Ser pobre, señor, es irse quebrando como cualquier ladrillo muy pesado. Así somos los pobres, ni quien nos mire y todos nos pasan por encima: Elena Garro
En Medellín de Bravo, uno de cada 5 habitantes tiene viviendas de mala calidad. Datos retomados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reporta que cerca del 30 por ciento de la población tiene carencia alimentaria, más o menos, unos 18 mil habitantes.
De acuerdo con el "índice básico de las ciudades prósperas" elaborado en 2016 por el INFONAVIT en colaboración con ONU-Habitat, a pesar de tener una tasa de ocupación económica superior a 97.2 por ciento, y tener la segunda tasa de desempleo abierto más baja de la aglomeración urbana (2.8 por ciento) (Boca del Río y Veracruz), el municipio registra que una alta proporción de su población (25.1 por ciento) percibe menos de dos veces el salario mínimo diario. Dicho en otras palabras, el ser proveedor de mano de obra para sus municipios vecinos no le garantiza tener salarios bien pagados: uno de cada cuatro trabajadores gana apenas para no morirse de hambre.
Medellín es una ciudad en crecimiento poblacional por la estrecha relación con el mercado que genera la actividad portuaria. Pero, como vemos, esta explosión en el crecimiento urbano no se corresponde con el desarrollo social, es más, el atraso se agrava. La obra pública de alto impacto, en los últimos años, que han hecho la federación y el gobierno estatal es más bien simbólica. Lo peor: el presupuesto federal, el ramo 023, desde el cual podrían emprenderse obras para mitigar la marginación ha perdido su impacto y sólo existe como membrete porque desfondado está. El alcalde, cuando fue recién aprobado el presupuesto, reclamaba que la partida que le corresponde a su municipio era insuficiente y tendía a disminuir.
Ahora bien, las actividades de transformación (fábricas) y de servicios (turismo,hotelería, comercio, etc.) acaparan el 88 por ciento de los trabajadores medellinenses; esta proporción mide el impacto generado por la cuarentena preventiva: casi 9 de cada 10 trabajadores pueden ser muy afectados económicamente por la cuarentena.
Es importante destacar, en suma, que la situación era adversa para el habitante de este municipio antes de la epidemia y que no daba visos de mejorar desde que Morena tomó el poder en el Estado y en la Federación. El estilo de gobernar de Andrés Manuel López Obrador es excesivamente centralista, en consonancia con su campaña electoral, todos los demás orbitan en torno a su figura y a sus decisiones, varias de ellas, por cierto, equivocadas. En el presupuesto federal, aprobado en noviembre del año pasado, quitó capacidad de acción a muchas alcaldías e incluso a diputaciones federales. Aunado a ello destaquemos que a más de un año de gobierno la economía se precipitaba al estancamiento, tan sólo, y por decir algo, en el primer trimestre de este año el desempleo aumentó.
Ante este vacío de política favorable a los sectores populares (en la realidad y no en el discurso) muchos políticos de la oposición tienen la oportunidad para demostrar, aun con las condiciones adversas que hemos descrito y sin demagogia ni oportunismo, que hacer política diferente es posible
En ese entendido el antorchismo en Medellín de Bravo, como en todos lados, entabló peticiones sensatas, pero no menos urgentes que coadyuvan al combate a la pobreza en este municipio. Todas las solicitudes dentro del marco de la ley; y huelga decir que no se trata de demandas donde los activistas sean los intermediarios. Se tratan de peticiones de obra pública, fundamentalmente del tipo de introducción de red de agua potable y arreglo de caminos y accesos. De ello consta nuestro pliego petitorio que es público y la acción de entrega de algunos apoyos hecha por el personal del Ayuntamiento y por el propio alcalde.
Sin embargo, ante la urgencia que implica atender a la población y respaldado por las cifras aquí vertidas, en tiempos de pandemia, la presidencia municipal no ha actuado con contundencia. Hace dos semanas ya que hemos requerido de su ayuda para que los antorchistas, y todo habitante que así lo requiera, reciban una despensa alimenticia periódica con la cual paliar su necesidad; pero hasta el momento no hemos recibido respuesta alguna.
De confirmarse el abandono, sería lamentable igualar la política de Polo Deschamps, alcalde panista de este municipio, con la de Cuitláhuac García. Este último, por cierto, ha presentado un plan con un radio raquítico de acción. Ni de lejos tocó, la asistencia alimentaria, el aplazamiento o el subsidio en los pagos a servicios públicos como energía eléctrica o de agua potable o algún seguro de desempleo. Cuitláhuac tartamudeó dos o tres acciones, pero la gente no sintió ningún respaldo efectivo. Al grado de decir: no sirve de nada tener o no gobernador.
Por ello, reiteramos, a la administración que encabeza Polo Deschamps y donde colabora activamente Gabriel Cárdenas, jefe de gabinete, las acciones de asistencia requieren de inteligencia política que se traduzca en respaldo efectivo a las clases trabajadoras. No sólo por sensibilidad humana, sino porque el incremento de las carencias básicas desata abruptamente el desequilibrio social, la violencia, la delincuencia y la rebelión. Aún estamos a tiempo. Vale.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario