En México vivimos una de las peores crisis, no solo en salud por la pandemia de covid-19, muy a pesar de que se han incrementado las medidas sanitarias para prevenir los contagios en medida de lo posible, implementando el uso del cubrebocas adecuadamente, cubriendo boca y nariz, el gel antibacterial y la sana distancia en todos los establecimientos públicos, medios de transporte, oficinas y lugares de recreación, porque han ido abriendo poco a poco debido a la exigencia de la misma ciudadanía que, al ver el nulo apoyo del gobierno de los tres niveles, municipal, estatal y federal, y constatar que se limitaron a invitarte a quedarte en casa sin ayudar con la alimentación que por derecho corresponde a todos los mexicanos y, porque además, existe un fondo para estos casos por contingencia sanitaria, pero ¿qué creen? a pesar de que el presidente tocó madera por no llegar a los 30,000 contagiados, ya llegamos a ocupar el tercer lugar a nivel mundial con la deshonrosa cantidad de 50,000 casos positivos del virus, solo debajo de EE.UU.y Brasil.
La población no tuvo más opciones que salir a las calles en busca de sustento, a sabiendas del riesgo que se corre, pero no solo en la calle hay riesgo en los hogares también se corre el peligro de hundirse en la desesperación por falta de alimento, del recurso para pagar los impuestos que, para ellos no hay excusa, llegan y llegan dobles y hasta triples, tal parece que las mismas autoridades son los propios verdugos del pueblo, pero bueno es México y en México la corruptela vieja ya no existe, hoy tenemos que lidiar con una nueva y sus nuevos estragos.
Pero eso no es todo, en economía el país va en retroceso, la inversión anual en mayo cae 38.4 por ciento lo cual nos indica que la pobreza se incrementa por la pérdida de empleos, y la clase más desprotegida es quien paga los platos rotos como siempre ha sucedido.
Y si hablamos de educación, en línea, ¡en línea!, y lo repito no por equivocación sino para recalcar y hacer ver cómo se ha salido de control esta situación y, dejar claro que, quienes se encuentran al frente de esta dependencia no tienen ni la más mínima idea de lo que hacen.Cómo es posible que no tomen en cuenta a las niñas, niños y jóvenes que no cuentan con el servicio de internet, no tienen celular, vaya, en algunos lugares ni televisión ni energía eléctrica tienen; cómo es posible ser gobernados con tanta insensibilidad ante un pueblo vulnerable, que lo único que ha hecho generación tras generación es creer que cada sexenio será el mejor, será el del cambio y ahora el de la 4ta transformación, que en realidad solo se ha limitado a dar discursos de odio y división, hoy las escuelas están tristes sin esa alegría que caracteriza ese lugar tan hermoso lleno de juegos y gritos de los niños que aunque vivan humildemente allí son muy felices.
Hoy es momento de que reflexionemos y reconozcamos nuestros errores, todo lo que nos sucede en materia de salud, economía y educación es consecuencia de nuestros actos, buscamos un cambio en la desesperación y el hartazgo y lamentablemente nos topamos con pared, una realidad muy dolorosa que nos dejará una muy buena experiencia, nadie puede solucionarle al pueblo sus dificultades y problemas sino él mismo, es el pueblo quien debe con sus manos transformar su realidad, recuerde: si el pueblo se une, es invencible.
Te invito a alzar la voz, te invito a gritar con los que gritan, tu voz tiene un derecho y solo tú lo puedes hacer valer.
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