Hace ya más de ocho años que inició una esperanza entre la gente más pobre del municipio de Tecomán; contar algún día con una vivienda propia, y para ello, las familias se organizaron, junto con el Movimiento Antorchista Colimense, para buscar una alternativa que diera solución a su demanda de vivienda porque la vivienda de interés social no es una solución para quien no puede comprobar ingresos laborales.
Ahí tenemos a los vendedores ambulantes, tianguistas, pepenadores, empleados temporales como los albañiles, taxistas, y los trabajadores del campo que se esmeran en producir la tierra, pero no cuentan con un techo propio donde vivir dignamente con su familia.
Pero este problema social no les quita el sueño a nuestros gobernantes, cuando plácidamente ellos descansan en sus mansiones donde cabrían cinco o diez familias pobres sin viviendas, sin amontonarse, como luego sucede cuando llega la hora del descanso familiar. Y no es gratuita mi afirmación, las redes sociales dan cuenta de todo ello, la opulencia en que viven gobernantes e hijos; en días pasado difundieron imágenes de la casa donde vive el hijo mayor de Andrés Manuel López Obrador y no en México, sino en uno de los lugares más costosos de EE. UU.
Nos podemos dar una clara idea de que eso que tanto pregona López Obrador de primero los pobres es solo un discurso muy pegajoso entre la gente no informada y que, hasta ahora, le ha funcionado bien, pero la realidad lo desmiente cuando se escuchan consignas de inconformes en las calles, gritando fuerte para llamar la atención urgente a sus demandas.
Ahí tenemos a los médicos haciendo reclamos ante la falta de suministros de medicamentos en los hospitales, una necesidad muy sentida en la población enferma cuando surten la receta del medicamento y solo ven anaqueles vacíos; grupos estudiantiles que reclaman mejoras en centros escolares que se encuentran deteriorados; el reclamo de escuelas de tiempo completo, donde se practicaban actividades culturales y deportivos que López Obrador los ha eliminado, becas de alimentación, albergues estudiantiles, acondicionamiento de centros escolares para talleres, vestuario para actividades culturales; campesinos que exigen caminos saca cosechas, fertilizantes, semillas mejoradas; colonos que exigen, agua, drenaje, electrificación; manifestación de feministas que exigen celeridad en la atención de feminicidios; las familias con hijos desparecidos, que afanosamente buscan encontrar a sus seres queridos y no hay respuesta del gobierno federal y para colmo de males asesinatos a periodistas que se atreven a ser críticos al actual gobierno.
Tenemos un presidente que ya fue rebasado por los problemas que padece el país; su política de 4T, de no los veo ni los oigo, es un desacierto que agrava la gobernabilidad, la tensión social puede desbordarse con reclamos masivos en las calles.
Líneas arriba decía yo, que, es la falta de programas de vivienda popular que no se atienden, no hay programas de vivienda para la atención de los más pobres, de por sí su menguado salario y tener que pagar una renta mensual oneroso agrava su miserable existencia, empobreciéndose cada día más, al no poder satisfacer sus necesidades básicas como la alimentación, la educación o la sana recreación.
En el período de gobierno estatal pasado, se fijaron puntos georreferénciales y se trazaron las manzanas y lotes del predio 1789 propiedad del gobierno del estado; los solicitantes de lotes para la vivienda, desde entonces, limpiaron la abundante maleza que tenía y le han dado mantenimiento, respetando siempre las leyes estatales y municipales para los nuevos asentamientos urbanos.
La solicitud de audiencia con el presidente municipal de Tecomán, Elías Lozano ha tenido como resultado intervenir para la solución de esta justa demanda, “ queremos pagar los lotes, no pedimos nada regalado, eso sí, queremos facilidades de pago porque somos gente de escasos recursos económicos, queremos saber dónde depositaremos los pagos del terreno” , así manifestaron los integrantes del comité, que fueron recibidos por edil, hace dos meses; seguimos esperando su decidido apoyo para solución de nuestra demanda de un lote propio donde vivir.
Además de la solución e intervención del Gobierno del estado para con el resto de las necesidades de miles de familias pobres. Urge exigir al Gobierno estatal y federal mejores condiciones de vida, de lo contrario alzaremos la voz una vez más en defensa de los que menos tienen. Nuestra demanda es justa, tenemos la razón y la defendernos.
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