La 4T ya no tiene dinero y desesperadamente está buscando ver de dónde jala lo último que quede, para echar mano de ello, curiosamente un poco antes de las elecciones de junio. Efectivamente, recordar que este gobierno lo primero que hizo fue echar mano de los llamados fondos de estabilización que se usaban para que si los ingresos obtenidos eran inferiores a los gastos proyectados del gobierno, entonces, entraba el fondo de estabilización de los ingresos y se garantizaba el gasto programado, pues bien, más o menos 308 mil millones de pesos agarró el gobierno de ese fondo.
Luego vino el atraco a varios de los fideicomisos, entre ellos los relativos a la ciencia; junto con ellos, el famoso Fondén, que servía para atender emergencias por desastres naturales, como fue el caso del huracán Otis; pero también hicieron suyo el Fondo de Salud para el Bienestar. En total, el gobierno “confiscó” 135 mil millones de pesos.
Como ya no tienen dinero y les urge agarrar de donde haya, aunque ese dinero sea privado y no se tenga derecho a usarlo, se lanzan contra las afores
Más tarde se lanzó en contra de los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, que representaba el esfuerzo de muchos años hecho por los trabajadores de ese poder, para jubilarse con seguridad. De esos fondos, se estima que querían hacerse de 15 mil millones de pesos. Debemos recordar que los amparos nacidos a propósito de este despropósito, suspendieron de manera definitiva la aplicación de esta ley.
A esto debemos agregar el ineficiente gasto que ha hecho este gobierno, en tanto ha preferido dirigir los recursos hacia mega obras inútiles que han representado un gasto excesivo. Se sigue pagando el aeropuerto que bien ya podría estar en funciones en Texcoco, para construir un aeropuerto que tiene más baños que vuelos, como dijo una diputada y a cambio, dijeron que nos darían un parque ecológico y que se recuperaría el lago de Texcoco; sin embargo, no tenemos ni aeropuerto, ni vuelos, ni lago de Texcoco, pero sí un gasto inútil y una deuda que tenemos que pagar los mexicanos por tan malas decisiones.
Luego les dio por hacer una refinería que ha sido inaugurada en más de una ocasión; sin embargo, sigue sin refinar un solo barril de gasolina, tal como lo advirtiera en su momento Ochoa Reza, ex diputado federal y ex director de la CFE. Pero eso sí, se anunció que, “austeramente”, costaría unos 8 mil millones de dólares; sin embargo, ya va al doble, 16 mil millones de dólares, y sigue sin refinar.
También se destinaron recursos a la creación del, así lo dijo el propio presidente, mejor sistema de salud pública, como en Dinamarca, el INSABI y desaparecieron el Seguro Popular. Pues la realidad demostró su inviabilidad y lo lejos que estamos de Dinamarca en materia de salud. Por lo mismo, no sólo gastamos inútilmente miles de millones de pesos en este capricho; sino que, también, a la fecha siguen vigentes 543 contratos por un monto de 15 mil 697 millones de pesos (El Universal), ya sin Insabi.
Tampoco debemos olvidar otro despropósito realizado con recursos públicos y que se ha convertido en una cueva de Alibabá, con sus cuarenta ladrones: el Tren Maya que recién inició, enlodado por actos de corrupción denunciados por el portal de noticias Latinus, que además de costar muy caro, pues también dijeron que con austeridad costaría entre 200 y 300 mil millones de pesos; sin embargo, al cierre del 2024 estará en 515 mil millones de pesos, según un análisis del Instituto Mexicano de la Competitividad (El Economista, diciembre de 2023), ya se descarriló.
Pues no conformes con esos despropósitos, el pasado 22 de abril, el grupo parlamentario mayoritario acabó de instrumentar otro atropello en contra de la ciudadanía, pues aprobaron una reforma a las pensiones para disponer del dinero de los trabajadores mayores de 70 o 75 años, según sea el caso, IMSS o ISSSTE respectivamente, para enviarlos al Fondo de Pensiones para el Bienestar. Lo que aprobaron los del grupo mayoritario, se puede describir así. Supón que tienes ahorros en tu casa y que, por alguna razón, has dejado de ahorrar y, por lo mismo, tienes sólo lo que ahorraste hasta un determinado tiempo. El dinero que tienes sigue ahí, no lo has usado y esperas usarlo para cuando sea necesario o heredárselo a tus hijos o a quien tu consideres. Resulta que si tienes 70 años y detectan que no has metido más dinero a tu caja de ahorro, pero tampoco has retirado dinero, es decir, tu ahorro está “inactivo”, entonces, los morenistas aprobaron, como si dijéramos, meterse a tu casa, abrir tu caja de ahorros y llevarse tu dinero.
Cada cuenta Afore tiene beneficiarios, de manera que si el beneficiario de una cuenta inactiva es menor de setenta años, entonces, no podrían disponer de ese recurso; sin embargo, el atropello consiste, justamente, en que pasan por encima de eso. Hay beneficiarios cuyo familiar ya murió; sin embargo, no han reclamado el recurso, porque no saben que pueden ni cómo hacerlo. En vez de decomisar ese dinero, el gobierno debería coadyuvar con quienes son los herederos de tales recursos, no para llevarlos a un fideicomiso federal, sino para que los beneficiarios reciban los recursos que con tantos esfuerzos acumuló su pariente.
Como ya no tienen dinero y les urge agarrar de donde haya, aunque ese dinero sea privado y no se tenga derecho a usarlo, se lanzan contra las afores porque la cantidad de dinero que existe en los fondos que se encuentran en inactividad supera los 76,132 millones de pesos, los cuales se encuentran registrados en las Afores, pero son administrados por el Banco de México, no por la banca privada como argumenta el bloque morenista en la Cámara de Diputados y si ya hicieron eso con las cuentas inactivas de setenta años y más, qué nos garantiza que no harán lo mismo con otras edades, es decir, si ya agarraron recursos públicos, como los vampiros, si ya probaron la sangre, querrán más sangre…
Asimismo, el nuevo fondo que pretenden formar del gobierno federal, no tiene reglas de operación claras y ello se explica porque este gobierno, que exigía transparencia a los anteriores, resultó ser el más opaco de la era moderna.
Por ello, hacemos un llamado al pueblo de México para que construya el instrumento de su liberación, es decir, que se sume al Movimiento Antorchista Nacional y tenga la fuerza para defenderse de esta clase de atropellos y otros más, pues hace falta construir un país nuevo, desarrollado, viable, amigable con el medio ambiente y equitativo. Estamos en el ocaso de este gobierno y la situación no mejoró como lo prometieron, por ello, hay que insistir en la necesidad de construir un gobierno verdaderamente popular. Esa es la tarea, construir la organización que le permita al pueblo alcanzar el poder político de México y esa organización es, como queda dicho, el Movimiento Antorchista Nacional.
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