Aun en campaña, el ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador llevaba como bandera la construcción de tres obras principales, que para varios críticos estaban mal planeadas, obras de ocurrencia que, ante los hechos, ha sido verdad. Ya se inauguraron dos de ellas, primero el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles cuyo funcionamiento es de criticar.
Y el pasado primero de julio del presente año, en Dos Bocas, Tabasco, el presidente López Obrador inauguró la segunda obra faraónica de su sexenio, la refinería Olmeca, en la fecha que él había prometido, sin embargo, la realidad siempre nos alcanza y sería absurdo pensar que es un cumplimiento del presidente a su palabra, ya que como muchas otras promesas realizadas y según él y sus seguidores cumplida, la refinería Dos Bocas hasta hoy es un error.
Es importante destacar que, en México, es necesaria la inversión pública, pues para el desarrollo de un país se debe generar también riqueza, esto se puede hacer a través de las empresas del Estado como CFE y Pemex. Sin embargo, en el último reporte ambas pierden (pérdida neta de 50.7 mil millones en el periodo enero-septiembre 2022 y 52 mil millones de pesos en el último trimestre, respectivamente), esto quiere decir que en lugar de que estas empresas den recurso al país, que debería distribuirse en obra pública (mucho le hace falta a México), le quitan presupuesto para mantenerlas.
Pemex aún no funciona, el único momento en el que dio utilidades fue en 2020 debido al conflicto que existía por el petróleo, pero que el mismo presidente, tomando de hecho que todos los mexicanos somos ignorantes, salió a presumir que era gracias a su trabajo. A pesar de esto, hoy esta inaugurada la refinería Olmeca en su periodo de prueba.
A inicio del sexenio, el presidente dijo, en una de sus mañaneras, que el costo de la refinería saldría en ocho mil 900 millones de dólares, y todavía en mayo de 2019 cambió la cifra a ocho mil millones de dólares y mencionando que todavía se podía ahorrar, pero las cosas no son así, hasta el día de hoy, la refinería lleva un costo de 11,650 millones de dólares, un sobrecosto de 45 por ciento comparado con lo informado en mayo 2019, ¿a que inversionista le puede pasar esto? Solo a quienes no siguen los procesos de un proyecto de inversión.
El desarrollo del proyecto de Dos Bocas se ha caracterizado por la falta de planeación, es necesario para poder ejecutar un proyecto de inversión, un análisis costo – beneficio, ambiental para poder determinar si es viable o no invertir, cosa que pedíamos muchos de los mexicanos que algo nos preocupamos por el país, siendo este juguete del presidente subsidiado con recurso federal, sin embargo, siempre hubo una negativa y mal información, el proyecto ha sido desarrollado por una empresa filial a Pemex que por su naturaleza jurídica no tiene obligaciones de transparencia, por lo que no hay información suficiente sobre el proyecto en el Presupuesto de Egresos de la Federación o en la Cuenta Pública.
Estimado lector, esto es de preocuparse y no podemos ir vagando por la vida sin preocuparnos y aplaudiendo las ocurrencias del presidente como si fuera un show de circo, debemos ser más críticos y analizar qué le conviene al país, no debemos ser esa foca a la que le dan un cacho de pescado para que actué como lo dice el que lo entrena y aplauda cuando él lo indica.
¿Necesitamos invertir? Claro que sí, pero en proyectos de inversión que sean estudiados y bien planeados, no por capricho. De igual importancia necesitamos que las empresas funcionen, que en lugar de quitar recurso a la federación cumplan con su objetivo y den los recursos que se proyectan.
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