MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

No basta la alianza de los partidos de oposición, se necesita la organización y concientización del pueblo

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El 23 de diciembre del año pasado, se registró ante Instituto Nacional Electoral alianza opositora Vamos por México, formada por los partidos políticos PAN, PRI y PRD, que buscarán en el próximo proceso electoral que se llevara a cabo el 6 de junio del año corriente, evitar que el presidente López Obrador y su partido conserven la mayoría en la Cámara de Diputados, donde están aliados  con el PT, PVEM y PES, lo que les ha permitido, que todas las propuestas del presidente se aprueben sin la mínima reflexión por parte de los legisladores, que se han convertido en un apéndice del Poder Ejecutivo y han renunciado en los hechos a la autonomía e independencia del Poder Legislativo.  

Los integrantes de la coalición electoral, argumentan su necesidad en el daño que en poco más de dos años le ha hecho la actual administración a México y plantean revertir ese proceso destructivo ganando la mayoría en la Cámara Baja. Su oferta consiste en restablecer los equilibrios constitucionales diseñados para prevenir el abuso del poder presidencial.  

Por otro lado, están quienes atacan la coalición opositora, encabezados por el propio presidente López Obrador, con el argumento de que la coalición es la mejor prueba de que la mafia del poder existe, de que los partidos coaligados han sido lo mismo siempre, que ahora solamente se quitan las máscaras, pero  son los mismos conservadores que han estado unidos para saquear al país; que hay que extirpar el maligno tumor llamado PRIANRD, para consolidar la cuarta transformación del país y eso requiere conservar la mayoría en la Cámara de Diputados.

En mi modesta opinión, considero que las  políticas instrumentadas por el gobierno de la Cuarta Transformación, en los temas torales de la realidad mexicana han sido erróneas y que lo más grave es que el abuso del poder presidencial que el PRI ejerció por décadas y que le fue criticado con justa razón, permanezca en la actual administración, pero, corregido y aumentado con un cinismo insultante, como el reconocimiento público  de los actuales legisladores, por eso creo que es correcto, sano y urgente para el país, que Morena no conserve la mayoría legislativa. 

Los mexicanos de a pie y las cúpulas de los partidos que en la actualidad son oposición, no debemos olvidar que López Obrador, hoy es presidente, porque las cosas en nuestro país estaban muy mal, no en el 2018, sino, desde hace décadas, por ejemplo: los trabajadores, incluidas las mujeres y los jóvenes, buscaban empleos con salarios dignos y nunca los encontraron; los profesionistas, investigadores y académicos, buscaron infructuosamente empleos en los cuales desarrollar las aptitudes y destrezas adquiridas en las aulas y no había y los que lo tenían,  solicitaban la elevación de sus ingresos y mejores condiciones para rendir mayores frutos al país y fueron ignorados; los micro, pequeños y medianos empresarios demandaron oportunidades al régimen, para contribuir al fortalecimiento de la economía y siempre terminaron desalentados por la burocracia gubernamental; los campesinos pobres buscaron un cambio en el campo, demandando respuestas a sus necesidades productivas y no las encontraron; la población en general demandaba el fin de la corrupción, mejores condiciones en la salud, en la seguridad de las familias, en educación, en la vivienda, servicios públicos elementales como agua, luz, drenaje, etc., y no encontraron la sensibilidad en el gobierno.

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Por tanto, un posible triunfo de la alianza opositora no es garantía de que las cosas mejoren sustancialmente para los más humildes, si acaso representaría un mecanismo para evitar la caída libre de nuestro país.

La realidad está demostrando que tampoco el Gobierno actual es la solución a todos estos males que padecemos los mexicanos, los resultados indican que saltamos de la sartén a la lumbre, porque no sólo no han mejorado, sino que se han agravado los añejos males de los distintos grupos sociales, así como los problemas que atañen a la población más vulnerable en general.

Coincido con los que afirman que el gobierno de López Obrador ha llevado a México a un desastre generalizado, la economía decrece en casi 9%, la pobreza aumenta y se profundiza con la pérdida de casi 12 millones de empleos formales e informales. También soy de los convencidos que el manejo de la pandemia ha sido criminal, los resultados son que ya rebasamos el millón 900 mil contagios y las 165 mil muertes (según las cifras oficiales, que no reales) que nos coloca en el nada honroso tercer lugar a nivel planetario, de los cuales casi 2,700 fueron personal de salud, rubro en el que ocupamos el primer lugar mundial. 

Es indignante que teniendo cifras tan dolorosas, se haya presentado de mayo a septiembre de 2020 (en plena pandemia), un subejercicio de más de 37 mil millones de pesos en el ramo 12 que corresponde a salud, el IMSS no gastó más de 25 mil millones de pesos, el ISSSTE tampoco ejerció más de 10 mil millones de pesos y la Secretaría de Salud no gastó más de mil millones. 

Y la situación no es diferente en el tema del combate a la corrupción, que es la principal bandera de gobierno morenista, sus resultados también son negativos, de acuerdo a estudios realizados por el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (Cemees), entre 2017 y 2019 los actos de corrupción por cada 100 mil habitantes aumentaron de 25 mil 541 a 30 mil 456, en personas que experimentaron corrupción en trámites de gobierno por cada 100 mil habitantes pasamos de 14 mil 635 a 15 mil 732 y en porcentaje de contratos por adjudicación, el incremento fue del 77.8 al 78.5%; en el tema de la inseguridad, ésta continúa creciendo; en educación, han fracasado todos los programas de aprender en casa, pues según datos del Inegi, el 48% de los hogares en nuestro país carecen de internet, también se ha incrementado la deserción escolar en todos los niveles; en el rubro de vivienda, la covid-19 ha dejado al descubierto que es un problema que Morena tampoco ha combatido, pues el 71% de las personas fallecidas carecían de una casa mayor a 40 metros cuadrados, lo que provoca los contagios y muerte de los más pobres.

Los datos duros de los resultados de los gobiernos anteriores y el morenista, nos llevan a concluir que el pueblo de México tiene que organizarse, educarse y luchar decididamente para crear su propio partido, que le sirva como instrumento democrático, para conquistar el poder político y realizar la verdadera y profunda transformación social, que consiste en el cambio del modelo económico, se dice fácil, pero no lo es, se requieren brazos dispuestos, corazones sinceros y cerebros sin par, mientras tanto, en el próximo proceso electoral, tendremos que restablecer, aunque sea en pequeña medida, el necesario y perdido equilibrio entre poderes y así, detener el retroceso de nuestra patria, como lo dijo el maestro Aquiles Córdova Morán.  

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