En el estado de Nuevo León, está en proceso una iniciativa de ley implementada por el nuevo gobernador Samuel García Sepúlveda, que consiste en aumentar el pago al predial de todo propietario de bienes inmuebles.
Es una iniciativa que seguramente ya será aprobada por la Cámara de Diputados del estado de un momento a otro, los argumentos para este incremento ya lo sabemos, se necesitan más recursos para mejorar la infraestructura del estado, para convertir a Nuevo León en un nuevo “Nuevo León” como reza el slogan del actual gobernador, esto es posible si todos trabajamos en el mismo sentido dice el gobernador, pero aquí el problema radica no en que todos trabajemos para pagar más impuestos, porque los marginados de siempre, siempre han pagado impuestos en todos los aspectos, el problema es ¿y cómo se administran nuestros impuestos? La panacea no es pues pagar y pagar impuestos como también se piensa con el replaqueo, sino qué tipo de gobierno tenemos y qué tipo de gobierno necesitamos como pueblo trabajador y contribuyente, ya que pagar impuestos siempre ha sido la panacea de los gobiernos neoliberales y la salida más fácil además, y el gobernador de Nuevo León no escapa a eso, necesitamos más bien una política fiscal progresiva, una política fiscal recaudatoria sí, pero analizando más profundamente quienes deben pagar y quienes no por su condición económica; no se trata nada más de implementar y aprobar leyes al vapor, normas y códigos, etc., se trata de demostrar que estas implementaciones o reformas realmente sirvan para mejorar las condiciones del nivel de vida de todos los ciudadanos; el estado de Nuevo León, es un estado que cuenta con los recursos necesarios para lograr más prosperidad con un buen gobernante, el problema radica más bien en que no todos somos medidos para pagar impuestos de acuerdo a las condiciones económicas de determinados sectores sociales, y este es el aspecto que tanto el gobernador como la Cámara de Diputados deben analizar bien para incrementar el pago del predial en este caso concreto.
Se debería pensar primero desde mi punto de vista en la generación de empleos, en la inversión productiva, en el incremento al salario de los trabajadores ya que mientras a estos se les piensa incrementar el 22 % y en algunas zonas nada más, la canasta básica en varios productos se incrementa en 148 %, esto no es incrementar el salario, es una forma de robarse el salario del pueblo trabajador, y al no generarse estas condiciones decía yo, la economía se vuelve estática, no hay circulación mercantil y los resultados serán pésimos como lo estamos viendo con el gobierno federal.
También decía al principio de este artículo que los gobiernos neoliberales consideran el pago de impuestos como la panacea esencial para mejorar las condiciones de vida de todo un país o un estado en proceso de desarrollo, cuando realmente lo que se requiere es un cambio de política, de gobierno y de modelo económico.
El gobernador de Nuevo León, debería pensar mejor en como plantear una iniciativa de ley para bajar salarios a todos los funcionarios y que esta medida solo vaya acorde con las capacidades y disposición para el trabajo y no porque porten un título así sea de doctorado, el esmero al trabajo es la medida de todo aquel que quiere un país o un estado más próspero, si no es así, significa que solo quieren vivir del erario público y de esos ya hay muchos, también debe de revisar el gobernador a las grandes empresas que no tienen a sus trabajadores con servicio de salud (IMSS) y atenderlos ya que se encuentran indefensos junto con sus familias a ser contagiados con el nuevo virus Ómicron que se avecina, y esencialmente en mejorar las condiciones de vida de los marginados de siempre sean o no originarios de Nuevo León.
Ojala el gobernador tenga un gabinete con profesionales a la altura de las circunstancias actuales para que lo ayuden a ser un buen gobernante y no queden en el aire sus promesas de campaña, que no trate de imitar a López Obrador porque el poder que hoy tiene es pasajero y el pueblo cada día analiza mejor las cosas, el pueblo no espera dádivas tampoco, espera resultados palpables y duraderos, que trascienda a sus generaciones; seis años que el gobernador debe aprovecharlos muy bien y para el bien de todos los Neoloneses.
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