A cuatro días de ocurrida la peor tragedia en los 52 años del Metro de la Ciudad de México, el presidente López Obrador, a la pregunta de reporteros en su mañanera del por qué no se presentaba en el lugar del accidente donde habían perecido 26 humildes mexicanos, y por qué no visitaba en los hospitales a los 79 heridos, muchos de ellos graves, estalló sumamente molesto “¡Al carajo!”, dijo.
Rechazó también enérgicamente que fuera su política de austeridad presupuestal promovida por su administración la causa del mortal accidente del Metro. Afirmó a toda voz que el sistema del metro tiene recursos suficientes autorizados por el congreso capitalino. Su violenta respuesta “¡Al carajo!”, siguen diciendo los medios, es la mejor muestra del desprecio que siente por las víctimas que lo sacan de quicio y distraen en su abierta y anticonstitucional campaña pública para imponer a Morena en las elecciones de junio.
El periodista Héctor de Mauleón dice, (El Universal 10 de mayo de 2021), según demuestra la Cuenta Pública de la Ciudad de México, el presupuesto del Metro disminuyó de 2019 a 2020 en mil 572 millones de pesos menos. Y sigue el periodista: “la línea de responsabilidad política en la tragedia está claramentetrazada”. Si, la línea de responsabilidad apunta directamente al presidente López Obrador por su “política de austeridad” que ha recortado recursos económicos necesarios para el funcionamiento de organismos públicos como el Metro de la ciudad. Aquí está la causa de esta tragedia. Como muchas otras, entre las que sobresale, el descontrol en el combate a la pandemia de covid-19 con la muerte de 220 mil mexicanos, según el subregistro oficial, por el criminal recorte a los gastos de salud de la población.
López Obrador y funcionarios (Claudia Sheinbaum, por omisión) niegan, que la austeridad sea la razón fundamental de las grandes tragedias que tenemos. El presidente le seguirá metiendo tijera a los servicios esenciales de la gente en la otra mitad sexenio que le queda, y continuará con despidos de sus empleados empeorando las funciones de su gobierno.
Seguirán las inundaciones como en Tabasco, la impunidad por los asesinados del crimen organizado como el de los tres hermanos jóvenes en Jalisco, hechos que están generando indignación. Esto son los resultados del presidente López Obrador, quién dice y repite “que gobierna no para los ricos sino para los pobres”. El pueblo que sostiene económicamente con sus impuestos al régimen de Morena en el país se siente ofendido. “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre” es una de las frases favoritas de su demagogia y con la que justifica su política de recortes a los presupuestos de las Secretarías de Estado, a los presupuestos de los gobiernos estatales y a los municipios en toda la república, todo lo completa con su ineficaz tan traída y llevada política “anticorrupción” de la cual no vemos a estas fechas ni resultados ni beneficios.
Causa dolor, tristeza por todas las víctimas de este suceso. La población se encuentra consternada. Esta administración, el gobierno de Morena, ha fracasado rotundamente en el manejo de un país grande en número de habitantes, con monumentales problemas de décadas a resolver, que tienen su origen en la injusta distribución de la riqueza social, causa fundamental del incremento de la pobreza entre su población trabajadora.
Afortunadamente en muchos lugares del país, la población comienza a reaccionar e inconformarse por un destino por el cual no votó en 2018. Quería un cambio radical en su situación y se equivocó con Morena. Los pueblos aprenden de sus fracasos. Hoy nuestro país es visto por los otros del planeta con preocupación, lamentos y conmiseración de desastres que pudieron evitarse. México está gravemente enfermo y debemos salvarlo. Reflexiona tu voto. No votes por la ineptitud, por la austeridad absurda que está provocando muertes, este 6 de junio todos debemos promover el voto consciente y responsable.
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