El periodismo es una forma de comunicación social a través de la cual se dan a conocer y se analizan los hechos de interés público, los medios de información mantienen a la sociedad al tanto de lo que ocurre en su entorno; es decir, el periodismo resuelve de manera periódica y oportuna la necesidad que tiene le hombre de saber lo que ocurre en su ciudad, en su país y en el mundo.
Si bien es cierto la prensa es un órgano de dominación y control, no puede dejar de reflejar las contradicciones de la sociedad en el que vivimos y los conflictos que dividen a los círculos dominantes, y en este contexto el periodismo puede convertirse en un factor clave en la interminable lucha por la democracia.
Si bien es cierto que no es posible hacer de la prensa actual un factor de cambio social, pero sí es posible abrir oportunidades de libertad, desde los cuales cuestionar la desigualdad social y la marginación que padece la sociedad.
En una sociedad democrática, las agresiones a los medios de comunicación y a los periodistas nunca pueden entenderse como un ejercicio de la libertad de expresión, sino como una intolerancia a la crítica de quien detenta el poder.
Los organismos internacionales que velan por la libertad del periodismo sostienen que los gobiernos y quienes los encabezan tienen que ser siempre tolerantes a la crítica, pues la tarea del periodismo es también ejercer un papel de vigilancia sobre el ejercicio de los gobernantes, su trabajo es proporcionar datos que permitan a su audiencia saber lo que ocurre más allá de los discursos del gobernante y así ofrecer a la ciudadanía mediante la investigación, la información que el gobernante esconde o no quiere dar a conocer, los medios realizan la tarea que el pueblo por su propia cuenta no puede llevar a cabo.
Los gobiernos y los gobernantes que utilizan su poder para agredir o descalificar al periodismo crítico, marchan en las filas del autoritarismo, los insultos y descalificaciones que surgen desde el poder ponen en peligro la seguridad de los medios y de los periodistas, la crítica directa del gobernante es una clara presión sobre los medios de comunicación y su línea editorial.
En América latina se repite el modelo de gobernantes que se aprovechan de la libertad de expresión, para crecer políticamente e incluso para hacerse del poder y una vez ahí se vuelven intolerantes e incapaces de aceptar la más mínima crítica.
En México, López Obrador y su mañanera, con sus actitudes y declaraciones frente a los medios y periodistas críticos, se han convertido en la tribuna para atacar sistemáticamente a la libertad de expresión. No es un ejercicio democrático utilizar todo el poder del estado para descalificar o agredir el trabajo periodístico por más crítico que este sea, pues este representa un peligro para la integridad del medio o del periodista.
En México no solo es el fracaso del Estado en el esclarecimiento de los crímenes es evidente, sino también la protección de los derechos básicos como la libertad de expresión, pero además la mitad de los ataques fueron cometidos por funcionarios públicos de todos los niveles de Gobierno, y uno de los principales factores detonantes de las agresiones en contra los periodistas en el país son las constantes descalificaciones de López Obrador, esto según la organización Artículo 19.
De acuerdo al Comité para la Protección de los Periodistas, que es una organización independiente que promueve la libertad de prensa en todo el mundo, durante 2019, 2020 y lo que llevamos del 2021, ha habido 10 asesinatos y 42 periodistas desaparecido, ser periodista en México, implica ser amenazado, amedrentado y perseguido. Todo esto pasa sin que haya consecuencias, en un país en el que el 99% de los delitos contra la prensa quedan impunes.
Entonces debemos hacer de la prensa actual un factor de cambio social, debemos aprovechar las oportunidades de libertad que se nos presentan para cuestionar la desigualdad social y la marginación que padece nuestra sociedad y rechazar toda agresión a los medios de comunicación y a los periodistas pues es poner en peligro el ejercicio de la libertad de expresión, debemos ser uno con el pueblo, para que quien detenta el poder actual, no se atreva a calumniar el trabajo del informador.
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