No cabe duda de que el pueblo mexicano se ha pasado de confiado y paciente, que cada día espera que se hagan realidad las promesas hechas en campaña y sueñan que todos sus problemas se terminarán, gracias a la interminable catarata de mentiras que pronuncia día a día Andrés Manuel López Obrador.
No sé si la 4T está festejando los más de 28 mil muertos mexicanos por covid-19; a lo mejor sí, recordemos que el presidente declaró que la pandemia les cayó como anillo al dedo: por eso tal vez no equiparon con insumos en cantidad y calidad, así como en tiempo y forma a todos los hospitales y personal humano.
En México, el gasto en este rubro es poco: a diferencia de otros países, como Cuba que es del 10.6 por ciento de su PIB, en México apenas es del 3.1 por ciento; es decir, la tercera parte de lo que aplican los cubanos. Para las pruebas de covid-19, en los 36 países de la OCDE se practicaban 22.9 pruebas por cada mil habitantes; en cambio en México apenas es del 0.4. La restricción del gasto ha traído como consecuencia más contagios y muertes. A esto, hay que sumar el llamado de AMLO a integrarse a la nueva "normalidad", pero sin que él tenga un plan de cuidados y apoyos para el ejército de seres humanos que, empujados por la necesidad de alimento y sustento de las familias, salieron a buscar trabajo o a reiniciarlo.
La negativa de Andrés Manuel López Obrador a seguir con el seguro popular y el nulo apoyo en medicamentos a todos los enfermos crónicos degenerativas -como los que padecen diabetes, necesitan diálisis o no padecen cáncer-, no solo enfrentan las carencias y dolor de no ser atendidos, sino hasta la soberbia y prepotencia intolerante de la 4T, como la de la no primera dama, Beatriz Gutiérrez Müller, quien carece de un espíritu sensible, humanitario.
El presidente López Obrador señala que ya pronto saldremos de la crisis, pero la realidad dice que eso no es verdad: más de 12 millones perdieron su empleo, además de los empleos informarles que se perdieron, del que muchas veces se sustenta gente de la tercera edad y madres solteras con sus hijos en brazos.
Como sabemos, muchos inversionistas extranjeros ya no lo harán en México, circunstancia que va a repercutir en menos trabajo y por tanto más miseria; la delincuencia está desatada y los comentarios que hace el presidente no solo causan asombro sino hasta incredulidad de que lo diga en serio, ¿cómo solucionar la inseguridad acusando a los delincuentes con sus madres y abuelos, o como cuando señaló que a los pobres no los secuestran? El mundo irreal en el que vive la 4T está llevando a México al precipicio.
Si la 4T sigue dejando hacer y dejando pasar, sus incongruencias y contradicciones llevarán a un caos terrible al país. Es momento de hacer un Frente Popular Nacional que luche en contra de tanta injusticia y burla de los funcionarios del gobierno de la 4T, quienes abandonaron al sector salud, al campo, al magisterio y al pueblo más vulnerable lo dejaron sin apoyo alimentario o de otro tipo.
Tú que confiaste en la 4T ¿ya tienes una casa digna? ¿Recursos suficientes para atender a tu familia si se contagian de covid-19? ¿Ya puedes viajar por todo el mundo? ¿Ya tus hijos pueden ir a estudiar al extranjero? ¿Ya tienen asegurado un trabajo, y bien pagado, para cuando terminen su carrera? ¿O por lo menos ya tienen asegurada una alimentación balanceada o solo la que propone López Obrador sobre que solo hay que comer maíz, arroz y tortillas, mientras él y su familia visten, calzan y comen de lo mejor que hay en el mundo?
Creo que es el momento de despertar y luchar por un mundo mejor, es posible y muy necesario.
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