MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Maiceros lo confirman, AMLO es neoliberal

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Los agricultores de Sinaloa atraviesan una dura crisis que ha sido documentada por la prensa nacional: se trata de 27 mil productores que este 2023 cultivaron seis millones de toneladas de maíz  cuyos costos se han elevado por los fertilizantes más caros, desaparición del apoyo gubernamental a la comercialización, la falta de contratos que le dieran seguridad de que tendría precio y cantidad a la venta que le reportaran beneficios - y lo mismo para el comprador- créditos desfavorables, a tasas de interés elevadas y, entre otros factores, por si no fueran ya muchos, se apreció el tipo de cambio; se necesitan menos pesos para comprar un dólar y eso ha afectado a los maiceros.

El precio mundial del maíz se fija en la Bolsa de Valores de Chicago, que cotiza los precios a futuro de los granos en dólares; como ahora se dan menos pesos por dólar, apenas alcanza en estos días unos 5,300 pesos la tonelada de maíz dado un tipo de cambio de 17.17 pesos por dólar. Todo esto ocasionó que en mayo los productores de maíz sinaloenses, junto a los del trigo de Sonora principalmente estallaran protestas para pedir el rescate del gobierno federal pues al precio actual es inminente la quiebra de muchos productores que tienen costos de producción por arriba del precio actual de mercado.

Ante el reclamo, los gobiernos federal y estatal aseguraron, a regañadientes, mediante un costoso y hasta ahora poco eficiente esquema la compra de dos millones de toneladas de maíz (a 6,965 pesos la tonelada) que resolverían parte del problema.  Hasta ahora no se les ha pagado a quienes han entregado su mercancía y a muchos ni siquiera se les ha recibido el cargamento pues la falta de pago ha hecho que no circule el maíz a su destino final y por lo tanto están saturadas las bodegas.

Ahora, el nuevo riesgo es que se eche a perder el grano que no ha sido trillado pues ya vienen las lluvias. Como se ve, desastrosa la gestión gubernamental del problema agrícola. No hay que olvidar que “Los productores agrícolas de Sinaloa, desde febrero de este año 2023, propusieron al gobierno federal un apoyo de 1,000 pesos por tonelada, lo que habría dado un precio para el productor de 6,300 por tonelada aproximadamente, con un costo para el gobierno de 6,000 millones de pesos, al multiplicar los 1,000 pesos por los 6 millones de toneladas de producción sinaloense, lo cual hubiera solucionado el problema. (…) hoy al gobierno le costará 14 mil millones, y quedarán 4 millones de toneladas sin poder comercializarse. (eluniversal.com).

Estos cuatro millones de toneladas sin comprador ni precio favorable seguro, hicieron que arreciaran las protestas de los inconformes: tomaron por dos días el aeropuerto de Culiacán para exigir la intervención del presidente de la república; pero este les respondió como acostumbra: chantajistas, corruptos, oportunistas, es lo menos de lo que los acusó desde su tribuna mañanera. Dos horas después de tamaño agravio, desmoralizados, los agricultores aceptaron levantar su protesta y sentarse en total desventaja con el gobernador de Sinaloa; en la mesa con él hubo show incluido: un irreconocible Andrés Manuel López Obrador les ofreció “todo su apoyo” para comercializar su cosecha.

Al paso de los días, el efusivo ofrecimiento se tradujo en un decreto tardío que impuso un arancel del 50 por ciento a la importación de maíz blanco -cuando se ha importado a manos llenas en lo que va del año. “La Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa propuso la aplicación del impuesto para evitar la entrada del grano extranjero, pero la tardía ejecución de los gobiernos estatal y federal no garantiza la comercialización del maíz sinaloense. “Era en ese momento para evitar que entrara ese excedente de maíz que estaba entrando, el problema es que ya entró, ya lo tenemos aquí, ya para qué, tal vez sirva de algo, pero sí es un ‘ya para qué’ en la importación”, expresó Riveros Echavarría” quien es presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (noroeste.com).

El gobierno de AMLO con una visión errónea pretendió controlar el precio de la tortilla liberando las importaciones de maíz blanco desde enero de 2023; hoy ha quedado claro que fue un error porque se ha importado maíz blanco en grandes cantidades este año, y ni siquiera se contuvo el precio de la tortilla; México produce suficiente maíz blanco para abastecer la demanda nacional. Yerro tras yerro, el gobierno morenista tiene hoy contra las cuerdas a los maiceros sinaloenses. “En Sinaloa la agricultura representa alrededor de 11.9 por ciento de la economía estatal. Eso significa que cualquier cosa que le pase al campo va a impactar en los 18 municipios que conforman la entidad, dijo Samuel Sarmiento Gámez, analista en temas de agro precios”.

Y añade, “tan solo el trigo y el maíz representan 38,000 millones de pesos que entran a la economía del estado en tres meses que dura la cosecha y tiene efectos multiplicadores en el resto de los sectores. Por ello los efectos no se quedarán en los más de 27,000 productores de maíz y más de 6,000 de trigo, sino al resto de la economía. “Es efecto dominó adverso para la economía”. Y termina diciendo algunos de los efectos que puede acarrear a crisis: “Si los productores de maíz de esta región truenan, al año siguiente veremos kilos de tortilla de 40 o 45 pesos y en la Ciudad de México llega a 50, por los costos de flete, almacenamiento y demás”. Si Sinaloa no le aporta al país, esos seis millones de toneladas de maíz se generaría un problema grave en la economía, dijo. (eleconomista.com).

Tres lecciones podemos destacar de los acontecimientos: 1) la producción mundial debe hacerse con una planeación tal que se optimicen recursos y no haya ni faltantes ni excedentes; solo así podrán asegurarse el aprovechamiento pleno de las cosechas a un precio de mercado justo. Lejana socialización mundial de la producción pero que la humanidad deberá alcanzar algún día si quiere sobrevivir.  2) Con AMLO, a despecho de su discurso y de sus panegiristas, vivimos un neoliberalismo reforzado con agricultores dejados a su suerte, enfrentados a una crisis que no tendrá otro fin que la ruina de miles de maiceros, centralización de los capitales y continuación de la tendencia al monopolio de la producción agrícola: neoliberalismo puro y duro. 3) La táctica de grupo para ganar las demandas de los atropellados por la arbitrariedad morenista no debe basarse en el aislamiento de los demás grupos maltratados, pues así está condenada al fracaso: ya muchos ejemplos de ello tenemos.

Más nos vale unirnos, pues de otra manera seguiremos siendo víctimas seguras del abuso, concentración de poder y violación a las leyes desde Palacio Nacional; la unidad de los trabajadores es hoy indispensable para revertir la ruina masiva a que hoy asistimos.

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