A cuatro meses de cumplirse 5 años de mandato del maestro Alejandro Murat Hinojosa en la gubernatura del Estado, tiempo suficiente, pienso, para poder evaluar con certeza algunas de sus propuestas de gobierno, pero, sobre todo, medir sus resultados en términos de desarrollo social, sin temor a realizar un juicio equivocado, por un corto tiempo, o de la falta de datos suficientes para describir correctamente un fenómeno social de esta naturaleza. Por el contrario, los datos estadísticos oficiales a que me refiero, son abundantes y la realidad sombría, para quienes tuvieron que cerrar un negocio propio o familiar, para quienes perdieron sus empleos, o aún más doloroso para quienes perdimos a un amigo o un familiar a causa del covid-19 por falta de atención médica, en uno los Estados más pobres del país. Es esta realidad y un hecho que a continuación denunció, los que me motivaron a escribir estas líneas.
En el comunicado número 6, con fecha del 22 de junio de 2021, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, especializado para entregar informes sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza en México, detalló la información sobre la evolución de carencias sociales entre 1990-2020. Este organismo estima la evolución de algunas carencias sociales: el rezago educativo, el acceso a los servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda y, los servicios básicos en la vivienda. Además, dicho documento presenta información general también por Entidad Federativa, he aquí lo que llamó mi atención.
Resulta que en acceso a los servicios de Salud, para el año 2020, las entidades con mayor porcentaje de la población con esta carencia fueron: Michoacán (32.6%), Chiapas (29.9%), Estado de México (27.2%) y Oaxaca en el 4? lugar. En rezago educativo del mismo año, Chiapas (31.4%), Oaxaca (26.3%) y Michoacán (25.8%), es decir, ocupan los 3 lugares más negativos.
Sobre calidad y espacios de la vivienda 2020, carencia por material de pisos, las entidades de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, fueron las que presentaron un mayor porcentaje de la población con esta carencia, con 13.3%, 12.6% y 12.5%, respectivamente. En carencia por material de muros, destaca el caso de Oaxaca, que, a pesar de una importante disminución (señala el documento), para 2020, presentó el mayor porcentaje de la población con esta carencia (5.7%), seguida de Tabasco (3.6%) y Veracruz (3.5%).
Sobre el acceso a los servicios básicos en la vivienda, carencia por servicio de drenaje, por poner un ejemplo, Oaxaca ocupa una vez más, el primer lugar a nivel nacional con 21.6% de la población sin acceso a este servicio. Hasta aquí los datos. ¿Qué le dice al gobierno y a los oaxaqueños estas cifras? Pudiera haber interpretaciones distintas, pero bien valdría la pena una explicación gubernamental. Los antorchistas oaxaqueños, por nuestra parte, atentos al desarrollo de la sociedad y tomando partido desde siempre a favor de los menesteros, hemos exigido esto, precisamente a las diferentes instancias de gobierno Federal, Estatal y Municipal, labor que desde hace muchos años hemos venido realizando, de documentar, armar expedientes, de recabar firmas, en colonias y poblaciones, algunas de éstas, las más alejadas, donde la mirada de los gobiernos y medios no alcanza a observar, cubriendo escrupulsamente las reglas de operación de las dependencias.
Pero resulta que este trabajo digno de reconocimiento, no ha tenido eco y por el contrario, sufre de desdén, bloqueo sistemático y una campaña de calumnias en contra de nuestra organización por parte del ejecutivo federal y con menor grado, ahora con el gobierno de Oaxaca. Desde comienzos del sexenio del gobernador actual, el Movimiento Antorchista, entregó una lista de estas carencias, de las diferentes regiones del estado, necesidades que se resumen escencialmente en estas que describe el Coneval; sin embargo, hemos recibido a cambio una política de contención y de evasivas por parte de los funcionarios, evadiendo la gran mayoría de ellas, cuestión que en sexenios anteriores, con dificultades, se atendían y se reflejaba en el desarrollo de los pueblos y colonias de la entidad. Esta política de poca atención a las localidades marginadas, no es exclusivo ahora de la 4T y de los gobiernos estatales, de justificar millones de pesos en proyectos faraónicos, enfocados para sectores exclusivos, es desde hace mucho, una práctica común, y convenciendo a los sectores vulnerables a sumarse a dichos proyectos, ya que se argumenta saldrían beneficiados de ello y como ejemplo, ahí están los casos del Tren Transístmico o el aeropuerto de Santa Lucía.
Esta visión de la clase en el poder, choca con la lucha que encabezamos, ya que sus intereses son opuestos al nuestro, es la verdadera razón del desprecio hacia nuestra labor, aunque tengamos razón. Este interés y visión los empuja a que violenten el artículo noveno constitucional, que tutela la organización de los ciudadanos libres con fines lícitos, en el fondo, buscan eliminar el mecanismo para que el hombre solo, débil ante la fuerza del Estado, no pueda juntarse con otros de su igual interés, para reclamar sus derechos, por eso se nos niega solución a nuestras demandas. Como todos somos testigos, con el Gobierno federal morenista esto se agravó, el presidente Lopez Obrador con el pretexto de combatir la “corrupción” y “acabar” con la pobreza, con su “austeridad” republicana, denosta a las organizaciones sociales, eliminó programas, fideicomisos, recortes presupuestales a los Estados y Municipios, para obras del tipo que señala el Coneval; entonces, ¿cómo lograremos salir de estos rezagos sin recursos y sin atención?
Por lo anterior, parece ser que no es muy diferente la visión y política que se aplica en Oaxaca, quizá por eso, nunca hemos oido una opinión encontrada con el gobierno federal, por el contrario, las imágenes de los eventos del presidente de la república con el gobernador, nos han dejado la impresión de que trabajan bajo una misma línea y a veces pareciera una abierta campaña a favor de la política improvisada del gobierno federal, hecho que se refleja en una clara confusión de los mismos correligionarios, del partido en el poder del Estado. No pronunciarse en contra de los atropellos hacia los oaxaqueños, por las razones que sean, es sumarse abiertamente de facto al carruaje morenista. Cuando regrese la ola y el pueblo se dé cuenta que Morena no fue la esperanza de este país, como se viene demostrando, el pueblo no debe olvidar quienes fueron los aliados de tal política.
Los antorchistas, llamamos a las fuerzas progresistas dentro del mismo gobierno y a la sociedad civil, a comprender lo que está pasando y formemos una auténtica fuerza social, haciendo a un lado lo caduco, con ropaje nuevo, que nos quiere vender una nueva esperanza para Oaxaca y rescatemos la tierra Juárez, de los hermanos Flores Magón, para hacer de éste, un estado sobresaliente. Los oaxaqueños tenemos con qué, luchemos por desaparecer el nombre de nuestra entidad de la lista de los más rezagados. Los antorchistas vamos a luchar, vamos a ir más allá de las demandas concretas, y como resultado obtendremos el desvelar la verdad y por lo tanto, orientar al pueblo oaxaqueño a distinguir a sus verdaderos amigos.
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