maestro de educación artística, recursos para construir y sostener una casa de estudiantes, o de cultura, para construir instalaciones, dotar material y todo lo que se necesita para su formación integral, incluida la formación cultural y artística?
No lo hay, el gobierno debería hacerse cargo de que los estudiantes reciban educación integral, que incluya el conocimiento de las artes. Pero no lo hace. Y esta omisión es vieja, desde el periodo posrevolucionario, peor aún en el neoliberal, y todavía más ahora con la llamada Cuarta Transformación que con la llamada austeridad republicana ha abandonado su responsabilidad.
Nosotros los antorchistas lo vemos claro y quisiéramos que todos los mexicanos lo vieran con esa misma claridad. Siempre hemos defendido que esa formación integral es necesaria no solamente para hacer artistas, sino para que educar y formar hombres y mujeres cabales, que se forjen como buenos ciudadanos, con una visión universal que los eleve encima de su realidad inmediata, los haga ver un mundo mejor, más justo, más equitativo, las vías y medios para llegar a él, y le construya el espíritu para desear y decidirse a lograrlo para él y sus seres queridos.
Por eso la promoción del gusto y la práctica de las actividades culturales y las artes, además del deporte y las ciencias, es fundamental en el trabajo que realizamos día y noche todos los antorchistas en todos los lugares en los que trabajamos.
Con ese mismo fin han surgido y se perfeccionan los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista, que hoy nos traen este regalo al sureste, y con este fin también se realiza toda la actividad cultural que promovemos los antorchistas en todo el país. Así de importante y trascendente es la labor de estos jóvenes, estos artistas hacen más por el arte y por el pueblo que toda la verborrea reaccionaria, que la demagogia oficial y que el oportunismo de la falsa izquierda.
Los invitamos a que disfruten de esta jornada cultural y a que se sumen, o por lo menos apoyen el esfuerzo que realizamos para promover el arte y la cultura. Luchar por todo esto es acertado, es legal y legítimo, y es moralmente correcto.
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