Como vimos el pasado 6 de junio, 10 fueron los candidatos de 11 partidos políticos que participaron en la elección de presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y gobernador, en que resultó electo el candidato del PAN, Mauricio Kuri González, con más del 54 por ciento de los votos; nada que no estuviera previsto si tomamos en cuenta que su partido tiene poder en el estado y el desgaste del resto de los partidos, que hizo que no tuviera una verdadera oposición en los candidatos del PRI, Morena, PVEM, PRD, Fuerza por México, RSP, PES, PT y MC.
El reto de Kuri González es muy grande si consideramos también que el panismo de Querétaro es de los pocos que a nivel nacional logró la gubernatura, afianzó su poder en todos los distritos federales y locales, y la mayoría de las alcaldías, pero sobre todo por haber hecho el compromiso público en sus actos de campaña, de erradicar la pobreza en el estado, promesa que no por ser bonita es posible cumplirla sobre todo en un sistema como el nuestro (me vino a la mente el “no mentir, no robar y no traicionar, imposible en un gobierno de Morena”).
Aunque generalmente en campaña todo se promete, pero muy poco se cumple, pues como dice la famosa frase: “prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila”, el gobernador electo se comprometió a echar a andar el programa “Cero Pobreza Extrema”, con el que se busca eliminar las carencias de la población a través de la implementación de cadenas de producción, inversiones y comercio con municipios serranos, promover un seguro de desempleo, impulsar por medio del programa, Educación de 10, la educación con mejores planteles y otorgar becas, apoyar el emprendimiento de nuevos negocios, brindar más seguridad pública a través de cámaras de videovigilancia, elevar la preparación y sueldos de los policías.
Y entre varias promesas más, ayudar a las mujeres a través de la “Tarjeta Contigo” donde se depositarán 1,500 pesos mensuales para completar el gasto familiar. A pesar de que Querétaro no es de las entidades con mayor rezago social, lo cierto es que sí falta mejorar bastante las condiciones de vida de los ciudadanos. Según el Inegi, sin considerar los estragos causados por la pandemia en el último año y medio, y el empobrecimiento de la gente, resultado de las malas políticas y el nulo apoyo del gobierno de la 4T, de 2008 a 2018, la pobreza extrema en el estado había disminuido 3.5 puntos porcentuales al pasar de 5.5% a 2%, pero en sentido negativo, el porcentaje de personas vulnerables por carencias sociales, con un ingreso superior a la línea de pobreza, con una o más carencias, aumentó 3 puntos porcentuales.
Pasó de 35% en 2008 a 38% en 2018, lo que significa que hubo 172,500 personas más en esta situación. La población vulnerable por ingresos, que según contempla a personas que no tienen ninguna carencia, pero cuyo ingreso es igual o inferior a la línea de pobreza por ingreso, creció? 1.3 puntos porcentuales, al situarse en 6.3% en 2018, después de que en 2008 el porcentaje era de 5.1%. En este período cerca de más de 42 mil personas entraron en esta situación. Por último, aunque la población no pobre y no vulnerable aumento? 3.4 puntos porcentuales al pasar de 24.7% en 2008 a 28.1% en 2018 las carencias siguen siendo esencialmente las mismas que en el sexenio anterior.
La situación es difícil, pero hay esperanza en el nuevo gobierno que encabezará Mauricio Kuri, pronto veremos cuánto y cómo se hacen las cosas, pues resolver las necesidades de empleo, vivienda, agua potable, salud, educación y seguridad pública de los que menos tienen es muy urgente.
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