Nicolás Romero, México.- La miseria que se vive en todo el país es consecuencia directa del sistema económico en el que vivimos, solo basta entender que hay una concentración excesiva de la riqueza social que deja a millones de mexicanos sin la posibilidad de sobrevivir, de alimentarse de forma digna, de acceder a los servicios de salud o de tener una educación de calidad, así lo aseguró Héctor Javier Álvarez Ortiz, dirigente del Movimiento Antorchista en el noroeste mexiquense.
Reiteró que, de acuerdo con especialistas en el tema de pobreza, México cuenta con más de 100 millones de pobres, situación que dista mucho de los números oficiales que maneja el gobierno federal y organismos como el INEGI. “México es un país pobre, porque hay niños que mueren de hambre, hay familias que no tienen que comer mientras unos pocos privilegiados que concentran la riqueza social producida por los trabajadores son los que se ponen en la cima del sistema. Julio Boltvinik economista del Colegio de México ya ha demostrado que nuestro país vive una pobreza mayor a la oficial con más de 100 millones de pobres”.
El dirigente social explicó que la única forma de erradicar progresivamente la miseria en México es cambiar el modelo económico mediante la generación de empleos para todos, la asignación de salarios justos, así como la redistribución del gasto social dirigido a los que menos tienen, además de una política fiscal que obligue a las grandes empresas a pagar impuestos. “La única forma para erradicar la pobreza en nuestro país es cambiando el modelo económico, no hay otra solución. Por ello es importante que la ciudadanía tenga conciencia social y se involucre en la política. Para que todos empujemos hacia la misma dirección y cambiemos el sistema económico debemos saber cómo funciona el país, qué decide el gobierno y cómo va el rumbo de las cosas”.
Sobre el papel del actual gobierno federal al atender la situación de pobreza en el país, Álvarez Ortiz detalló que no hay un proyecto claro pues todo se ha quedado en simple demagogia debido a que los problemas no se atienden de manera estructural sino que se sirven de paliativos para mantener distraída a los mexicanos sobre las verdaderas soluciones que necesita el país.
“La 4t no es ninguna transformación y tampoco tiene como prioridad al pueblo mexicano. Su discurso y sus bases distan mucho de una preocupación honesta por el bienestar de los que menos tienen. En el sector salud ha dejado a miles de enfermos morir por falta de medicamentos, en la cuestión de obra pública ha dejado de lado miles de beneficios para familias pobre que se realizaban a través del Ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación, y ni hablar de la cuestión de los desastres naturales donde se ha reducido el presupuesto asignado a la atención de millones de familias que han tenido la desgracia de perderlo todo por los desastres naturales”.
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