Ya casi se cumplen tres años de que Morena llegó al poder de la República, haciendo creer a los mexicanos que cuando se sentaran todos sus funcionarios en la silla presidencial sus tristezas y sinsabores desaparecerían. Se prometió mucho: como justicia, bienestar y combate a la corrupción, que ayudarían en gran medida.
Desde los primeros días de que Morena con López Obrador a la cabeza tomó la investidura presidencial como presidente de la República, solo se ha visto reflejado en su rostro su aversión a todo lo bueno del pasado, y por este empecinamiento muchas obras y servicios han sido destruidos, dejando a su suerte a millones de compatriotas que se debaten en la triste pobreza. Hoy la pobreza, la inseguridad y el desempleo nos azotan como un flagelo social, que afecta a millones de mexicanos que sufren día a día porque México se está convirtiendo en un país sin ley ni orden.
A pesar de todo el daño vertido en el pueblo mexicano, los funcionarios morenistas, sin una pizca de vergüenza y en especial el señor López, parecen no entender la magnitud de sus necesidades, o simplemente se burlan y desconocen tales daños. El presidente de la República siempre muestra una sonrisa que más bien parece de burla, a pesar de que México se cae a pedazos. Por lo que la pregunta obligada es que si López goza de sus facultades mentales a cabalidad o si el largo esfuerzo impreso en sus casi 20 años de campana le atrofiaron las pocas neuronas.
Los discursos de los funcionarios como el de Mario Delgado, presidente de Morena, son una pena porque están llenos de falsedades. Este señor se atreve a salir en cadena nacional para promocionar a su partido y nuevamente tratar de engañar a los votantes,
Las palabras huecas del señor presidente solo tratan de engañar a los mexicanos, y con su discurso barato y facilón siempre dice que las cosas cambiarán para bien, que el tan ansiado cambio está en marcha.
Pero, pues, han transcurrido casi tres años de este gobierno y en todo este tiempo, la 4T pareciera que le tiene un profundo odio a los más pobres, a aquellos que juró defender y respetar por sobre todas las cosas.
Un gobierno progresista es lo que los mexicanos necesitamos, porque el gobierno sufre el ser gobernado por un dictadorzuelo y por sus secuaces, que se han convertido en focas aplaudidoras, que solo saben festejar todo lo malo que hace el presidente de la república.
Con ello queda demostrado que ni Morena ni sus miembros van a poder sacar a México del abismo, al contrario, le van metiendo el pie para que el mal se acelere y no haya posibilidades de enderezar el barco.
Por todas estas razones, te exhortamos a verdaderamente analizar tu voto el próximo 6 de junio y ver qué país le quieres dejar a las pequeñas generaciones.
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