Después de anunciarlo por diferentes medios y foros durante más de una semana, habitantes de Álvaro Obregón, organizados en el Movimiento Antorchista, materializaron este 16 de febrero, una manifestación, haciendo uso del derecho que les asiste asentado en nuestra Carta Magna.
Desde las 9:30 a. m. empezaron a llegar los primeros contingentes de capitalinos, y a las 10:30 a. m. ya estaba el grueso de los manifestantes listos y dispuestos para luchar por sus derechos y exigir a una sola voz que se resuelva su demanda genuina de contar con una vivienda. El derecho a esta también está en nuestra Constitución, en su artículo cuarto, y ha sido pisoteado, por lo que millones de familias mexicanas tienen que vivir hacinadas o pagando altos costos en rentas; dinero totalmente tirado a la basura.
En la Ciudad de México existe un déficit de vivienda de al menos cuatro millones, o sea cuatro millones de citadinos tienen que vivir en condiciones inadecuadas, aunado al poco recurso que reciben como salario, cuando cuentan con uno.
A pesar de todos los que se oponen a la donación de un predio por parte del Indep, el año pasado el ahora exdirector, Ernesto Prieto, se comprometió a dar curso a los trámites necesarios.
Porque para variar este es un mal que también golpea a nuestro país: miles no cuentan con un empleo o tienen que autoemplearse en el comercio informal, e injustamente tienen que usar esos recursos para pagar costosas rentas, aunque sea de un simple cuarto.
Los antorchistas marcharon por toda la avenida Insurgentes Sur de forma pacífica. Fue una marcha larga, de más de una hora de trayecto, por todas las veces que la marcha debió detenerse para informar a la ciudadanía el motivo de la protesta; para que supieran que no es intransigencia la que mueve a las masas, sino un profundo hartazgo a causa de quienes tienen el poder en sus manos, de quienes con los recursos públicos se benefician y lucran con los bienes de la nación, como lo ha venido haciendo el Indep (Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado).
El Indep es un organismo presentado por López Obrador como el templo anticorrupción, como una institución que devolvería al pueblo lo saqueado por otros, siempre otros, pero del que todos sabemos los terribles y sonados actos de corrupción en los que se han visto envueltos sus funcionarios, quienes no han desaprovechado la oportunidad, al estar al frente de una mina de oro, de robar poco a poco, desde joyas hasta un auto de lujo.
También sabemos del alto funcionario que tuvo que ser removido de su cargo porque fue acusado por los trabajadores de exigir moches.
Entre los bienes que ha “recuperado”, el instituto tiene en su posesión un predio de 999 metros cuadrados, que en vez de devolver al pueblo para que en él se construya vivienda popular, se ha encargado de buscarle un jugoso comprador, que pague por él hasta 28 millones de pesos: leyó usted bien, 28 millones, cantidad exorbitante que las familias afectadas por la falta de vivienda no pueden pagar.
En un peregrinar de gestiones, los antorchistas han solicitado de manera respetuosa la donación de este predio; sin embargo, y a pesar de todos los funcionarios que se oponen a esta donación, el año pasado el ahora exdirector del Indep, Ernesto Prieto Ortega, se comprometió a dar curso a todos los trámites necesarios para que este predio fuera donado a la brevedad.
En septiembre de 2023, cuando los antorchistas marcharon y se plantaron frente a sus oficinas, pidieron que se levantara el plantón y a cambio se donaría este terreno. Para octubre de ese mismo año, el señor ya se había ido a su estado natal Guanajuato, a buscar la candidatura a la gubernatura; menos mal que no ganó porque seguro llegó con un discurso lleno de mentiras a los guanajuatenses.
Tras su marcha, antorchistas llegaron al lugar pasando las 12 del día para encontrarse con la no grata sorpresa de que las oficinas del Indep habían sido cerradas con piedra y lodo; que sus funcionarios habían literalmente huido del lugar cuando se enteraron de que venía en marcha una numerosa manifestación de citadinos inconformes por sus mentiras; sería porque saben que no han cumplido y se han burlado de la gente pobre.
Los antorchistas procedieron a instalar su plantón y a corear enérgicas consignas y discursos, en los que reprocharon el actuar de los funcionarios que despachan en el Indep. Casi dos horas después de haberse instalado, personal de Concertación Ciudadana del Gobierno capitalino, acudió al lugar para agendar una cita con funcionarios del Indep, del Gobierno de la Ciudad y el Comité Estatal del Movimiento Antorchista, para ofrecer, dicen, una solución a la problemática.
Ojalá que sí cumplan porque el pueblo siempre tendrá en su poder el derecho constitucional a la manifestación pública, a exigir cuando no esté de acuerdo con el proceder de las autoridades. Los antorchistas se presentarán a la cita agendada en tiempo y forma, y más que una simple reunión, esperan soluciones de una vez por todas.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario