MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Morena, decadencia de la clase política mexicana

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El resultado del proceso electoral del 6 de junio manifiesta múltiples aristas para analizar lo que se espera para los siguientes tiempos en el escenario político, económico y social de nuestro entorno nacional, estatal y municipal. Al respecto, partimos con que en el panorama nacional la coalición “Juntos Haremos Historia”, encabezado por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ganó 11 de las 15 gubernaturas disputadas en este proceso, con lo que una vez que estos tomen posesión de sus cargos este instituto político tendrá la titularidad del gobierno de 17 entidades federativas, mientras que el PAN en ocho entidades, el PRI en cuatro entidades, el Movimiento Ciudadano en dos entidades y el PVEM en uno.

Recordemos también que derivado de la elección de julio del 2018 la Cámara de Diputados quedó integrada con una mayoría absoluta de la alianza Juntos Haremos Historia con 308 de los 500 diputados que integran dicha Cámara, correspondiendo 191 diputados a Morena, 61 diputados al PT y 56 diputados al extinto PES; mientras que la alianza Por México al Frente obtuvo 129 curules de los cuales 81 fueron del PAN, 27 de Movimiento Ciudadano, y 21 de PRD; y por su parte la alianza Todos por México obtuvo 63 curules de los cuales 45 fueron del PRI, 16 del PVEM y 2 del Panal. No obstante, cabe resaltar que en la reciente elección la fuerza legislativa del bloque oficialista encabezado por Morena disminuyó 53 diputados, perdiendo la mayoría absoluta, aunque sigue siendo la principal fuerza política.

Por otra parte, conforme los resultados de la reciente elección en Quintana Roo de las 2,280 actas de escrutinio y cómputo de elección para H. Ayuntamientos dieron como resultado una suma de 585, 095 votos totales. En este sentido, de los 11 Ayuntamientos en disputa: 7 fueron para la coalición (Verde, PT, Morena, Mas) con una suma de 230, 215 votos que equivalen al 39.3 por ciento de los votos totales emitidos; 3 para la coalición (PAN, PRI, PRD, Confianza) con una suma de 108, 377 votos que equivalen al 18.5 por ciento de la votación total; y 1 para Morena con una votación de 8,101 votos que equivalen al 1.3 por ciento de la votación.

Asimismo, para el caso particular del H. Ayuntamiento de Othón P. Blanco en esta elección resultaron un total de 79,533 votos emitidos de los cuales 75,507 (94.9%) fueron votos acumulables válidos, de los que la alianza integrada por los partidos: Verde, PT, Morena y MAS obtuvieron 29,910 votos equivalente al 37.6 por ciento de la votación total; mientras que la alianza conformada por los partidos: PAN, PRI, PRD, Confianza obtuvieron 21,349 equivalentes al 26.8 por ciento.

Derivado de lo anterior se hace evidente que a pesar de las fallas, incompetencias e incongruencias de los gobiernos de los diferentes órdenes, ya sean federal, estatal o municipal, pero que son análogos al partido oficial actual (Morena), estas no impactaron en los resultados electorales como se esperaba por varios analistas, los cuales consideraron que se iba a concretar un castigo manifestado por la voluntad ciudadana mediante el sufragio electoral, situación que no ocurrió.

Al respecto es oportuno reflexionar y cuestionar ¿por qué?, pese a las expectativas insatisfechas, promesas incumplidas y errores fatales del ejercicio de la administración pública y del poder, entre los que se ha desarrollado la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, y con lo cual no han podido contribuir eficazmente a la solución de los principales problemas del país como son la inseguridad, el desempleo, la inmensa desigualdad, las condiciones de pobreza y la corrupción entre las que viven principalmente la población más vulnerable y que afecta a todos los ciudadanos en general, sea de la clase que sea.

Esta situación sugiere, considerando que de las más de 93 millones de personas que pudieron ejercer el voto, no olvidando que el porcentaje de participación fue de entre el 51.7 y 52.5 por ciento de la lista nominal total, según lo informado por el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova; gran parte del electorado que participó en este proceso no asoció los resultados de la actual administración del presidente López Obrador y de su partido, a los efectos del ejercicio de su poder y las consecuencias en la vida económica y política del país, ni de su gran responsabilidad ante las tragedias de la Línea 12 del metro y el mal manejo de la pandemia, entre otros sucesos, toda vez que se puede apreciar que actualmente los indicadores de aprobación del presidente se sostienen entre el 56.3 y 64.5 por ciento según algunas encuestadoras como Consulta Mitofsky.

Ante esto, nos planteamos el siguiente cuestionamiento, ¿de dónde se sostiene esta evidente inmunidad del presidente López Obrador, la que, pese a los irrefutables desaciertos y falta de resultados sustanciales de su gobierno, se sostenga con una aceptación considerable? En este sentido, me adhiero a la perspectiva expresada por el Centro Mexicano de Estudios Económicos Sociales (Cemees), donde se argumenta que hay dos factores que ayudan a explicar este fenómeno: por un lado, las profundas consecuencias socioeconómicas del modelo neoliberal y, por el otro, nuestra decadente clase política.

Lo anterior, tomando en consideración el categórico rechazo del modelo neoliberal, representado por los partidos tradicionales (PAN y PRI) que se concretizó en la elección presidencial del 2018 después de 35 años de la vigencia de un modelo económico que ocasionó pobreza, desigualdad y vulnerabilidad del pueblo mexicano, quien encontró en las propuestas, el partido y la persona de López Obrador, una “atractiva alternativa”. Al respecto, recordemos que el discurso en campaña de López Obrador se basó en el discurso de un proyecto “antineoliberal”, sostenido con un diagnóstico de la situación nacional con el que se identificó la gran masa popular del país, la clase media y las organizaciones de izquierda, aunque desde aquel entonces se advertían críticas a las formas y los métodos propuestos para la implementación de dicho proyecto, que pretendía corregir mediante una purificación moral del país, una realidad nacional plagada de injusticia y corrupción.

Sin embargo, una vez ya instalados en el poder, la administración de López Obrador y su proyecto de “regeneración nacional” no han sido capaces de combatir exitosamente al modelo neoliberal como tanto lo anunciaron, sino que terminaron por agudizar y profundizar las consecuencias negativas generadas por ese modelo al implementarlo con torpeza, no obstante, no han sido capaces de asumir las consecuencias de sus irresponsabilidades.

Por otra parte, encontramos en México una clase política decadente, toda vez que los otros partidos tradicionales existentes (PAN, PRI, PRD, MC, etc.) han sido incapaces de construir una propuesta política que impacte positivamente en el pueblo; ya que siguen estancados en las consecuencias políticas acarreadas por la implementación de las políticas neoliberales, por tal motivo, las propuestas y críticas que hace estos partidos y sus políticos no logran convencer a los votantes ya que no gozan de consistencia moral y tampoco tienen una propuesta de país que ponga el bienestar social de los mexicanos como el eje principal de desarrollo. En este sentido, va a resultar difícil que el pueblo mexicano abandone la esperanza que le generó la llegada de Morena al poder si a cambio de ello se le ofrece elegir a los mismos que siguen planteando reiteradamente el ya caduco modelo neoliberal y sus anticuadas políticas económicas. 

En esta situación la falta de educación política y organización del pueblo mexicano, principalmente de las masas populares, de tal forma que les permita tomar una conciencia más plena de la realidad de los acontecimientos y que organizadamente participen activa, comprometida y críticamente en la vida política del país, con acciones que hagan posible construir verdaderas alternativas políticas congruentes y eficientes, con un definido compromiso real de combate de la pobreza y de garantizar el bienestar del pueblo, con la inteligencia y capacidad para generar las condiciones para que esto sea realizable, éste es el gran reto de los mexicanos y es la opción que ha asumido el Movimiento Antorchista Nacional con el pueblo de México, por lo que los antorchistas siguen trabajando día a día para consolidar el ideario de esta noble organización.

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