Hoy en día, es más evidente la difícil situación de la post pandemia en la que nos encontramos, pues cada vez es más complicado conseguir empleo, y el tiro de gracia está en que los productos de la canasta básica están por los cielos, ha subido exageradamente el precio del aceite, arroz, frijol, azúcar, huevo, maíz, avena, carne de pollo, res.
También ha subido el precio del gas, que constantemente su precio está en aumento, ocasionando que muchos de los mexicanos se limiten cada vez más en los productos que consumen.
Ante la falta de empleo y la inflación que no hay día para que termine y la inseguridad que va al alza, hace que la situación económica en general de los mexicanos empeore. Esto lo podemos observar en la Encuesta Nacional de Seguridad y Estadística Pública Urbana del primer trimestre del 2022 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), detalló que, en marzo de 2022, 66.2 por ciento de la población de 18 años y más consideró que es inseguro vivir en su ciudad.
Siendo los sitios más inseguros en específico los siguientes, el 76.4 por ciento de la población siente inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, 70.2 por ciento en el transporte público, 61.7 por ciento en el banco y 58.6 por ciento en las calles que habitualmente usa.
Por otra parte, en los hospitales públicos que proporciona los servicios de salud con el dichoso cambio de nombre de seguro popular ahora conocido como “INSABI” que carece de insumos para atender correctamente a los pacientes, los médico, enfermeras y personal en general no cuenta con las herramientas ni el equipo necesario para brindar una buena atención, dificultando el quehacer diario en los hospitales.
Los problemas también afectan a la educación donde antes de la pandemia también habían deficiencias, pero después de la pandemia esto empeoró debido a la precaria infraestructura de la mayoría de las escuelas públicas del país, así también como a las mala planeación para atender a distancia a los niños, jóvenes y adolescentes pues muchos de los alumnos no contaban con internet, computadoras o incluso con televisión o electricidad, aumentando la brecha de desigualdad de oportunidades para la población vulnerable.
Asimismo, antes de la pandemia había un problema de deserción de los jóvenes a la educación pues en el ciclo escolar 2021 -2022 tan sólo en el nivel de preparatoria 563000 jóvenes abandonaron sus estudios, según las estadísticas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el problema se puede denotar aún más con la alarmante cifra del ciclo anterior 2020 – 2021 pues 5.2 millones de estudiantes en el país no se inscribieron en aquel ciclo.
Ahora bien, el gobierno de la Cuarta Transformación no ha presentado ningún plan para salvar los diferentes sectores del país, al contrario, sigue con sus planes de proyectos del Tren Maya, del aeropuerto de Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas, que lejos de ayudar a los problemas latentes del país ha restado recursos a los diferentes sectores más vulnerables del país, por ello ni con AMLO hay cambios, puesto que el país va de mal en peor.
Debemos los mexicanos estar atentos a la situación actual del país y exigir que el gobierno federal haga su parte para impulsar el desarrollo social de lo contrario seguiremos con un retroceso como el que hemos tenido hasta ahora y empeorarán cada vez más los problemas que hemos estado percibiendo. A tiempo.
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