MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Quirino Ordaz discrimina a antorchistas sinaloenses

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El artículo octavo de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que, "los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa...", y el noveno puntualiza que, "no se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito". Bajo estos dos argumentos imperativos conviene decir que: El gobernador priista de Sinaloa, (aunque bien a bien ya no se sabe qué marca partidista traiga, porque como dice el dicho, "muerto el rey, viva el rey", hoy que su partido naufraga, defiende mejor que cualquier morenista las posturas del presidente de la república, aunque sean equívocas), declaró hace unos días que él, no va tratar con organizaciones, que su gobierno atenderá directamente a las personas, sin intermediarios. Cuestión que contradice la naturaleza de los artículos constitucionales antes mencionados y el espíritu social del PRI, partido que lo llevó al poder.

Esto de tratar con individuos y no con organizaciones, no es nada nuevo. Ya Vicente Fox al arribar a la presidencia declaró que él no "trataría con organizaciones, sino solo con ciudadanos", ¿y qué pasó?, se fue Fox y las organizaciones campesinas y populares como la nuestra, continúan representando a los sectores sociales que de otra manera no serían escuchados.

Quirino Ordaz Coppel, debería ser más honesto. No trata con las que no le son afines o con las que no son sus incondicionales, pero de que trata con organizaciones, sí trata: a diario sale en la prensa que se reunió con tal o cuál agrupación de agricultores, cenecista u alguna que representa algún sector productivo, con alguna cámara de comercio o representantes del sector restaurantero u hotelero, del cual además es miembro. Todo esto no está mal, lo que está mal es su desprecio a los sectores vulnerables, esos a los que les falta agua potable, drenaje sanitario, vivienda, pavimentación, regularización de terrenos y muchos etcéteras más.

El gobernador muestra con su actitud ilegal, sectaria y prepotente, su posición de clase, de clase privilegiada, esa que no acepta bajo ninguna circunstancia que los pobres se organicen para exigir su derecho a una vida mejor. Esa clase que quiere someter por siglos a la clase trabajadora; a esa clase privilegiada representa el gobernador de Sinaloa y, de ahí se explica su odio hacia el antorchismo que solo le pide cumpla con sus compromisos de campaña y los establecidos en la minuta de trabajo celebrada entre su gobierno y la organización antorchista el pasado 21 de junio del 2019 y, que contempla los intereses apremiantes de miles de sinaloenses de muy bajos ingresos.

En dicho documento petitorio solo pedimos obras y servicios; acciones que sólo van a paliar la pobreza de miles de ciudadanos, pero en lugar de atender y solucionar, el gobernador nos insulta; bien harían algunos de sus asesores en sacar de su equívoco al señor gobernador, pues si bien es cierto que debido a la contingencia de salud por la pandemia del coronavirus y, procurando de manera responsable la salud de nuestros compañeros y el resto de la población, levantamos el plantón que sosteníamos frente al palacio de gobierno, eso no significa que renunciemos a nuestro legítimo derecho de seguir exigiendo una vida mejor para nuestras colonias y pueblos siempre olvidados y solo tomados en cuenta para ir a votar por individuos que, cuando llegan al poder se olvidan de sus compromisos y de los menesterosos que confiaron en ellos, tal y como está haciendo el gobernador Quirino Ordaz Coppel.

Por nuestra parte, los antorchistas aprovecharemos estos días de cuarentena para seguir denunciando a través de redes sociales y otros medios la política inhumana del gobernador, con respeto pero con energía, pues no le estamos pidiendo que gaste de su peculio para satisfacer las necesidades que le plantean los ciudadanos organizados, sino más bien, que use el dinero de los impuestos para mejorar la vida de la población más necesitada, impuestos que ineludiblemente también pagamos los antorchistas, y que no deben ser usados mayoritariamente en la zona turística de Mazatlán, donde el señor gobernador seguramente tiene intereses.

Hacemos votos para que el licenciado Quirino Ordaz reflexione, los antorchistas no somos sus enemigos, jamás personalizamos nuestra lucha, si hacemos mención de su persona es como gobernador, responsable de los asuntos públicos de todo Sinaloa y como tal, le solicitamos se abra al diálogo respetuoso y juntos encontremos una salida justa a las peticiones de colonos, campesinos, estudiantes y profesores organizados en el antorchismo y quienes no dejarán de luchar hasta encontrar solución a sus peticiones.

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