El próximo 6 de junio, el antorchismo nacional llevará a cabo una concentración importante en el municipio de Chilpancingo, Guerrero, que tendrá como objetivo principal exigir justicia para los compañeros Mercedes Martínez, Conrado Hernández y su pequeño hijo, quienes fueron brutalmente asesinados; y a más de 40 días del triple homicidio, no ha existido justicia para ellos.
Es verdad que una comisión de antorchistas fue recibida por la secretaria de Seguridad federal y que existe la directriz de buscar a los culpables, pero los antorchistas no esperaremos a que la justicia venga cuando quiera, seguiremos presionando para que este crimen no quede impune.
Pero no solo será este grito de justicia el que se escuchará; ya quedó claro para el Gobierno federal y, por lo menos, para la mayoría de los mexicanos, que Antorcha es un solo hombre y lucha por un mismo ideal, que los antorchistas desde de la Península de Yucatán hasta la península de Baja California, estamos en el mismo camino y actuamos de manera coordinada, y que, por ello, hace unos días en todas la capitales y ciudades importantes se escuchó el grito de justicia para los antorchistas, justicia en Guerrero; que el antorchismo nacional exige castigo para quienes planearon este crimen atroz y para quienes lo ejecutaron.
También, durante esta semana, se vislumbraron pintas con la misma leyenda: Exigimos justicia en Guerrero, leyendas que no fueron orquestadas por algún grupo de poder, sino por el sentimiento de coraje que sentimos los antorchistas al no ver castigados por este acto, fueron los antorchistas de las diferentes colonias, comunidades y ciudades, muchos de ellos que trabajaron con Conrado y Meche, señoras que vieron en estos antorchistas a líderes genuinos que desde muy temprana edad dedicaron su vida a la lucha por un mundo mejor, ellos, todos ellos son los que, a una solo voz, dentro de nuestras posibilidades, exigimos justicia en Guerrero, no solo por los antorchistas, sino por los mexicanos en general que son asesinados sin motivo alguno.
El 6 de junio, también los antorchistas de Baja California, nos sumaremos al grito, desde donde comienza la patria, exigimos castigo para Conrado, Meche y su pequeño, pero también honraremos su labor, su trabajo, de ellos y de los antorchistas que han dejado su vida en esta lucha diaria, a los compañeros que durante su vida lucharon por los pobres de México, pero que no han dejado de ser recordados por todos nosotros, por los que sostenemos la bandera del pueblo trabajador.
Felícitas, José Corrales, Aureliano y M. del Carmen, han sido en Baja California los antorchistas que dejaron parte de su vida en la lucha por un mundo mejor, a los dos primeros, no tuvo el gusto de conocerlos, pero a Aureliano, el ex luchador del ring, siempre a su modo buscando reunir a sus grupos, siempre a la cabeza de las manifestaciones con la bandera, él a su ya avanzada edad, siempre se mostró fiel y entregado a la lucha, siempre con el pendiente de su viejita, procuraba acomodar todo, “porque si lo acomodas, hay tiempo”, decía; Doña Carmen, la conocí por primera vez durante una transmisión en vivo que hizo desde su cuenta de Facebook, discutiendo con un policía de Mexicali que jaloneaba un señor de la tercera edad a quien pretendían desalojar, pero Carmelita, como le decían de cariño, siempre llegaba como bala al lugar, siempre pendiente los compañeros, siempre a la cabeza, como lo habría aprendido, al frente del pueblo trabajador.
El 6 de junio, los antorchistas de Baja California, también tenemos una tarea, asistir a esta concentración en el municipio de Tijuana, para recordar, exigir justicia, pero sobre todo, para reafirmar nuestro compromiso con los pobres de México, para que todo mundo vea, que la Antorcha está prendida y puede calentar millones de corazones.
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