Atravesamos por una situación muy complicada en México, por un lado, una serie de problemas que nos aquejan y por otro un gobierno que parece que vive en un mundo paralelo en el que a todos ve muy felices y no alcanza a percibir que los mexicanos sufren la grave crisis económica, social, política y seguridad que los golpea en el rostro y les muestra la realidad desnuda, trágica y cruda.
Hace unos días el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó su segundo informe de gobierno, y en él comentó lo que todos esperábamos desgraciadamente, que vamos bien, que su gobierno ha dado resultados tangibles que pueden verse plasmados en el bienestar de la gente y su felicidad constante; una mañanera más que no cambió en nada el formato, tal vez solo en los invitados donde se tuvo a altos funcionarios de la política que escucharon por indicación el hueco informe de su jefe.
Sin embargo, es necesario por salud mental que analicemos si el presidente de la república dijo la verdad o solo fue una porción de atole con el dedo más para calmar las aguas que casi se desbordan.En recientes estudios de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, señaló que en este momento más de 76 millones de mexicanos se encuentran en pobreza por ingresos, es decir 15 millones 779 mil más que hace dos años, cuando López Obrador tomó las riendas del país y que por la pandemia de covid-19 y las crisis económicas que se vive, se sumaron a la pobreza 16 millones de personas más.
Estas cifras son verdaderamente escalofriantes, porque en vez de irse abatiendo la pobreza, esta se va incrementando, por lo que hoy los resultados están muy lejanos a lo que AMLO prometía en campaña con su lema de "primero los pobres", ahora ya nos quedó claro para qué quería que los pobres fueran primero, para lanzarlos a más pobreza y marginación por lo visto.
Se sabe además que, a finales de 2018 a junio de 2020, la pobreza laboral se incrementó de 39 por ciento a 49 por ciento, es decir, 61 millones 466 mil personas carecen de ingreso laboral suficiente para llevar alimento a sus familias.
Para López Obrador su gobierno está basado en los apoyos monetarios, pero está plenamente comprobado que no todos los mexicanos los reciben, y quienes sí, se le condiciona a cambio del amplio apoyo que pudieran darle al partido Morena que está en el poder.O sea, que se está violando flagrantemente la Constitución Mexicana al estar utilizado los recursos públicos con fines electoreros, además de que estos no resuelven en nada la grave situación de pobreza que padecen millones de mexicanos y que cada día se recrudece más.
La testarudez, la poca visión política y desconocimiento de la economía que padece el mandatario nacional, está llevando a México a una terrible crisis de la que será muy difícil levantarse, porque el fondo que la está causando es difícil de combatir.
López Obrador también aseguró que acabaría con la corrupción y según ha centrado su gobierno en el combate de la misma, incluso su segundo informe de gobierno lo inició en esos términos, pero lo real es que ni la ha acabado, ni la acabará, porque la corrupción en su gobierno se ha elevado, ya que muchos de los que integran su gabinete de gobierno son unos reyes en practicar actos de corrupción comprobados y sin la menor vergüenza, por lo que debería de ocuparse por los problemas más graves que afectan al país como la pobreza, sin embargo, su poder lo utiliza para luchar contra quienes considera sus adversarios y que se oponen a que el poder se siga concentrando en un solo hombre, eso le afecta y trata de aplastar con todo lo que esté a su alcance a quien se le enfrenta y pone al descubierto su desacuerdo con la forma como está conduciendo al país.
Ojalá que este señor dejara de lado sus odios y traumas y realmente se pusiera a trabajar en pro de los que más lo necesitan en el país, si no urge un cambio de gobierno.
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