“La demagogia, es incompatible con el verdadero sentido y función del gobierno democrático. El demagogo no sólo no soluciona los problemas sociales, sino, por el contrario, los crea, porque es su única forma de gobernar.”
Silvano Santander
Como en casi todos los eventos que provocan los fenómenos naturales, como las inundaciones, las fuerzas del Estado se apresuran a llevar ayuda. No se espera menos, sin embargo, no sólo no es suficiente (pues dejan fuera de los apoyos a muchos damnificados), sino que se pierde la atención en resolver el problema de fondo, añadiendo además de que en cada catástrofe la población más vulnerable es presa fácil de un discurso, en su mayoría de las veces falso, de solidaridad y humanismo, que gobiernos, partidos y políticos en general, usan para sus mezquinos intereses electorales con una supuesta preocupación llevando despensas, colchonetas, etc.
“El gobierno sí da despensas, dinero, hay gente que lo ocupa, no digo que esté mal, pero yo para qué quiero una despensa o dinero si para la siguiente lluvia volveré a perder mis cosas, lo que aquí necesitamos es un sistema pluvial que evite las inundaciones (el gobernador Rocha Moya destinará 21 millones para apoyos)”, dice molesta una vecina de la colonia Camez Valdez. “Son ríos lo que pasa aquí en las calles sin pavimentar, no se puede ni caminar, queremos pedirles que ya nos volteen a ver, siempre es lo mismo, vienen y prometen, se toman la foto y nunca regresan”, manifiestan vecinos en la colonia Buenos Aires.
Mucho se ha denunciado sobre las causas que provocan las inundaciones en la ciudad de Culiacán. El director de la Facultad de Ingeniería de Culiacán de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Fernando García Páez, en la plataforma de la Universidad publicada el 23 de agosto del 2018, declaraba que era “necesario un plan de drenaje pluvial para evitar inundaciones en Culiacán”.
El doctor en hidrología decía en ese entonces que “ante las fuertes precipitaciones registradas en la capital sinaloense, las cuales han ocasionado inundaciones en diversos sectores de Culiacán, es necesario hacer un diagnóstico de las cuencas y de las áreas hidráulicas de los cauces que hacen el desfogue de las aguas pluviales, así como elaborar un plan de atención al drenaje pluvial para la ciudad”.
Insistía que “el problema va a persistir mientras las autoridades no implementen un plan para el drenaje pluvial y no únicamente realicen la limpieza de arroyos y cauces, que si bien dijo es una acción que ayuda un poco con el problema, no es suficiente para evitar que se sigan presentando esta situación”.
En una reciente declaración del pasado 10 de octubre, el también especialista en el área de Inundaciones y Sequías, volvió a insistir que “las labores de limpieza que realiza la autoridad municipal antes de las temporadas de lluvias en los distintos arroyos que cruzan por Culiacán, son insuficientes, ya que son soluciones que solo reducen el problema de inundación más no lo erradica de origen”.
“En la primera propuesta de la obra de infraestructura que ya está, hay varias alternativas que sí requiere una inversión considerable, pero pienso que puede hacerse priorizando los sitios, algunas alternativas serían hacer posibles desviaciones de flujo para evitar que el agua llegue a los sitios de inundación, pueden ser obras de desvío, obras de infiltración, ampliar el área hidráulica de los conductos para que tenga mayor capacidad “, detalló.
La lluvia como las tormentas son un fenómeno natural que se presentan de manera recurrente, y que traen consigo inundaciones. Pero natural y recurrente no son sinónimo de inevitable, es decir, si se tuviera un plan para erradicar dichas inundaciones, en cada lluvia o tormenta, como lo plantean los expertos, la gente no estaría obligada a renovar sus cosas cada que las pierde, o llorar lo irremplazable.
En Culiacán autoridades de Protección Civil detectaron cerca de 50 zonas de riesgo en la ciudad y cerca de 60 puntos de riesgo en sindicaturas, así como también un aproximado de 150 puntos viales donde históricamente se registran afectaciones, colonias y poblados muchos de ellos donde el Movimiento Antorchista tiene presencia, y hemos planteado a las autoridades municipales de antes y de ahora, que atiendan, alertando de las inundaciones precisamente, pero nada se ha resuelto, si se hubieran hecho unos vados en Laguna de Canachi de la sindicatura Emiliano Zapata, por poner un ejemplo, se pudo haber evitado su inundación.
Nuestra organización tiene como uno de sus objetivos fundamentales, precisamente identificar las zonas de mayor marginación para junto con la gente realizar gestiones encaminadas a combatir y erradicar estos rezagos, y prevenir catástrofes, siempre amparados en la Carta Magna, de cuya cual uno de sus artículos reza: Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo.
Tales son los motivos, y no otros, para que, junto a colonos, campesinos, amas de casa, maestros y estudiantes de la capital, luchemos juntos por que se resuelva de fondo este antaño padecimiento, gestionando mejoramiento de centros educativos, pavimentaciones, techumbres, drenaje pluvial, vivienda digna, es decir, acciones que van en el sentido que ha insistido el ingeniero García Páez desde hace años.
En Antorcha tenemos la ferviente convicción de que la ciencia debe servir para mejorar la calidad de vida de los seres humanos, pero para que eso se lleve a cabo no bastan los diagnósticos, sino que se necesita un recurso invertido en obras y servicios que puedan reducir los daños al mínimo, por lo que seguiremos insistiendo en que se atienda el problema como debe ser, y se haga una mejor distribución del presupuesto para el mejoramiento de la calidad de vida de los sinaloenses, pues la naturaleza vuelve a hacer un llamado de atención a las autoridades facultadas en ejecutar las acciones necesarias para que eso ocurra. ¿Estarán en esa sintonía nuestros gobernantes o están más preocupados en las elecciones del 2024? Al tiempo.
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