El pasado 15 de febrero fue el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer Infantil, esta enfermedad provoca que, en México cada 4 horas, fallezca un niño; y se coloca como la segunda causa de muerte en niños de 5 a 14 años, cifra que sólo es superada por los accidentes.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, cada año 7 mil menores de 18 años enferman de algún tipo de cáncer, condición de vida que provoca múltiples problemas familiares que van desde el sentimiento de culpa de los padres, (que es muy difícil de superar y que sin duda deja huellas imborrables en toda la familia), hasta la venta de su patrimonio o el endeudamiento por préstamos con familiares e instituciones bancarias con tal de curar a los hijos, al mismo tiempo que se vive el peor de los tormentos: ver que a pesar de las quimioterapias, de las transfusiones sanguíneas y demás estudios, poco a poco, se consumen las energías del enfermo.
Tan solo en 2020 ocurrieron 32 mil 957 defunciones de niñas, niños y adolescentes, de las cuales mil 799 fueron por tumores malignos. Los cinco principales tipos de cáncer que causaron las defunciones fueron leucemia linfoide, tumor maligno del encéfalo, leucemia mieloide, tumor maligno de huesos y cartílagos articulares; además tumor maligno de hígado y vías biliares, según el Programa de Acción Específico de Prevención y Control de Cáncer 2021-2024.
Quienes hemos enfrentado este problema compartimos la amarga experiencia, es una de las enfermedades más costosas y con poca expectativa de vida: de inmediato vamos al hospital más cercano para la realización de los estudios (con la esperanza de que el diagnóstico inicial haya sido equivocado), pero una vez que se confirma el cáncer empieza la incertidumbre dado que son pocos los que se salvan, aunque la medicina ya tiene más avances en comparación a la década pasada.
Nosotros fuimos atendidos en el Hospital de Aguascalientes, en el año 2005 no había el desabasto de medicamentos ni de estudios como ahora, desde un principio mi niña recibió todo la atención; además, logramos la solidaridad de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), en Zacatecas, a través de Susan Cabral Bujdud, su presidenta honorífica, con quien estaré eternamente agradecido.
Trato el tema debido a que con el gobierno de la Cuarta Transformación a cargo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), las cosas han empeorado tanto que se han cumplido tres años del desabasto de medicamentos, lo que ha provocado que los padres de los niños con cáncer hayan acudido a la protección de la ley a través del amparo como último recurso legal para garantizar la entrega de oncológicos y se les puedan realizar las quimioterapias.
Además, por tercer año consecutivo el gobierno de López Obrador suspendió las obras de ampliación de las áreas de consulta, quimioterapia, cirugías y terapias intensivas del Instituto Nacional de Pediatría en medio de las denuncias de organizaciones de padres de familia, pero no hay intención de cambiar de política. Las obras suspendidas consisten en la ampliación de los servicios de consulta externa, indispensables para el diagnóstico, en áreas de hematología y oncología con seis consultorios para cada una de esas especialidades.
Y no conforme con eso AMLO castiga a quienes han protestado, por andar, a su decir, “de revoltosos”, los acusa de conservadores, los considera sus adversarios y les echa a andar a los ciegos chairos que salen al ataque.
Israel Rivas Bastida, presidente del Movimiento Nacional por la Salud “Papás de Niños con Cáncer”, calculó que hay entre 23 y 30 mil menores en todo el país con algún problema de tumor, por lo que preocupa que desde el 2018 a la fecha, los niños no han recibido atención profesional, ni provisión de medicamentos por parte de las autoridades de salud.
El presidente ofreció un sistema de salud envidiable con estándares similares a los de Dinamarca, así convenció a los mexicanos que era conveniente apoyar su proyecto, pero ahora todo se compra debido a la falsa austeridad republicana de su gobierno, porque eso de que primero los pobres es solo demagogia. El morenista vive en Palacio Nacional aislado del México real, lo hace quejándose de que su transformación tiene miles de enemigos haciéndose el mártir, finge luchar contra la corrupción y entrega las becas donde se consume la mayor parte del presupuesto, a la vez que se compra la conformidad de los beneficiarios.
Los zacatecanos debemos sumarnos a la exigencia de que los medicamentos oncológicos lleguen a todos los niños para que reciban su tratamiento de manera oportuna ya que es lamentable el que hayan acudido al amparo porque esa medida es la evidencia de que las cosas van muy mal con AMLO a más de la mitad de su sexenio.
Por esto vale reconocer el esfuerzo que realiza AMANC, lo que nos lleva a reflexionar en que hay temas prioritarios que no quiere atender el gobierno de la 4T, a pesar de que le demuestran que ha errado el camino y se han pronunciado en contra del gasto de dinero en consultas ciudadanas inútiles, en perseguir a los corruptos del pasado mientras se desentiende de problemas de salud, como el de los niños con cáncer.
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