A tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la realidad ha demostrado que vamos en retroceso, cero apoyos para la clase trabajadora, por más que le busquemos, el cambio que prometió no llega, y lo que se ve, es que no hay ninguna intención de mejorar el desarrollo social y económico en favor de nuestro país y mucho menos para la clase pobre, hasta el momento ningún partido, ni el actual, ha obligado a las grandes empresas y patrones a garantizar trabajo bien pagado, salarios justos y condiciones laborales óptimas para los obreros, al contrario se les explota al máximo y esto ha provocado la inconformidad de muchos trabajadores, quienes ya no están dispuestos a soportar tantas injusticias y, haciendo usos de sus derechos constitucionales, se han organizado, denuncian y protestan.
Como resultado, en vez de respuesta adecuada a sus demandas, reciben represión y cárcel por parte del poder, y la traición de los oportunistas que no están dispuestos a luchar o se conforman con ser explotados, no olvidemos los hechos ocurrido en Tabasco y Oaxaca, los trabajadores de la refinería de Dos Bocas en el municipio de Paraíso, realizaron un paro laboral en donde exigían, salarios justos y mejores condiciones laborales; y en Oaxaca el personal de la salud pide la reinstalación de 500 trabajadores (enfermera y doctores) despedidos injustamente defendiendo sus derechos laborales se plantaron en el palacio de gobierno, exigiendo la intervención del mandatario estatal. En ambos casos fueron desalojados brutalmente, y callados con cárcel y golpes, estos hechos han demostrado que este gobierno simulador, prefirió proteger los intereses de los poderosos, y a los trabajadores les mandó todo el peso de la ley, para no permitir la lucha de los obreros. ¿Dónde quedo la promesa de AMLO de proteger primero los pobres? Prometió mejores salario y trabajos para todos y hasta el momento no hay avances, y si lo hay, para unos cuantos empresarios, encargados de sus mega proyectos.
Tengamos en cuenta que nuestro país cuenta con grandes riquezas naturales: hierro, minerales, petróleo, bosques, tierras aptas para el cultivo y la ganadería, mares ricos en especies marinas y yacimientos de energéticos, suficientes para el crecimientos y desarrollo de nuestra patria. Somos mexicanos con capacidades físicas y mentales suficientes, que podemos producir y generar riquezas que nos permitan una vida digna para todos, siempre y cuando haya una justa distribución de ellas, sin necesidad de depender del extranjero ni de la caridad de los poderosos. Pero es necesario entender que estas riquezas no se podrían transformar sin el trabajo del hombre, las máquinas de las grandes empresas no sirven de nada, por más sofisticadas que sean, sin el trabajo de la clase trabajadora. ¿Los trabajadores no merecemos trabajo bien remunerado, vivienda digna, alimentación, descanso, y educación entre las principales? Claro que sí lo merecemos, pero el sistema no nos lo quiere dar, con la complicidad de quienes nos han gobernado y supuestamente deberían cuidarnos a todos.
Y no es diferente con el actual gobierno, la realidad ha demostrado que es igual o peor que los anteriores, toda vez que se han dedicado acaparar el poder y mal administrar el dinero de nuestros impuestos, lo concentra y se lo malgasta en sus mega proyectos, en sus “programas sociales” mañosamente electoreros que no generan desarrollo social, y en salarios de sus funcionarios y diputados quienes son títeres morenistas, que solo sirven para alzar el dedo y aprobar los recursos del PEF basados en los capricho de López obrador, quien con esa actitud, prepotente, dictatorial y autoritaria, no permite una mejoría real para toda la ciudadanía y menos para los pobres.
AMLO todo lo explica como resultado de la corrupción y prometió acabar con ella, pero resulta que los primeros malos ejemplos son sus allegados y familiares, se gastaron 50 millones en la consulta popular, para enjuiciar a los expresidentes y resultó una burla, por que al final de cuenta salió con la teoría de que él no guarda rencores y los perdonó, haciendo pactos con ellos, para evitar sean llevados a la cárcel. Entonces, ¿para qué hizo perder dinero y tiempo a la gente que asistió a su dichosa consulta?, todo ha sido burla y entretenimiento para adormecer a los mexicanos (no olvidemos que el avión ni se vendió ni se rifó), que aún creen en las buenas intenciones de MORENA y su fundador. Los programas sociales que encabeza AMLO, solo han servido para beneficiar una minoría, mientras la mayoría seguimos viviendo en la pobreza y con grandes dificultades (no olvidemos que con López Obrador aumentó en más de 5 millones el número de nuevos pobres).
Teniendo en cuenta todo lo que está pasando, ha llegado el momento de levantarnos, llegar a todos los rincones del país, para llevar el mensaje de nuestra organización, que sí sabe cuál es el verdadero problema y lo que debemos hacer para resolverlo, debemos dar conocer a todos nuestro proyecto de nación, es necesaria una nueva conciencia que permita construir un país nuevo, prospero, y fuerte, pero también justo y digno. No permitamos que los gobiernos nos sigan engañando, como el actual, con programas asistencialistas que solo sirven para sembrarnos en nuestra cabeza y alma la resignación de seguir recibiendo las migajas del poderoso, que no resuelven los problemas de fondo, seguimos siendo obreros y campesinos ignorantes, enfermos, mal comidos y cansados, es necesario llenarnos de entusiasmo orgullo y ponernos a luchar, estamos a tiempo de detener este gobierno que nos está llevando al sufrimiento y al dolor. No nos conformemos con migajas, cuando realmente merecemos más, porque nosotros somos quienes generamos la riqueza en el país y es justo que nos den una parte a través de una vida digna para todos.
Mientras llega el momento, los antorchistas cumplamos la tarea del 1x1x1, llevemos el mensaje del Maestro Aquiles Córdova Moran a las fábricas, a las escuelas, al campo y a los hogares de los colonos, con orgullo sigamos defiendo nuestra bandera Antorchista y sigamos luchando por nuestras demandas urgentes, sin emocionarnos tanto ni conformarnos con estos logros, que son necesarios a corto plazo y resuelven una mínima parte de nuestro bienestar, pero no resuelven el problema en su totalidad, nuestra tarea además es proponernos metas visibles y concretas para construir un país nuevo, prospero, fuerte, justo y digno para todos. ¿Quien dijo que no se puede?
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