El 10 de abril se llevará a cabo la consulta sobre la revocación de mandato del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; los impulsores de ella, el mismo ejecutivo y su partido Morena, sostienen que será una de las máximas expresiones de democracia participativa. Ante ello, muchos mexicanos se preguntan: ¿debemos salir a votar ese día? Y la respuesta debe ser: ¡no, de ninguna manera!
Y no es que de por sí una consulta para que los mexicanos decidamos libremente si queremos que nos siga gobernando o no un presidente de la República esté mal. Como tampoco está mal que se difunda ampliamente entre la población un ejercicio de esa naturaleza. Lo que está mal, muy mal, es que el proceso que se está llevando a cabo de esta próxima consulta no pretende realizar un ejercicio democrático libre y genuino. Todo el plan revela que no es la consulta en sí lo que importa, sino obligar al Instituto Nacional Electoral (INE) a violar la ley para aplicarle la sanción correspondiente, pretende usarse para desprestigiar y desgastar al INE, para, una vez debilitado, apoderarse de él o desaparecerlo, con la finalidad de que Morena tenga el control para organizar las elecciones de 2024. Por otro lado, manipulando la ley y el derecho, chantajeando a la población beneficiada con los programas sociales, usando todo el poder del gobierno en beneficio del máximo jerarca del morenismo, pretenden exhibir el “gran apoyo popular” de que goza el presidente para justificar que siga gobernando despóticamente, arbitrariamente, equivocadamente, como hasta ahora lo ha hecho.
El Congreso acortó casi 5 mil millones de pesos al INE a sabiendas de que tenía que organizar la revocación de mandato y la elección de 6 gobernadores en junio, alegando falta de recursos, aunque el INE apeló la decisión y trató de ajustar su presupuesto, la Secretaría de Hacienda, por órdenes del presidente, negó los recursos que hacían falta, trayendo como resultado que en vez de instalar 160 mil casillas, solo instalará alrededor de 57 mil, con lo que, seguramente, culparán al INE por tal insuficiencia.
De las firmas que los integrantes de Morena levantaron para solicitar al INE la realización de la consulta, ante la posibilidad de que no juntarían las 2.8 millones que se requerían, de la noche a la mañana, a través de una organización pro AMLO, aparecieron cientos de miles de firmas, como por arte de magia, de las cuales el 25% eran firmas de fallecidos o de nombres inventados, que no estaban en el padrón electoral.
Todos los funcionarios de Morena, incluyendo el presidente de la República, han violado la veda electoral, los senadores de Morena pretendieron legalizar dicha violación, mediante la creación de un decreto que permitía a los funcionarios hacer propaganda a pesar de la veda y, aunque las autoridades electorales correspondientes echaron abajo tal decreto, de todos modos toda la burocracia morenista, hasta los servidores de la nación se han volcado con propaganda (cuyo origen de su financiamiento se oculta), casa por casa, en reuniones, por teléfono a promover la consulta y llamando abiertamente a los beneficiarios de los programas sociales a votar favor del presidente, so pena de perder el beneficio de dichos programas, un descarado y vulgar chantaje electoral.
Así las cosas, ¿se puede considerar a la consulta actual como un libre ejercicio democrático? ¡Claro que no! Por eso la única actitud digna y favorable al interés nacional es no votar, no participar en la consulta, no ser cómplice de la farsa y el fraude.
Debemos entender, además, que todo el proceso de la consulta se organiza e impulsa como una cortina de humo para ocultar la falta de resultados del gobierno de la 4T.
En economía: En 2019 el PIB tuvo una caída del 0.3%. En 2020, el decrecimiento fue del 8.3%. La economía mexicana creció un 5% en 2021, insuficiente para compensar la caída, la recuperación se desinfló durante la última parte del año, con un crecimiento nulo en el cuarto trimestre.
La pobreza agobia a más de 54 millones de personas (hay quienes afirman que a más de 97 millones) y la pobreza extrema a más de 10 millones y medio de miserables; sin acceso a los servicios de salud están más de 20 millones de habitantes; con carencias de servicios básicos como agua potable, drenaje, electricidad, pavimento, etc., más de 22 millones de seres; y, finalmente, sin acceso a una alimentación nutritiva y de calidad se hallan más de 28 millones de mexicanos.
En salud, por el mal trato que Morena le ha dado a la pandemia, tenemos ahora más de 323 mil muertos, alrededor de 2 mil niños con cáncer han perdido la vida por falta de medicamento, además de que suprimieron el programa del seguro popular.
En inseguridad, durante los primeros tres años del sexenio de Felipe Calderón, hubo 39,526 homicidios dolosos; en el sexenio de Peña Nieto, en sus tres primeros años fueron 49,276 homicidios de ese tipo; en el trienio 2019-2021 de López Obrador, los homicidios dolosos datan un total de 89,337. Es decir, 126% más respecto a Calderón y 81% respecto a Peña Nieto.
México es el quinto país más corrupto del mundo. Solo le ganan Uganda, Camerún, Camboya y República Democrática del Congo.
Todo eso se pretende ocultar o minimizar con la promoción de la consulta de revocación de mandato. Por ello, es mejor ocuparnos en organizarnos, en adquirir conciencia política de clase para seguir construyendo la herramienta política, ideológica y organizativa, la organización revolucionaria del pueblo trabajador, para que éste conquiste el poder político y luche por transformar esta sociedad injustamente organizada que hace que se acumule la riqueza en enormes proporciones en unas cuantas manos y se expanda y se profundice la pobreza entre la mayoría de la población. ¡No votes el 10 de abril! ¡Mejor organízate, concientízate y lucha por un mundo mejor!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario