En el marco del Día del Trabajo, es necesario revisar la iniciativa que pretende reformar el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas en México.
Revisemos un caso concreto, Ciudad Juárez, Chihuahua, en esta zona fronteriza, la mayoría de las maquilas laboran de lunes a viernes (algo que se pretende con esta reforma a nivel nacional), sin embargo los obreros deben doblar turno y muchos más deben vender su fuerza de trabajo en dos empresas maquiladoras o ir tiempo extra los sábados y domingos, en Ciudad Juárez el salario mínimo es de $312.41 diarios por ser parte de la franja fronteriza y para los municipios que no están dentro de esa franja fronteriza es de $207.44.
Ahora bien, muchos podrán decir que en este año hubo un aumento del 20 por ciento al salario y es correcto, pero también es cierto que los costos de la canasta básica se han ido al cielo y que hoy, en comparación con hace cuatro años, con $200 ya no podemos comprar lo mismo, el peso, pues, ha ido perdiendo poder adquisitivo.
A mi juicio se debería, en primer lugar, aumentar el salario: la canasta básica en zonas urbanas según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) tiene un costo de $2,144 (11 por ciento más que el año pasado) lo que quiere decir que una familia de cuatro integrantes para solventar sus gastos necesita de $8,576 sin contar renta y transporte, no se corresponde lo que gana con lo que gasta y precisamente eso es lo que hace que el obrero tenga que doblar turnos, quedarse tiempo extra y hasta trabajar en dos empresas.
El aumento al salario no fue más que humo para los ojos de los trabajadores de México, no vino a solucionar en lo más mínimo el problema de bajos salarios, al contrario, este problema ha empeorado, los trabajadores deberíamos exigir aumento al salario e instrumentos que sirvan realmente para frenar la inflación y no maniobras como lo que fue el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), que también se ha vuelto humo y en nada ha ayudado realmente al pueblo trabajador.
La reducción a la jornada de trabajo no va a solucionar el problema real que es económico, el salario que recibe actualmente el trabajador no alcanza para la canasta básica, de nada servirá reducir la jornada laboral, pues el trabajador cumplirá su jornada y tendrá que buscar de qué manera sacar más dinero para los gastos de su familia, la nueva jornada de trabajo que se intenta impulsar carece de lo esencial.
Bien hará el pueblo trabajador en aceptar dicha reforma, pero al mismo tiempo exigir mejores salarios, pues sin un salario digno para qué nos sirviera el sábado y domingo, si no tenemos dinero ¿podremos pasear a nuestros hijos?, ¿podremos vacacionar?, si a duras penas nos alcanza para sobrevivir.
Soluciones al vapor lo único que van a traer es más problemas y deterioro al tejido social, no es verdad lo que dice el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que Morena y sus aliados todo lo que hacen es pensando en el bienestar del pueblo, en la práctica sólo han demostrado que no saben lo que están haciendo y eso está llevando al país a un callejón sin salida.
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