MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Nuevas promesas y más opresión de AMLO

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Visitó el presidente Andrés Manuel López Obrador, una vez más, a Sonora y una vez más prometió algo que tal vez no va a cumplir. Desde Ciudad Obregón, anunció la construcción de hospitales en Navojoa, Guaymas y San Luis Río Colorado, la conclusión de dos clínicas en Obregón, así como la creación del Hospital Universitario del IMSS y el Centro de Simulación para la Excelencia Clínica y Quirúrgica, ahora se llama “Plan de Salud para el Bienestar”.

 Pues… más planes. Y como la burra no era arisca… hasta no ver no creer al gobierno de AMLO. Y es que ya quedó mal con respecto al nuevo Hospital General de Hermosillo, mismo que inauguró en septiembre del año pasado y nueve meses después sigue sin funcionar. 

Por eso el nuevo Plan de Salud, que “busca beneficiar a personas sin seguridad social, con una inversión de 2 mil 216 millones de pesos para la contratación de personal médico y construcción de hospitales”, según informan los periódicos sonorenses del 21 de mayo, hay que verlo, al principio, con escepticismo y luego descubrir su esencia. Y como es costumbre ya de los gobiernos del neoliberalismo mexicano eso de prometer hasta puentes donde no hay ríos, y ni eso cumplen bien, ahora la duda está más que justificada porque este Gobierno federal no tiene ninguna diferencia con los gobiernos de antes… bueno, sí: hace lo mismo sólo que más mal.

Eso de descubrir hasta ahora que a Sonora le “hacen faltan mil 287 médicos, de los cuales 785 de ellos son médicos y médicas generales, y 502 especialistas, además que hay un déficit importante de 2 mil 751 personas y 96 de las categorías de paramédicos, que son camilleros, laboratoristas y conductores de ambulancia”, como declaró el gobierno de AMLO por medio de Zoé Robledo, director general de IMSS, francamente suena inverosímil. Como si no estuviera ya bien definido. Más bien suena a improvisación con intención de apantallar y a que nos quieren jugar el dedo en la boca, esperando que nos traguemos una rueda de molino como si fuera una pildorita. 

Eso más bien es una mala justificación que pretende explicar por qué, a nueve meses de distancia, no han logrado echar a andar un hospital que anunciaron a Sonora y al mundo con bombo y platillo: “Los datos más importantes que tenemos, es que en el Sistema Estatal de Salud hacen falta mil 287 médicos, es decir, que no tienen plaza, que no hay, en sus plantillas no están considerados. Por eso es que tenemos muchas veces estos hospitales, sin cirujanos o sin anestesiólogos, y entonces un quirófano pues no se puede utilizar”, dice el gobierno de AMLO. 

Es decir, se defiende, que por la falta de médicos sin plaza no se pudo echar a andar el hospital atrás mencionado ni, de hecho, ha funcionado nada respecto a la salud. Excusas baratas. Ofenden la inteligencia de los trabajadores.

Ese enorme hospital no está en un pueblo perdido de la serranía, a donde no quieran ir los médicos, tanto por la distancia como por la inseguridad, como para argumentar eso para explicar su falta de funcionamiento. No. Está construido en plena ciudad de Hermosillo, donde sus posibles empleados tendrían todas las ventajas que dan los privilegios de vivir en una ciudad bien comunicada y con regulares servicios. 

No. No es cuestión de falta de médicos o de su disponibilidad, sino que no se usó debida y honradamente el poder del estado para arreglar tanto la situación económica de los posibles médicos y personal de hospital, como para poner a disposición de ellos todos los incentivos económicos posibles para lograrlo. Teniendo tan inmenso poder en sus manos, eso suena a justificación infantil que no se pueden tragar los sonorenses.

¿Había dinero para eso? Por supuesto: ¿no ha tirado miles de millones en esos proyectos gigantescos tan cuestionados por todos los hombres de ciencia del país? ¿No gastan sus familiares y amigos enormes recursos en el extranjero, en Houston? Entonces se usó para otra cosa, y yo me atrevo a afirmar que fue destinado para financiar la fallida campaña en la consulta nacional para la revocación de mandato. Todos nos dimos cuenta que para promover la idea de que la esperanza de los mexicanos humildes sigue siendo Morena, se gastaron carretadas de dinero en propaganda que no sabemos de dónde salió; parece que mágicamente se los puso Albus Dumbledore, mago de la saga de Potter, y todo para llevar a la gente a votar, sin que hubiera real necesidad, a favor de que se quedara AMLO en la presidencia de la república, cuando en realidad querían promover la imagen de Morena y sus candidatos para las siguientes elecciones del 2024. 

En efecto, no sabemos de dónde salió la lana, y sólo pudo haber sido otro de los milagros presupuestales de la 4T: el uso indecente de los recursos públicos. Y repito, la lógica me dice que prefirieron dejar a la gente sin salud y gastarse en esas campañas electorales lo que debían dedicar a contratar médicos, personal, medicinas y los implementos médicos necesarios para echar a andar, ya no sólo el hasta ahora elefante reumático del Hospital General de Hermosillo, sino echar a andar otros aspectos de nuestro sistema de salud, ese que hoy descubren asombrados lo mal que está.

Pero como tenían que justificar de alguna manera sus desviaciones y ahora sí ganar prestigio reviviendo al muerto, siempre con fines electorales para 2024, se muestran falsamente atónitos ante las supuestas fallas de nuestro sistema de salud, nos avientan a la cara la insolencia de que ya está en etapa de pruebas y que ahora sí va a funcionar. 

Mientras tanto, es estos nueve meses, miles de sonorenses carecieron de salud, desde medicinas hasta especialistas, vimos a cientos de personas peregrinar con amargura para conseguir donaciones de sangre, hemos visto derrumbarse a nuestros enfermos víctimas de enfermades curables o que, con relativamente sencillos tratamientos, bajo el cuidado de especialistas, podían haber mejorado su calidad de vida. Pero nada de eso importó al Gobierno federal que encabeza López Obrador.

La clase trabajadora y las demás clases oprimidas no están entre las prioridades de Morena. Prefirió dejarnos con un palmo de narices con un hospital ya terminado pero inservible en todos estos meses de dolor, prefirió su política traicionera a satisfacer los verdaderos intereses populares. Ejerció un acto de opresión política y espera que seamos lo suficientemente incautos para creer sus descaradas justificaciones. Y no dudemos que estas nuevas promesas que apenas acaba de hacer le volverán a servir de papel higiénico si su mentecato interés político así se lo dicta. Mientras eso se llega, le dará vuelo a la hilacha de las ilusiones, para ver cuántos votos pican el anzuelo: una medida política para asegurar nuestra opresión.

No, nada de lo que dice López Obrador es verdad. Ya lo sabemos, ya lo saben todos los medios de comunicación, ya lo sabe el mundo entero que tenemos al presidente más mentiroso que jamás haya existido en nuestra patria: le llevan contabilizadas decenas de miles de mentiras. Lo sabemos muchos sonorenses a quienes ha engañado también con el Hospital General nuevo. Y tenemos que organizar la resistencia contra la opresión que encabeza en contra de los olvidados.

Ahora hemos refirmado lo que muchos ya sabíamos, pero que hasta ahora podemos comprobarle a los trabajadores sin ningún género de duda: López Obrador es un miserable opresor de las clases trabajadoras. Tres años y pico bastaron para que el pueblo trabajador se dé cuenta que no es de su interés que siga gobernando. Es hora de voltear el chirrión por el palito. AMLO es un fracaso, mejor Antorcha.

 

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