Oaxaca es una entidad reconocida por su cultura diversa, costumbres, tradiciones, gastronomía, artesanías, pero además por sus lugares turísticos, mismos que les han dado vida a diversos sectores de los oaxaqueños. Sin embargo, hoy día vemos como la pandemia vino afectar a todos, pues en el caso del turismo con una pérdida de al menos 11 mil 710 millones de pesos, la actividad turística del estado de Oaxaca enfrenta su peor crisis en toda su historia. A un año de las medidas sanitarias por la presencia del Virus SARS-CoV-2 (covid-19), iniciadas a finales de marzo de 2020 con un confinamiento de tres meses, el sector turístico y comercial estima 12 años para lograr su recuperación.
Y es que la huella económica de la pandemia en el estado es brutal. Y que de acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Turismo del Estado de Oaxaca, mientras que en el 2019, tres meses antes de las medidas sanitarias, la derrama económica para el estado, producto de la llegada del turismo fue de 18,529 millones de pesos, el 2020 cerró con 6,819 millones de pesos, es decir 63.2 por ciento menos. Basta con recordar que, a finales de marzo de 2020, el Gobierno del estado emitió el primer decreto de confinamiento con el cual sólo se permitió abrir establecimientos comerciales con actividades esenciales. Restaurantes, hoteles, agencias de viajes y zonas turísticas quedaron cerradas, inactivas durante tres meses. En consecuencia, la presencia de turismo, el gasto y estadía promedio también se desplomó. La ocupación promedio en los hoteles pasó de 41.47 por ciento en 2019 a 17.97 en 2020; el gasto y estadía promedio de 1.72 días y 2,007 pesos en 2019 a 1.67 días y 1,776 pesos en 2020.
Es decir, las afectaciones podrían llegar a ser de largo plazo, considerando el tiempo que tomó reactivar la entidad después del 2006, pero para esta vez podrían ser hasta 12 años posterior a la vacunación de la población en su totalidad. Actualmente hay 11 hoteles cerrados de manera temporal, esperando a que existan mejores condiciones para reactivar actividades. Hasta este momento ninguno se ha declarado en quiebra y cierre definitivo.
Con esto queda demostrado que además del impacto económico, también se está golpeando y enfrentando al impacto laboral, pues según un medio informativo señalaba que a decir de la declaración de la Asociación de Hoteles y Moteles de la Verde Antequera, tan sólo en la asociación que representa de 555 colaboradores y colaboradoras, se perdieron el 50 por ciento de los empleos, con lo que se constata, “no hay forma de crear nuevas fuentes de empleo, que es y ha sido lo más complicado”.
Tras la presencia de los primeros casos de la covid-19 en Oaxaca a mediados de marzo, el gobernador del estado, Alejandro Murat Hinojosa, emitió un primer decreto en el que ordenó el cierre de establecimientos no esenciales y la restricción en espacios públicos. De su lado el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) ya había determinado suspender las clases y adelantar las vacaciones de Semana Santa. La cuarentena se pensó del 30 de marzo al 30 de abril, sin embargo, ante el incremento de contagios, el periodo de resguardo se alargó. Fue hasta junio cuando a presión de los distintos sectores productivos, se determinó la apertura de establecimientos comerciales bajo ciertas restricciones.
La suspensión de distintas actividades turísticas, principalmente las relativas a las fiestas de la Guelaguetza establecieron una importante crisis para el sector empresarial. De acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), durante el 2020, 19 restaurantes se fueron a la quiebra.
Oaxaca de Juárez fue uno de los destinos dentro de la entidad con mayor impacto en materia turística. De acuerdo con las cifras oficiales, durante el 2020, la ocupación promedio fue del 17.48 por ciento con la presencia de 517,435 turistas nacionales y 50,368 extranjeros dando una derrama económica de 1,685 millones de pesos.
Para el caso de Puerto Escondido la ocupación fue del 14.66 por ciento, con 281,420 turistas nacionales y 11,891 turistas extranjeros. La derrama económica apenas fue de 708 millones de pesos.
Mientras que Bahías de Huatulco tuvo una ocupación del 26.18 por ciento con 317,408 turistas nacionales, 26,755 extranjeros que generaron una derrama económica de 3,415 millones de pesos.
Sin duda, todos estos datos lo que nos indica es que tras un año de crisis sanitaria, también se ha agudizado otra, que es la económica entre las familias oaxaqueñas y mexicanas, sin embargo, a pesar de también ser peligrosa y mucho, nada ha dicho el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, lo que demuestra una vez más que en México se requiere un gobierno que esté al día de las demandas y necesidades de su pueblo, pues de discursos, promesas y “esperanzas” no se sobrevive en tiempos de crisis.
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