*En plena capital del estado, Chilpancingo, familias humildes continúan viviendo en casas a punto de derrumbarse
*Las grietas de las viviendas continúan agrandándose, sin que ninguna autoridad dé alternativas para su reubicación
Ya estoy cansada y no sabemos a quién recurrir, lamenta desesperada Clementina Martínez García, a casi seis años del deslizamiento de tierra que resquebrajó paredes y pisos de su hogar, que está al borde del colapso. En esta situación están 10 familias muy humildes de la colonia Héroes de Guerrero, al norte de Chilpancingo, que se niegan a dejar su único patrimonio, sin que, a la fecha, ninguna autoridad se haga responsable o dé alternativas para su reubicación y de esta manera concluyan años de constante zozobra ante el riesgo de ser sepultados.
En octubre de 2015, un deslizamiento de tierra destrozó por completo el circuito Ángel Andraca, acceso principal a este asentamiento humano que estaba próximo a inaugurarse, también ocasionó graves cuarteaduras en cimientos y paredes de las viviendas, que incluso fueron abandonadas luego de que la Secretaría de Protección Civil las declarara inhabitables. Algunas casas se desplomaron completamente, unas 10 a punto de derrumbarse, con grandes cuarteaduras o graves desniveles, sus propietarios prefirieron abandonarlas y buscar opciones para continuar viviendo, “pero 10 familias continúan en sus casas pese al riesgo que representan las visibles cuarteaduras en paredes y pisos porque es su único patrimonio y no tienen posibilidad de pagar renta”.
El mismo mes recibieron un dictamen de desalojo de las autoridades municipales, que a la vez se comprometieron a reubicarlos en una zona segura y a apoyarlos con el pago de una renta, “a casi seis años del desastre que nos dejó prácticamente en la calle, no hay respuesta concreta al compromiso de reubicación, menos de apoyo para pagar renta, por eso decidimos regresar a nuestras casas a pesar del riesgo constante. Otras familias definitivamente no pueden regresar a sus casas porque no queda prácticamente nada de ellas, se hundieron por completo y en otras, es imposible habitar por las grandes grietas y desniveles”.
…Las grietas continúan agrandándose peligrosamente, incluso, se camina de lado en las viviendas totalmente inclinadas y con la actual temporada de lluvias crece el miedo de que sus casas colapsen.
De la construcción de dos cuartos y un pequeño jardín, donde vivía doña Leodegaria Clemente Morales, originaria de la comunidad Totomixtlahuaca, municipio de Tlacoapa, en la región de La Montaña, sólo quedan unas varillas y unas plantas. Llegó a Chilpancingo hace 36 años en busca de un futuro mejor y repentinamente se vinieron abajo su patrimonio y sus esperanzas.
Para Rosa Eusebia García, una mujer de la tercera edad, el panorama no es diferente y para colmo, sus enfermedades se agravaron al ver destruido su patrimonio, fruto del trabajo realizado durante muchos años. Es originaria de un pueblo triqui del estado de Oaxaca y a base de mucho esfuerzo adquirió un lote en la colonia Héroes de Guerrero, fundada hace 20 años, donde construyó poco a poco su casa, dos cuartos, sala, comedor y un pequeño patio.
En octubre del 2015 el deslizamiento de tierra afectó gravemente su construcción y ante el dictamen de Protección Civil, que determinó inhabitable la vivienda, se fueron a rentar. Ante la falta de apoyo para pagar las rentas, que en Chilpancingo son muy caras, optaron por regresar a su casa, donde los cimientos y paredes de los cuartos están totalmente destrozados. La familia se refugia en un espacio de la sala, aunque una grieta horizontal abarca totalmente la casa, frágil y en riesgo constante de caerse. Aquí los movimientos son constantes, el agua sigue filtrándose y las grietas agrandándose.
Reubicación, opción única
Chilpancingo se encuentra en una zona altamente sísmica, por lo que, los constantes sismos y las lluvias que están en su apogeo, siguen deteriorando las casas, donde viven unas 10 familias humildes
Recorrer la colonia Héroes de Guerrero entre calles destrozadas, poste de luz a punto de caer, viviendas abandonadas construidas con tabiques, varillas y cemento, de uno, dos y hasta tres niveles, huellas de lo que fueron casas y hogares a punto de colapsar, deja en evidencia el abandono de las autoridades, que a seis años del incidente, no han atendido la demanda de reubicación de familias que viven en constante riesgo. Los daños son de tanta intensidad, que la única opción es la reubicación de los colonos, medida complicada por los costos que implica.
Mientras quedan de acuerdo si el deslizamiento de tierra fue natural o provocado por una obra mal realizada por parte del gobierno municipal, la gente vive en constante zozobra ante el peligro de que sus viviendas se vengan abajo y urgen al gobierno municipal y estatal su respaldo para ser reubicados en un lugar seguro, pues adquirieron legalmente sus terrenos, construyeron a base de mucho esfuerzo y pagan predial cada año. Se estima un total de 80 personas afectadas, entre las que abandonaron sus viviendas, las que fueron reubicadas y las que siguen viviendo en este lugar, “las autoridades se echan la bolita, si esta situación fue causada por una obra mal realizada o por un deslizamiento de tierra natural, no sabemos, lo cierto es que seguimos viviendo con miedo de quedar sepultados bajo nuestras casas, que están a punto de caerse y en este momento, las autoridades municipales argumentan el cambio de gobierno para evadir su responsabilidad”.
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