Lastimado en el aspecto de la salud se encuentra México, donde millones de compatriotas han debido padecer de lo más necesario para su curación, donde se han eliminado los lugares que las clases más necesitadas tenían antes de la llegada de la cuarta transformación para curar sus males, esos males curables o incurables que bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador no significan nada, después de observarse mucho más preocupado por mantener el poder político del país, que pugna por el bienestar de sus compatriotas.
Porque mientras él está bien, todo lo demás debe estar bien, frase lapidaria que desde su llegada al poder ha esgrimido López Obrador bajo sus acostumbradas mañaneras, quien a pesar de ello, abandono a los pobres, después que afirmara que ellos serían prioridad en su administración, cosa que únicamente se puede observar en su discurso populista, porque en la realidad, ha acrecentado la miseria en el país, en un lento genocidio que debe ser considerado de lesa humanidad, donde no hay servicios médicos ni medicamentos para los que hoy se encuentran desamparados.
Muy pronto terminará el mandato del promotor de la llamada Cuarta Transformación (4T) y con él se irán los garrafales errores cometidos, pasando a la historia como el peor presidente que se ha tenido en México, por el simple hecho de haber condenado a los mexicanos a no contar con servicios médicos, ni hospitales adecuados, mucho menos con los medicamentos que necesitan todos aquellos que padecen enfermedades graves, como cáncer, diabetes y demás.
De acuerdo al escritor Luis Berman hace la comparación de los anteriores gobiernos del Partido Revolucionario Institucional y del Partido Acción Nacional -sin justificar sus errores y abusos- con el actual gobierno emanado del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y revela que es una realidad y con datos de un informe sobre medicio?n de pobreza del Consejo Nacional de Evaluacio?n de la Poli?tica de Desarrollo Social (Coneval) durante los dos primeros an?os del sexenio de la auto nombrada 4T, cuando algu?n ciudadano enfermo? y busco? atencio?n me?dica en instituciones pu?blicas en ese periodo de tiempo, se topo? con que hubo una respuesta notablemente peor que en administraciones anteriores.
De acuerdo con ese informe, la atencio?n me?dica en instituciones pu?blicas bajo? de 22.3 millones en 2018 a 13.8 millones dos an?os despue?s en 2020. Un dra?stico 38 por ciento durante los primeros an?os de gobierno morenista.
La consecuencia fue que ma?s ciudadanos acudieron a servicios de salud privados, como a los consultorios adjuntos a las farmacias, donde la consulta me?dica es significativamente econo?mica. Asi? mismo, donde hubo una notable disminucio?n de atencio?n me?dica fue en las zonas rurales del pai?s, donde para nadie es ajeno, que ahi? es donde se concentran los ma?s altos niveles de pobreza.
El Inegi ha documentado el gasto del ciudadano promedio en salud que aumento? entre las familias y peor au?n, durante la pandemia, cuando el sector salud debi?a ser una prioridad, lo que evidencia la vulnerabilidad de la poblacio?n sin acceso a los servicios de salud. Y de nueva cuenta, los ma?s afectados son quienes navegan en la pobreza.
Uno de los grandes absurdos de la actual administración Lopezobradorista, fue el haber desaparecido el Seguro Popular para sustituirlo por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) lo cual fue un rotundo desastre ya que supuestamente de esa forma se aseguraría el acceso a servicios de salud para todos los mexicanos en lo que se dio por llamar “cobertura universal” con un evidente fracaso, en una mentira absoluta esgrimida por el propio mandatario mexicano que ha dado al traste con el incremento de muertes por enfermedades curables.
Actualmente, en el absurdo de los absurdos, López Obrador presume que todo en el país que gobierna es miel sobre hojuelas, que todo avanza perfectamente, que ningún mexicano tiene por qué quejarse de su actuación y el mismo se vanagloria diciendo que pasará a la historia como el mejor mandatario mexicano que se haya tenido.
Se olvida que en lo que va de su administración –después de acusar a una decena de farmacéuticas y distribuidoras de medicamentos de supuestas pra?cticas monopo?licas, de corruptas y demás, junto con su corifeo de legisladores pertenecientes a su partido-, les cerró el paso sin pensar siquiera en las consecuencias, donde estaría dejando a la Nación entera prácticamente encuerada o abandonada a su suerte para curar sus males, sus problemas de salud, sin tener a su alcance medicamentos y demás, únicamente encomendándose a Dios.
Cabe señalar que después de haber cortado el suministro médico de dichas farmacéuticas, López Obrador dejó a México sin medicamentos, por lo cual debieron adquirirlos en países que ni siquiera están calificados para otorgar ese servicio por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de que se compraron mucho más caros que los anteriores.
A la fecha cabe destacar que solo una de las empresas señaladas por el actual gobierno mexicano ha sido sancionada. Al di?a de hoy, nadie ha podido demostrar en donde estaban los procesos de corrupcio?n.
Al parecer Todo fue -como todo en esta 4T- tan solo un pretexto para cubrir la ineptitud y la corrupcio?n que se respira al interior de este gobierno populista, dejando sin medicamentos a miles de nin?os con ca?ncer y pacientes con otros padecimientos severos.
Se puede advertir entonces que esa improvisacio?n, corrupcio?n e ineptitud, han hecho que de un golpe desaparezca su propia aberracio?n, el Insabi; para hacer recaer en el ya de por si? deficiente y saturado IMSS la salud de millones de mexicanos.
En aras de su nueva propaganda política para meter en el cerebro de los mexicanos su jalada de cuarta transformación que tan simple, dejó sin amparo de salud a millones de compatriotas, se abroga el derecho de señalar a quien habrá de sucederlo en el poder, pero tan sencillo es decir que después de López Obrador, ya cualquiera puede ser presidente.
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