El mango es una fruta típica de México caracterizada por deliciosa y versátil (se pueda disfrutar de diferentes maneras: suele consumirse fresco, tradicionalmente con chile, limón y chamoy, sobre todo en zonas de playa; además suele ser procesado para la creación de diversos productos como mermeladas, conservas, salsas, helados, jugos, yogurt, entre otros); además de ser un producto que genera grandes ganancias por sus exportaciones, se consume en al menos 38 países.
Este fruto suculento y carnoso es uno de los más cotizados en México y el mundo. Desde febrero hasta agosto, es característico tener en nuestro país el dulce y refrescante sabor del mango en los hogares mexicanos.
Aunque el árbol de mango es endémico del sureste de Asia, México ha sabido aprovechar su territorio para producir y exportar este fruto. Tan solo en 2019 se observó un nuevo máximo en sus exportaciones con un total de 450 mil 524 toneladas, por lo que nuestro país se colocó en el sexto productor de mando a nivel mundial. La venta de mango se ha incrementado en los últimos años, posicionándolo como uno de los frutos tropicales más comercializados del mundo, después del plátano, piña y aguacate. La exportación de mango se realiza mayormente como fruta fresca y sólo un 2 por ciento en pulpa o jugo.
El mango mexicano se exporta a 28 países, entre los que sobresalen Estados Unidos (EE. UU.) y Canadá, que adquieren en conjunto el 98 por ciento de las importaciones. Recientemente se ha reportado un alza en la demanda de los países importadores de mango del 35%, mientras que la solicitud del mercado nacional sólo representa un 19 por ciento de la producción.
El mango es de climas cálidos, y en México se cosecha en 23 estados, siendo Sinaloa, Guerrero, Nayarit y Chiapas las principales entidades productoras de esta fruta, ya que solo estos estados generan dos terceras partes del volumen cosechado a nivel nacional, además de los estados de Oaxaca, Michoacán, Colima, Veracruz, Jalisco y Campeche.
Nuestro país cuenta con las condiciones ideales para cultivar esta fruta, pues el mango requiere de un clima tropical con alternancia entre lluvia y seguía, con duración mínima de un mes para inducir la floración de la planta. Se requiere de un suelo arenoso, limoso o arcilloso para que la planta tenga una rápida penetración y anclaje de las raíces.
Existen muchas variedades de mango, en México podemos identificar distintos tipos, entre los más populares se encuentran el mango Ataulfo, originario de Chiapas, pequeño y ovalado con una pulpa dulce y cremosa; el mango Kent es uno de los favoritos por su sabor dulce, baja fibra y jugosidad, es de color rojo intenso y amarillo; el tipo Keitt es entre dulce y ácido, con una pulpa firme sin fibra; por su parte el mango Tommy Atkins se distingue por su color rojo intenso que cuando madura se torna verde oscuro con algunos pigmentos rojos; el mango Hadden tiene una cascara color verde y amarillo con pequeños puntos blancos y es perfecto para acompañar ensaladas o platillos fríos. Finalmente, el mango Manila, que cuenta con un sabor y textura suave sin fibra, utilizado en la repostería por la finura de su pulpa.
En Jalisco el mango se cultiva desde 1960 en la región Costa, así como la zona Valles, actualmente es un cultivo frutícola comercial con una superficie 7,494.34 hectáreas distribuidos en municipios como La Huerta, Cihuatlán, Tomatlán, Tequila, Ameca, San Cristóbal de la Barranca, entre otros.
Para ilustrar la importancia del mango jalisciense, el titular del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Jalisco (Cesavejal), refirió que tan solo en la zona agrícola de Campo Acosta, en el municipio de Tomatlán, el año 2020 tuvo una derrama económica de más de tres mil 300 millones de pesos, al acumularse la producción en dos mil 600 hectáreas y tomando en cuenta la venta de la caja de fruta a 85 pesos. En este empaque, la mitad de la fruta se fue al mercado de exportación. En la presente temporada 2022, el precio de la caja de fruta se redujo de 250 pesos a inicios de la temporada a 60 pesos en lo que va de la temporada, y una de las dos empacadoras del municipio cerro labores por falta de liquidez.
Por su parte, el Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP) informó que Jalisco cuenta con siete mil 769 hectáreas de mango y una producción de 110 mil toneladas. Tan solo el municipio de Tomatlán tiene 5 mil hectáreas de producción de la fruta y apenas hay dos empacadoras, las cuales resultan insuficientes.
Al respecto, el dirigente del Sistema Producto Mango Jalisco, señaló que esta temporada 2022 los productores de la región ven un futuro muy incierto en cuanto a la comercialización de la fruta debido a la falta de infraestructura y apoyo del gobierno federal para el adecuado manejo de la producción del mango. Como recordaremos, con el argumento del combate a la corrupción desde el inicio de la presente administración que encabeza el presidente López Obrador, se desaparecieron más de 100 fideicomisos federales, entre ellos destinados al campo.
Los raquíticos esfuerzos de programas aislados y superficiales que el gobierno federal han impulsado para que el campo subsista, dejan desprotegidos a los campesinos ante la competencia comercial de grandes productores y acaparadores, lo que provoca que su producto no llegue a superar el punto de equilibrio entre los costos de producción y las comisiones de los intermediarios o coyotes, lo que trae como consecuencia inevitable que cientos de toneladas de frutas y hortalizas se pierdan en el campo por problemas de comercialización.
Ante el evidente abandono que padece el campo mexicano, por parte del Gobierno federal, hacemos un llamado extensivo a todos los pequeños productores en general y a los productores de mango en particular a unir fuerzas y juntos exigir que el gobierno destine los recursos que tanto necesita el campo mexicano. Estamos a tiempo.
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